viernes, 14 de marzo de 2008

Poseidón de tu Mar

Barco de cristal de proa
que construí para navegarte
con velas de terciopelo y olas
con vientos nacidos del suspiro
así cruzo el mismo ultramar
encastrado en tus ojos
con centellas del parpadear,
Con tempestades de antojos.

Mar, déjame en ti anclar
soportar tus fríos maremotos
y vivir en tu azul paz,
sueño en convertirme en delfín
y jugar como un niño
amamantado por ti.

Seré el pez de tus aguas
conquistador de la inmensidad
de tu piel de orilla y arena
y de tu profundo mar
seré el mismo Poseidón
Dios en tus sueños en la soledad.

José Dionisio Solórzano.

jueves, 13 de marzo de 2008

La flor de Lis

Nació de la espuma marina
bajo la luz de la luna nueva
húmeda su cuerpo brotó
diosa, reina de la esperanza
con la brisa sus murmullos
emergió del éter la voz del sueño
con ojos que parecen cocuyos
y labios rojos con besos y estrellas

¿Será un embrujo celestial?
Bañándose en aguas de costa
¿acaso será Cleopatra real?
O Erato musa erótica
¡Afrodita en el caribe!
Trasmutada en una flor de lis
bautizada con almíbar
en el cielo de la nube gris
con lluvias que caen como cabellos
en su desnuda espalda febril.

Convertido en Eros busqué
entre rosas y azucenas
una flor con suave tez,
Ni en el campo, ni en la selva!
En el océano la encontré
en el imperio de su belleza
rodeada de rosas carmesí
que escoltaba a una sultana
a la única flor de lis
secretamente por todos ocultada.

José Dionisio Solórzano.

Versos de tierra negra

Látigo en la espalda
del pobre negro esclavo
varios a la luz del alba
van cantando pregón claro
despertando entre olores
en aquellos sembradíos de cacao.

Aromas con los humos del café
negrito como Tomasa y Benito
así la bebida muestra su tez
como la negrura de la noche
cuando la luna no se ve
igual a la piedra de azabache
que a la brujería pue’ vencé
ese es el color tostaito
de barloventeños lleno de fe.

¡Ah, negra! De la madrugada
naciste vestida de luto
agita los colgaderas del sueño
de tu negro va pa’l conuco
cantando vidas de trabajo
cosechando semillas de su fruto
pa’ comedse al fina de la faena
un pedazo de pan duro.

Tambor que suena en el viento
con zic-zac de cintura negra
como trapo que da vueltas
al son de cantares y lamentos
descalzos va todos en la arena
bajo un sol de firmamento
y una melodía que suena
hasta el cielo de los negros.

José Dionisio Solórzano.

domingo, 9 de marzo de 2008

Señora plateada

Señora de los ocasos
con perlas de estrellas
de semblante cabizbajo
desandando ríos y sendas
perdidas en el atardecer
entre nubes y centellas
mirada oscura de mujer
rubor con faz coqueta
nacida en la víspera
en regazo de tarde certera.

Cofre de joyas y sueños
compañera de aquel Morfeo
ella señora en luceros
tálamo para el escarceo
reina y diosa de ancestros
madre de luces plateadas
hermana de los recuerdos
tutora de almas trasnochadas.

Ella vestida de luto
camina en ruta de seda
pensando en su amor oculto
pasión de azar y moneda
asesinado en la tarde
con puñal de ocaso rojo
llanto de llovizna y carne
muerte de sol y antojos.

Acostado en el lecho
del frenesí en madrugada
ejecutora del hecho
de la muerte sagrada
cuando la señora nace
entre crepúsculos de almohadas
matices que en el pecho late
de una noche embriagada
cuando lo oscuro acate
el fuego de la encelada.

08/03/08
José Dionisio Solórzano

jueves, 6 de marzo de 2008

Noches de miel y recuerdo

Sin quererte, te estoy queriendo
sin pensarlo, siempre te pienso
como las agujas del reloj
en un sufrimiento entero
van pasando los días sin pasar
sin ti, y contigo en mi recuerdo
como si fuera un látigo con caricias
De noche noctámbulo y con sueño.

Tempestad de ojos sin lágrimas
soledad interna y acompañada
lienzo y pincel sin mustia
en atardecer de una madrugada.

Nombre puro como agua cristalina
manantial de deseos y trasnocho
tan inocente como suspiro de niña
tan cómodo como un edén rocoso
pintura con colores de poesía
policromías trazadas con versos
que dibujan a la María Emilia
de sueños cargados de Insomnios.

Miel derramada en vasija de oro
rumor fresco de riachuelo nocturno
en la callada noche gritos de coros
cabizbajo ante el lucero taciturno,
luna coqueta se mira en el espejo
de la laguna de llantos ocultos
ella humedecía por el rocío eterno
De estrellas besando ocasos de luto

José Dionisio Solórzano (otra noche pensadote)

Escrito el 05/03/08 a las 10:32 Pm