martes, 16 de agosto de 2016

Proyecto Jaua

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-. Elías Jaua, el sempiterno rival de Henrique Capriles,  ha cesado en su habitual y tedioso cantar de críticas hacia la gestión del aludido dirigente democrático ¿y la razón? Es lo que leeremos a continuación.

Las órdenes emanadas hacia Jaua es que “tome posición de combate” dentro de Anzoátegui. El grupo donde este dirigente hace vida le giró instrucciones para que sea el abanderado rojo a la gobernación de la entidad.

Para el sector, al cual obedece Jaua, dejar en manos de Nelson Moreno, Guillermo Martínez o Jhonnathan Marín la candidatura a gobernador sería como “entregársela a la derecha”.

Los cuchillos están fuera de sus vainas; los embates están hiriendo al aire y son cada vez más frecuentes las manipulaciones y reacomodo internos en el régimen.  

Los números indican que de realizarse la elección a gobernador mañana las fuerzas rojas, rojitas perderían de calle su estatus de “gobierno” en la entidad.

El mencionado factor dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela  aspira a reeditar el fenómeno Aristóbulo bajo el Proyecto de Jaua.

La posición del ex gobernador, y actual Vicepresidente de la República, es de crearles expectativas al alcalde de Barcelona y al mismísimo gobernador encargado, al mismo tiempo.

Se ha comentado que en privado Moreno ha dicho que: “lo único que le pido al profe es que se mantenga al margen”.

La pugna por la botella que se está vaciando es ruda y cada vez más feroz. Una evidencia de ello es la llegada de Jaua como un proyecto político de un segmento de las fuerzas pro-oficialistas en la entidad.

Ahora, podemos preguntarnos.

¿Los anzoatiguenses nos calaremos nuevamente un importado? ¿El oficialismo se cree con la misma fuerza de hace unos casi 4 años atrás?

¿Hasta cuándo la dirigencia política del régimen proseguirá con su afán denigrante de burlarse de los anzoatiguenses? Y ¿de aceptar el encargo, como puede deducirse por las constantes visitas al estado del excandidato a gobernador de Miranda, éste podrá revertir lo que pareciera un revés cantado y de pronóstico apocalíptico para un partido que no levanta ni polvo en los distintos municipios de la región?

La eventual candidatura del jerarca del Psuv es, no sólo, un insulto a la capacidad de los anzoatiguenses, sino que representa una segunda bofetada seguida contra la mismísima dirigencia política del Psuv en la entidad.

Las fuerzas de la Unidad Democrática tienen que enfrentar este hecho con la gallardía de la coherencia política, y con la lucidez estratégica que amerita ese posible escenario.

Si me pidiesen un consejo para Elías Jaua le diría, con toda sinceridad a pesar de la divergencia en el plano ideológico y político, que se abstenga de venir a nuestra entidad a pasar pena.

Porque de algo pueden estar seguros dentro del Psuv, si mañana fueran las elecciones del revocatorio los demócratas ganaríamos por paliza y si fuesen las de gobernador la diferencia fuese aún más abierta en favor de los candidatos de la Unidad.


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