¿Quién lucha contra la inseguridad?

El tema de este artículo puede ser considerado como "calichoso" o repetitivo, pero en medio de la coyuntura nacional, a escasos meses de la elección del abanderado de la alternativa democrática para la Presidencia de la República, debemos retomar el tema del mayor flagelo de este país: La Inseguridad.
El discurso político continúa, pero aún con mayor intensidad prosigue la acción hamponil de aquellos que se juegan una vida, como quien apuesta 10Bs.F de su cartera. Los actores del escenario nacional no pueden dejar de hablar sobre el tema de la delincuencia desbordada que es una de las herencias que Chávez le dejará al próximo Jefe del Estado con lazo rojo y todo.
La campaña de Enrique Mendoza, rumbo a las primarias del 2012 en Miranda, descubre la espantosa realidad del delito en Venezuela con esta frase: "Hampa... Ellos o nosotros". Sin lugar a dudas el dirigente socialcristiano manifiesta la necesidad de todos los venezolanos de seguridad y de paz.
Se discute en el seno de la Asamblea Nacional (AN) una ley sobre el desarme, se pronuncian entonados discursos, pero nada de esto consuela el profundo dolor de una familia ante una pérdida en manos de los delincuentes.
Durante el primer debate entre los precandidatos de la oposición Pablo Pérez emitió una afirmación, posteriormente convertida en spot publicitario, "para una madre sólo basta una muerte", con lo cual él ejemplificaba la tragedia de las venezolanas al saberse sin sus hijos.
Las próximas autoridades de este país, desde el presidente de la nación, hasta los alcaldes de las más pequeñas comunidades deben concentrarse en combatir el delito, atacando, según creo, dos flancos simultáneos la reducción de las bandas organizadas junto al hampa común e incentivando las transformaciones sociales y educativas necesarias para la edificación de una nueva sociedad donde la cultura de la violencia este superada y minimizada.
En aquel mencionado careo entre los aspirantes a presidir este república, María Corina Machado presentó argumentos duros sobre la lucha contra el hampa, esto es lo que los venezolanos quieren escuchar, sobretodos aquellos que aún lloran y llorarán por la muerte de algún familiar o amigo.
Ante la pregunta de ¿quién lucha contra el hampa?, hoy sólo le puedo responder: quien no está luchando es el actual Gobierno Nacional, que luce más como cómplice del delito que como garante de la seguridad y protector de los ciudadanos de bien. Ante esto le pido estimado lector, piensa bien cuando des tu voto.

La metástasis del miedo

Opinión-. Cuando observamos el panorama del país nos damos cuenta que por primera vez en la historia reciente de Venezuela los factores de oposición están marcando la agenda política criolla, mientras que el chavismo actúa reactivamente a los pasos que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) da.
Vemos la reacción virulenta del Gobierno con relación al debate presidencial que se efectuó la semana pasada, observamos las críticas que el oficialismo hace sin cesar a los diferentes líderes de oposición como Pablo Pérez, María Corina Machado y Diego Arria, que han sido los más agredidos últimamente.
Pero todas estas características las califico como síntomas que produce el cáncer del miedo en el cuerpo corroído del Estado rojo, rojito. El chavismo está enfermo y de gravedad, el hecho de que la MUD dicte el acontecer político venezolano después de 13 años es una clara demostración del agotamiento del accionar estratégico del oficialismo.
Negar el liderazgo de Hugo Chávez sería absurdo, pero que el chavismo tercamente rechace la merma del impacto del carisma de aquél, también es una necedad de su parte. Ya Hugo Chávez no es el rozagante líder recién salido de los calabozos, no tiene nada que ver con aquel héroe de fantasía que emergió de la nada, no es el mismo que inspiraba a los padres para vestir a sus hijos con el uniforme verde oliva y de boina roja de los paracaidistas en antaños carnavales, por el contrario su figura hinchada, calva y triste refleja la sombra de quien se sintiese dueño y señor de Venezuela; ya aquello de hasta el 2021 pasó a la historia como simple bla-bla de un arrogante endiosado.
Sí señor lector el miedo está haciendo metástasis en la humanidad del oficialismo, ya muchos paladines de camisetas del "Che" debajo de trajes Armani's andan lanzando puentes hacia la oposición, nadie quiere hundirse en el barco, o por lo menos aplica para aquellos de franela roja y corazón capitalista.
Venezuela va dirigida a un cambio, podemos incluso recordar aquella frase de que "lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no termina de nacer" que tanto le agradaba al Comandante citar en sus alocuciones interminables para sentirse más izquierdista al recordar a Gramsci.
Estamos en la etapa final de la novela del chavismo, será el miedo político, convertido en males partidistas, lo que generará la caída del "imperio" rojo.
@jdsolorzano / www.dionisiosolorzano.blogspot.com/ solorzano_dj@hotmail.com

Recordando a Maquiavelo

Ante una serie de acontecimiento que han ocurrido en los últimos días en mi Anzoátegui apreciado redactaré un artículo que lo entiendo como una reflexión de "Alta Política" que debemos asumir con seriedad y responsabilidad, por ello me basaré al principio de este escrito en rememorar un viejo pasaje de Nicolás Maquiavelo en su libro más famoso "El Príncipe" que cita:
"Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas. Si un príncipe apoya su Estado con tropas mercenarias, no se hallará seguro nunca, por cuanto esas tropas, carentes de unión, ambiciosas, indisciplinadas, infieles, fanfarronas en presencia de los amigos y cobardes frente a los enemigos, no tienen temor de Dios, ni buena fe con los hombres. Si un príncipe, con semejantes tropas, no queda vencido, es únicamente cuando no hay todavía ataque. En tiempos de paz, despojan al príncipe, y, en el de la guerra, dejan que le despojen sus enemigos. Y la causa de esto es que no hay más amor, ni más motivo que los apague al príncipe, que su escaso sueldo, el cual no basta para que se resuelvan a morir por él"
Moraleja de este asunto es que en política el líder debe luchar con su gente, con aquellas personas que lo aprecian y confían en él, es preferible enfrentar una "guerra" con un puñado de acólitos verdaderamente leales que con un grupo de "mercenarios políticos" que lo abandonarán al primer síntoma de derrota.
El arte de la guerra afirma que debes fingir ser débil cuando estás fuerte y a la inversa, pero cuando tu ejército lo constituyen un grupo de personas que velan solamente por sus intereses personales será muy difícil para el "líder" vencer los escollos que se le presenten en el camino.
Cuando observamos a un gobernante en ejercicio perder la capacidad de maniobra política, de mirar como se le escurre, cual agua entre las manos, la capacidad de converger y trazar acuerdos con otros factores, cuando vemos que quienes debieron defenderlo le quitaron la silla a última hora, por ser productos de una conveniencia momentánea (tropas mercenarios) que se aprovecharon del gobierno en tiempos de "paz", pero al momento de las definiciones recularon, podemos palpar un ejemplo claro de lo que no se debe hacer en política, ni en la vida.
Un gobernante, un político tiene que ser consciente de premiar la lealtad, de apreciar a su verdadero equipo y no llevarse por las ofertas engañosas de los mercenarios. Hoy tenemos como evidencia un caso en Anzoátegui que descubre esta lamentable realidad.
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¡Discordia y unidad!

Es mi opinión, y con ella no pretendo herir a nadie, pero sin lugar a la menor duda el bochornoso espectáculo que dio Primero Justicia (PJ) por el tema de las primarias y los consensos en los estados afecto la imagen que hasta ese momento estaba proyectando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en medio de este proceso eleccionario interno.
La rueda de prensa que Carlos Ocariz y Juan Carlos Caldera realizaron pretendiendo victimizar a su organización y a su candidato, con aquello de una "cayapa contra Capriles", no ayuda a la cohesión unificadora de la oposición, por el contrario fue una estocada peligrosa en un costado del cuerpo e integridad de la MUD. Aquí los precandidatos de la oposición no pueden atacarse entre sí y menos con cuchillo en mano y ojos desorbitados como escenificaron los mencionados dirigentes políticos, porque con qué moral el 13 de febrero ellos van a dirigirse a sus electores y convidarlos a que "voten por fulano" cuando insinúan en la actualidad que "fulano" es un tramposo. ¡Cordura, necesitamos cordura!.
De esa misma forma también me referiré al caso del llamado que efectuó la Asociación de Alcaldes de Venezuela a postergar las primarias para los ayuntamientos, los argumentos que esgrimió Gerardo Blyde, alcalde de Baruta, poseen un profundo sentido y basamento lógico, no obstante Ramón Guillermo Aveledo, máximo representante de la Mesa, también esbozó una serie de puntos de vistas que son coherentes y válidos; siempre es positivos intercambiar ideas porque de allí emerge la unidad amplia y la democracia efectiva, pero este tipo de contradicción y divergencia de los factores de la MUD se deben aclarar alrededor de la mesa y no ante la opinión pública.
Cuando un elector común escucha las denuncias públicas de un partido como Primero Justicia acusando a las demás organizaciones de estar montándole una trampa, cuando ese mismo ciudadano observa como algunos factores de la oposición se inclinan por un elección primarias global y otros por la separación en dos procesos, cuando ese venezolanos que no conoce a fondo las normas, acuerdos y líneas de la Mesa de la Unidad Democrática para formar consenso o ir a primarias, sencillamente se formará ante la evidencia pública la idea de que dentro de la oposición hay un "arroz con mango" o simplemente que "se están matando por el poder".
Se han realizado grandes esfuerzos desde la Mesa para generar confianza entre los venezolanos con excelentes resultados, se ha trabajado sin descanso para consolidar la alternativa democrática en Venezuela, pero las divergencias que son normales en un ambiente tan plural como el de la oposición criolla, se convierten en un talón de Aquiles al aire libre cuando las disputas se llevan al escenario comunicacional y mediático.
Los trapitos sucios se lavan en la casa. Es condenable que factores de la oposición pretenda solidificarse mediante el ataque a la unidad.
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