martes, 27 de diciembre de 2016

Compren alpargatas…

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-.  Al arribo de Hugo Chávez al poder y el inicio de sus desmanes hegemónicos, a través de la Asamblea Nacional Constituyente y todas las acciones que llevó acabo, el expresidente de la república, Luis Herrera Campins, con una atinada visión recomendó a los venezolanos que: “compren alpargata que lo que viene es joropo”.

Y fue acertada la recomendación del expresidente Herrera. Los venezolanos hemos bailado joropo desde el inicio que esto que suelen llamar revolución.

Desde 1999 hasta la actualidad la democracia se ha esfumado, un sistema totalitario fue dando paso a una autocracia con vicios de eternización en el poder.

La violación de los Derechos Humanos, el encarcelamiento de disidentes, el irrespeto a la institucionalidad, todo se mezcló en un cóctel de tiranía que hoy pasamos cual el poema de “Trago Amargo” de Andrés Eloy Blanco.

Y es que, los venezolanos tenemos que volvernos a poner las alpargatas en este 2017.

Lo que se vislumbra no es para nada agradable. La crisis económica nacional se agudizará, enero será un mes caótico para la inmensa mayoría de los venezolanos.

En las postrimerías del 2016 hemos podido evidenciar el cierre de más de una empresa y de un comercio debido a la catástrofe económica que padecemos en la nación.

Y lo que viene es aún peor. La devaluación sigue su camino a pasos agigantados;  la escasez de alimentos y medicamentos será aún más aguda.

La esperanza del régimen sólo se centra en el aumento de los precios del petróleo, y sí tarde o temprano este incremento de precios del crudo llegará, pero no será suficiente.

El déficit presupuestario es enorme, las erráticas medidas económicas, políticas y sociales que sigue impulsando el régimen imposibilitan una mejoría sustancial en la vida cotidiana de los venezolanos.

Frente a esto, recordamos al expresidente Luis Herrera Campins y decimos que todo tenemos que comprar alpargatas porque el joropo que viene va ser templado y bien recio.
El hambre no se terminará sino que se expandirá. La carencia de medicinas y tratamientos médicos será terrible y las consecuencias impronunciables.

La única vía para solventar la crisis económica que sufrimos es a través de la instauración de un nuevo gobierno que permita la liberación del mercado, sincerar el sistema cambiario, respetar la inversión privada nacional e internacional y que facilite la entrada de Venezuela al siglo XXI.

El primer trimestre del 2017 será muy duro para la sociedad venezolana. El desempleo crecerá y ni siquiera la economía informal tapará el agujero creado.

El gobierno mismo estará pendiendo de un hilo, la posibilidad de una explosión social crecerá en la medida que la situación empeore y se profundice, dejando un rastro de frustración, decepción y desespero social.

Las alpargatas no sólo serán para el pueblo, sino para los enchufados que estarán temblando de pánico en la cúspide de su poder.


Lo que se augura para el país no es fácil, y por esto la unidad de los demócratas debe estar blindada, la rectificación de los errores asumida y la lucha repotenciada, porque este año que nace tiene que ser el año del cambio para Venezuela. 

miércoles, 21 de diciembre de 2016

La Natividad

¿Qué celebramos la noche entre el 24 y el 25 de diciembre?

Normalmente, nos dejamos llevar por el materialismo de los obsequios y del intercambio, a veces frenético, de objetos o posesiones; generalmente vemos a la festividad de la Natividad de Jesucristo como un momento de encuentro entre amigos y familiares, sin darle la connotación religiosa y espiritual de este momento.

Quisiera en estas líneas abordar la importancia de la Natividad para nosotros los cristianos.

El 24 en la noche celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, festejamos que el Altísimo cumplió su promesa y envío a un Salvador que limpió con su sangre los pecados del mundo.

Celebramos, en familia y con los seres queridos, el cumplimiento de las profecías y el nuevo inicio que ha significado y que siempre significará vivir en la Gracia de Jesucristo.

El Papa Emérito, en pleno pontificado, aseveró en uno de sus libros teológicos que: “hay dos puntos en la historia de Jesús en las que la acción de Dios interviene directamente en el mundo material: ‘el parto de la Virgen y la Resurrección del Sepulcro’”.

Benedicto XIV nos deja muy claro que la Natividad es uno de los momentos más sagrados para la cristiandad, es cuando  el Hijo de Dios se hace hombre en el vientre de una mujer pura.

Sí, para creer en la Divinidad de Jesús, en su nacimiento y procreación limpia de pecado, tenemos que aceptar que María era virgen y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo y ella a su vez nació inmaculada.

Joseph Ratzinger, el Papa Emérito, reafirma que para la cristiandad el nacimiento de Jesús es un momento que debe llamarnos a la reflexión y no a la “locura del consumismo”.

Para quien fuese el Obispo de Roma  la Navidad se ha convertido en una "fiesta del comercio" cuyas luces esconden el misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez.

Así Su Santidad nos exhortó en aquellos días: "Pidamos al Señor que nos ayude a atravesar con la mirada las fachadas deslumbrantes de este tiempo hasta encontrar detrás de ellos al niño en el establo de Belén para descubrir así la verdadera alegría y la verdadera luz".

"Si queremos encontrar al Dios que ha aparecido como niño, hemos de apearnos del caballo de nuestra razón 'ilustrada'. Debemos deponer nuestras falsas certezas, nuestra soberbia intelectual, que nos impide percibir su proximidad. Hemos de seguir el camino de San Francisco, que es la extrema sencillez exterior e interior que hace al corazón capaz de ver".

La Natividad  no es un hombre gordo, trajeado de rojo, de larga barba blanca y que con una risotada reparte juguetes por el globo terráqueo.

La Navidad es el momento de festejar el nacimiento del Divino Niño. Es la hora exacta para reencontrarnos con Dios.

La Natividad es esperanza, es alegría, es una luz como la que despejó las tinieblas allá en Belén.

Hoy cuando Venezuela atraviesa una etapa dura y cruel, los venezolanos tenemos que unirnos como lo hizo la Sagrada Familia para avanzar a pesar de los temores, del acoso y la persecución.

El Hijo de Dios nació rodeado de los peligros y el odio de un tirano, Herodes. Vivamos nosotros este calvario, al final Dios siempre bendecirá a nuestra Venezuela.


¡Feliz Navidad!

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Oración y acción

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-. Así lo decía San Agustín de Hipona: “Reza como si todo dependiera de Dios, trabaja como si todo dependiera de ti”.

Esta frase debería ser parte de nuestras vidas en Venezuela. Sí, los venezolanos tenemos que encomendarnos a Dios en medio de esta vorágine que azota a nuestra nación, y tenemos que trabajar para librarnos rápidamente de esta tragedia.

Cada uno de nosotros tenemos que rezar y/u orar, ya cual sea nuestra fe y confección religiosa, para que el Altísimo se apiade de nosotros y venga en nuestro socorro.

Tenemos que ser piadosos, misericordioso y caritativos. La expresión contemplativa es fundamental para buscar la inspiración divida, para entregarnos a Dios y pedir su ayuda celestial.

Si los venezolanos nos unimos en un solo y alto petitorio a Dios, estoy completamente seguro que Él en su infinita misericordia y amor nos escuchará y vendrán tiempos mejores para nosotros.

Pero, la construcción de la “ciudad de Dios”, como diría nuevamente San Agustín, no se alcanza simplemente con los deseos y la oración, sino que cada uno de nosotros tiene que ponerse en acción.
Los hombres poseemos el “Don” divino del libre albedrío. Nosotros somos creadores de nuestro propio porvenir, nuestras decisiones buenas o malas van a determinar el camino y la senda que recorreremos en nuestras existencias.

Dios siempre querrá lo mejor para cada uno de sus hijos, sin embargo es usted y yo quienes tomamos las vías equivocadas.

Por ende, la acción es inevitable para que Venezuela salga del atolladero en la cual la sumergieron. La fe es fundamental y la acción es indispensable.

Trabajemos con ahínco para el rescate de la democracia y la libertad de nuestro pueblo. Luchemos por esa Venezuela que perdimos en el tránsito del tiempo.

Y, ¿por qué rezar y trabajar a la vez? Porque, para mi criterio, nosotros estamos enfrentando un combate en dos frentes de batalla: El político y el divino.

Para nadie es un secreto que desde el ascenso al poder del expresidente Chávez se fue construyendo en la nación una “neo-religión” una especie de “fe política” que primero se disfrazaba de cristianismo para luego dar paso a una especie de paganismos de la nueva era.

Así como la “revolución” destruyó con las instituciones democráticas para edificar unas autocráticas, así como aniquiló la economía productiva para dar paso a una anarquía económica, de esa misma forma desde Miraflores se promovió un nuevo culto seudo religioso que colocaba a un hombre como centro de la adoración popular.

Llamar “supremo” a un ex presidente, blasfemar al redactar un “padre nuestro” politizado e inclusive hacer circular un rosario rojo con la faz de Hugo Chávez respondía  a un plan  de menoscabar las bases del cristianismo en nuestra sociedad.

Frente a esto, los demócratas, los cristianos, los venezolanos, tenemos que rezarle a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo para que nos cubra con su manto y, también, trabajar para que regrese la libertad a nuestra nación.


P.D: Falleció Mons. Javier Echeverriía, Prelado del Opus Dei, encomendamos a Dios su alma y rezamos por su santificación y recibimiento ante el Padre. 

martes, 13 de diciembre de 2016

Juicio Político

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-. La Asamblea Nacional (AN) tiene y debe retomar su agenda política. Los diputados de la Unidad tienen que retomar todas las acciones que conlleven a un cambio de gobierno por las vías constitucionales.

El Poder Legislativo debe enfilar todas sus energías en el juicio político al presidente Nicolás Maduro; tiene  que denunciar y exponer todos y cada uno de los delitos que el Jefe de Estado ha cometido.

E inclusive se tiene que tomar en consideración el abandono del cargo. ¿La razón? Porque además de los decretos emitidos por Miraflores, el Presidente de la República no ha hecho absolutamente nada para solventar los problemas de escasez, inflación e inseguridad que agobian a millones de venezolanos.

Los diputados de la Unidad tienen que promover las acciones democráticas y pacíficas que lleven al Jefe del Estado a un juicio, donde se expongan todas las irregularidades políticas y administrativas que éste ha ejecutado.

Además, los legisladores unitarios tienen que hacer valer su poder como órgano del Estado.

Antes que termine este 2016 se tienen que nombrar los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), se tienen que promulgar la ley de ampliación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y designar los nuevos magistrados de la nación.

Y si el TSJ sigue siendo empleado como pistola en la sien del parlamento, se debe retomar las acciones de calle que fueron enfriadas por los llamados al diálogo.

El Juicio Político tiene  que ser la nueva bandera de los demócratas. La venidera directiva, que como declaró Henry Ramos Allup cumplirá con su deber cívico, tendrá la responsabilidad de llevar al término todas las acciones que permitan la solución a la crisis venezolana.

Ya es definitivamente claro que con Nicolás Maduro en la presidencia de la nación, la crisis política, económica y humanitaria seguirá y se empeorará.

Maduro ni tiene la capacidad y menos la voluntad para resolver los problemas sociales. Testaruda y criminalmente el Primer Mandatario nacional rehúsa la ayuda humanitaria e incentiva la escasez de medicamento y el desabastecimiento de insumos médicos en los centros asistenciales.

Se tiene que enjuiciar al Presidente de la República por su responsabilidad política con respecto al desfalco a Petróleos de Venezuela, por su participación u omisión ante la constante violación de los Derechos Humanos.

Se tiene que investigar los nexos presidenciales con el caso de los “Narco-Sobrinos” y los niveles de participación de funcionarios del Estado en el manejo, venta, tráfico y comercialización de estupefacientes.

Son innumerables los delitos que se tienen que sopesar y evidenciar en medio del juicio político.

El próximo diálogo que se lleve adelante en la nación tiene que ser en el debate con relación a las evidencias, acusaciones y señalamientos de responsabilidad del Nicolás Maduro en torno a los problemas que agobian a nuestro pueblo.  

Es el momento de la acción y de la reacción del parlamento en defensa de todos los venezolanos.


sábado, 10 de diciembre de 2016

Política digital

La política desde hace unos pocos años atrás ha girado al mundo digital. ¿La razón? Porque es allí donde se encuentran los votos.

La juventud, y los no tan jóvenes, utilizan las Redes Sociales como los canales óptimos para expresar sus ideas, formular interrogantes o mostrar su disgusto o gusto hacia algo o alguien.

La política mundial es 2.0. En los 140 caracteres de Twitter los candidatos, los dirigentes políticos y los funcionarios públicos emiten sus mensajes de campaña o proyección pública para entablar un diálogo directo con millones de usuarios.

Una foto, un video, una narración al estilo storytelling son algunas de las herramientas que los partidos políticos, líderes, aspirantes y gobiernos emplean para enganchar a unas sociedad cada vez más conectadas.

Y el futuro marcha aceleradamente a más y mayor conectividad. Nuestros hijos son la verdadera generación digital, ellos que han nacido con un teléfono inteligente en la mano y son los que ven a estas herramientas como extensiones de su propio ser.

Frente a esto, la política debió modernizarse y adaptar los nuevos códigos de comunicación. Las prédicas arcaicas quedaron en el ayer, el futuro llegó sin avisar y sin tocar a la puerta entró en nuestras vidas.

Desde la primera campaña de Barack Obama, en los Estados Unidos de América, observamos como se hacía imprescindible una política coherente de difusión en el mundo digital.

No obstante, los pininos de Obama dieron paso a la más reciente elección en los EEUU, donde las Redes Sociales  tomaron un papel fundamental y donde Donald Trump aventajó abiertamente a su oponente Hillary Clinton.

Aquí, en nuestra Venezuela, observamos como el expresidente Hugo Chávez pasó de subestimar a las Redes Sociales a crear la “guerrilla digital”.

Hoy, son millones de personas en el mundo que siguen a los políticos, comparten sus mensajes, fotos y videos, que difunden sus publicidades y se hacen eco de sus criterios.

A pesar que en las Redes Sociales no existen cortapisas y tanto afectos como detractores poseen la libertad de expresarse abiertamente, los políticos tomaron la decisión (y los que no, ya se están lamentando) de participar en el medio de comunicación más democrático que existe: las Redes Sociales.
Pero, existen códigos sociales y psicológicos que se deben tomar en cuenta antes de iniciar un proceso de generación de contenido en el Social Media.

Es decir, no todos actuamos igual en cada una de las plataformas o herramientas digitales. Nuestro comportamiento en Twitter no es igual en Facebook y menos en Instagram o SnapChat.

No todas las clases sociales están en la misma magnitud en todas las aplicaciones, ni todos los grupos sociales interactúan o se motivan con los mismos estímulos 2.0.

La profesionalización de las comunicaciones digitales, la generación de contenido en el Social Media, la creación aplicaciones de difusión, las fórmulas de redacción en blog o páginas web, todo tienen que poseer una ilación estratégica y táctica con los principios comunicacionales y adaptados a los nuevos códigos de las noveles plataformas de comunicación.

Nuestra mente se está volviendo 2.0. Nuestros valores están en plena mutación; los principios y marcos de referencia se han evolucionado, si los actores políticos no aceptan esto y no cambian, entonces estarán condenados al fracaso.

¡Si no posteas no existes! ¡Si no tuiteas nadie te seguirá!