martes, 27 de mayo de 2014

¿Dónde perdieron la razón?

Cogito ergo sum-. Discúlpenme de antemano, unos dos minutos antes de iniciar la redacción de este artículo revisé el Twitter, manía de comunicador de nunca despegarse del acontecer noticioso, y me topé con la aseveración del Ministro de Turismo, Andrés Izarra, quien dice que la medida de pasar los precios de los pasajes de avión a Sicad II mejorará el turismo nacional.

Semejante aseveración del señor ministro desvió la intencionalidad de este escrito y me obliga a realizar una serie de consideraciones sobre el mismo.

Primeramente lo que viene sucediendo con el tema de las aerolíneas internacionales y nacionales es producto, como todas las cosas en Venezuela, de las pésimas medidas económicas que ha impulsado un gobierno que se ha caracterizado por sus constantes errores y fallas que, por cierto, terminamos pagando todos los venezolanos.

Pareciera que el encargado de la cartera del ministerio de la industria sin chimenea no ha salido, como los demás mortales, a realizar turismo nacional, él desconoce, ya que vive en la cúpula del poder, lo que ocurre aquí abajo donde batimos el cobre el 90% de los venezolanos.

Salir a vacacionar dentro del país significa, señor Ministro y léame bien por favor, un realero que los venezolanos no tienen y no pueden darse el lujo de gastar.

Este episodio me permite además hacer una pregunta que sinceramente juzgo necesaria: ¿Dónde perdieron la razón?

¡Sí! Quisiera saber cuándo y dónde los socialistas perdieron su capacidad de raciocinio.

Es increíble ver como los altos voceros del régimen compiten en saber quién de todos dice la atrocidad más grande y más insólita, porque también tenemos que recordar a Rafael Ramírez diciendo que la suspensión de los vuelos a Venezuela por parte de las empresas aeronáuticas internacionales es por “culpa del Mundial”.

Sin dejar atrás a la Ministra de Comunicaciones quien dijo, hace uno escasos días, que los responsables de la muerte de Eliécer Otaiza fueron “personas de su parcialidad política”, así lo puso en cuenta  Twitter haciendo alusión al diputado por Primero Justicia, Julio Borges.

La competencia entre los voceros del Gobierno durante estos 15 años le ha robado, también, la capacidad de asombro a los venezolanos, quienes cada día menos nos alarmamos ante “genialidades” de un régimen de payasadas.

Sabía que los socialistas, sobre todo aquellos más dogmáticos, siempre han sido y serán personas llevadas, consumidas, por el fanatismo más atroz, no obstante los niveles del madurismo son inauditos.

Entre otras de las extraordinarias frases de los rojos, rojitos tenemos aquella de que “hablamos con el comandante durante horas” y luego todo el país se enteró que aquel hombre no podía decir palabra alguna y intentaron acomodarla diciendo “él nos hablaba con señas”.

Como dejar de mencionar aquello de “excesivamente normal” de José Vicente Rangel, comentario que es adaptable a lo que acontece en los centros de expendio de alimentos, porque hoy en día en la Venezuela socialista ver un estante vacío o grandes colas de amas de casa para comprar dos paquetes de harina precocida es “excesivamente normal”.

El mismo inquilino de Miraflores nos ha hecho carcajearnos de la risa, en algunos casos, o sumirnos en la tristeza en otros, por su facultad innata de cometer errores verbales y para intentar de la forma más burda engañar al pueblo.

Porque una cosa era Hugo Chávez con su vehemencia y dominio mediático y otra muy distinta son los balbuceos actuales. Ante todo esto reitero mi pregunta ¿dónde perdieron la razón esta gente?... Dios nos agarre confesados.


martes, 20 de mayo de 2014

Evolución de la represión

Cogito ergo sum-.  El gobierno de Nicolás Maduro inició su cadena de acciones en contra de las manifestaciones públicas empleando las herramientas tradicionales de la represión, no obstante ya evolucionó… ¡Sí! Evolucionó.

Parece sorprendente hablar de evolución en este gobierno, pues sí, el señor Maduro alcanzó una etapa superior en el proceso de agresión en contra de los muchachos que se encuentran en la calle manifestando por un país mejor.

Luego de los perdigones y de los gases lacrimógenos aparecieron las hordas de motorizados que aterrorizan por doquier con su afán de amedrentar a la población civil venezolana.

Los “Colectivos” de la ¿Paz? de Nicolás se encargaron de sembrar, abonar y regar por doquier un pánico atroz. Aunque fueron notorios sus esfuerzos la voluntad del pueblo se impuso y los jóvenes no abandonaron las expresiones de repudio en contra de la administración de Nicolás.

En este momento vemos en Lechería, estado Anzoátegui, como la técnica de represión ha sido refinada por parte de los cuerpos oficiales.

Los últimos sucesos, para el día  martes 20 de mayo a las 2:39pm (tenemos que especificar por el incremento permanente de hechos en cuestión de minutos), han sido un ejemplo de que el Gobierno ya no anda con miramientos, no le está temblando el pulso para disparar balas de acero en contra de los muchachos.

Ya no hay ningún pudor, los policías y Guardias Nacionales se encuentran preparados para detonar sus armas a discreción.

El objetivo es claro, más allá de herir a un o unos estudiantes puntuales, su meta es tratar de que reine el miedo por toda la república para así alcanzar la inalcanzable aspiración madurista de estabilidad.

Sé que a pesar de lo que hagan o dejen de hacer los estudiantes aguerridos, los venezolanos que ansían paz y progreso se mantendrán en pie de lucha para batallar en contra de un régimen que está condenando al pueblo a morir de hambre.

Mientras Nicolás en su profundo desespero, que se evidencia de la forma como fácilmente pierde los estribos durante una transmisión de televisión,  impulsa a sus escuadrones de uniforme o sin éste a atacar a los campamentos de la resistencia, existe en la calle un sentimiento de frustración en contra de él que se agudiza día a día.

En Miraflores sólo piensan en retener el poder, mientras que en las calles la inmensa mayoría de la población aspira un cambio de dirección de forma urgente.

Al día siguiente de que los Guardias Nacionales y policías disparan en contra de los jóvenes, los abuelitos recibieron mocho, sin aumento, sus pensiones, lo que ocasionó que nuestros viejitos se expresaran su repudio al régimen. ¿Será que ahora irán por adultos mayores también?

Por acciones como esta constantemente el Estado socialista se derrumba y así hagan más crueles sus tareas de represión poseen los días contados porque en Venezuela las cosas, tarde o temprano, volverán a florecer.

¡Viene más! De seguro que en Miraflores o desde la Asamblea Nacional, el otro polo de poder de la república, se están planteando los mecanismos necesarios para una tercera etapa en la agresión contra los muchachada rebelde, no obstante se conseguirán con un pueblo que está de a toque para terminar de expresarse cívica y pacíficamente por todos los rincones de la  nación.


Twitter: @jdsolorzano 

martes, 13 de mayo de 2014

“Aló papá, estoy preso”

Cogito ergo sum-.  Aquella mañana brillaba con intensidad el sol, él paseaba entre las carpas llena de los estudiantes que se mantenían en resistencia en contra de un régimen que consideran nefasto para el presente, y sobre todo, para el futuro de Venezuela.

Un soplo de brisa casi gélida lo incitaba a tomar café de esos que llevan los trabajadores matutinos que se despiertan oscuritos y llenan sus termos para salir con el alba a vender vasitos de infusión para la vida y el despertar.

Él seguía conversando con sus compañeros, ideando como resistir en contra de un sistema que día a día ha prostituido la decencia, envilecido el servicio público y raptado la honradez entre los venezolanos.

Es un estudiante como dice la UCV que “vencen las sombras”, es él uno de tanto jóvenes que han dado un paso al frente para combatir a aquello que otros obstinadamente pretenden defender con acciones u omisiones.

¿Por qué está allí? Tal vez se preguntará más de uno.

A él no le hace falta nada, su padre le da lo que pida; pronto será un profesional y podrá crecer en este mundo dominado por la sobrevivencia del más apto, tal y como ocurre en el reino animal.

¡Sí! Todo es verdad; aunque es notorio que al alumno de la vida, como tantos muchachos lo mueve un increíble amor por Venezuela, los motiva la rebeldía normal de los tiempos mozos y la energía para luchar en contra de lo que consideran un régimen inmoral.

Latía en su pecho el miedo ante la peligrosidad de las arremetidas del régimen, y a su vez sentía en su corazón las ansias de proseguir en la calle hasta lograr el objetivo, el rescate de Venezuela y la construcción activa de una república verdaderamente incluyente y participativa.

Como a otros jóvenes de Venezuela tomó la decisión de salir de su aula de clases, tomó la determinación de mostrar la indignación que fluye por las venas de su cuerpo, quiso demostrar evidentemente su rechazo al Gobierno que ha encarcelado, torturado y hasta asesinado a decenas de estudiantes que aún se mantienen en pie de lucha.

La refriega no se hizo esperar, desde algún salón del poder gubernamental se ordenó reprimir nuevamente a la muchachada rebelde que se encuentra en las calles; ¿quién de tantos daría las instrucciones? Más temprano que tarde podremos conocer los pormenores de la lucha de quienes están detrás de los ataques en contra de nuestros hijos, nietos, hermanos, sobrinos y amigos.

Miró hacia el horizonte, ya la luminiscencia tomaba más fuerza, por encima del calor de las llamas, observaba la mirada de odio de un funcionario de las fuerzas de represión que parecía sediento de sangre y violencia.

No se acobardó. Sus principios eran más fuertes que una fumigación de gases lacrimógenos, era más firme que un policía cargado de resentimiento, él estaba del lado correcto de la historia.

Mientras algunos daban discursos a través de los medios de comunicación, mientras otros libaban un escocés a las rocas  flanqueado por un retrato de Hugo Chávez y otro de un Bolívar africanizado, la juventud se defendía como leones.  

En medio de aquel escenario dantesco, donde los aires de Caracas se cargaban del humo de la represión y de la resistencia combatiendo entre los vientos capitalinos, los agentes gubernamentales trajeados con sus equipos anti-motín tomaron al muchacho y atándole sus manos con esposas lo llevaron detenido.

A duras penas el joven logró llamar, antes de ser incomunicado por el Gobierno, y entre una voz que demostraba valentía y temor fundió palabras en una frase: “Aló papá, estoy preso”.

(Dedicado a los aguerridos jóvenes de Venezuela, especialmente al buen amigo Gerardo Resplandor)


Twitter: @jdsolorzano   

miércoles, 7 de mayo de 2014

Inteligencia proscrita

Cogito ergo sum-.  ¿Es nuevo? Para nada, nunca ha sido ajeno a los sectores de la izquierda su afán desmedido de atentar contra quienes piensan, y más cuando estos pensamientos son libres, democráticos, plurales y sin ninguna atadura.

El incendio en la Universidad Fermín Toro en Barquisimeto, perpetrado según diversas informaciones aún sin corroborar por los denominados Colectivos, es una demostración más que en el comunismo no hay cabida para la inteligencia, la cultura y la discusión horizontal.
El dogma comunista se ha caracterizado desde tiempos remotos por ser sectario y terco; para ellos el país se puede estar cayéndose a pedazos y a pesar de esto se empeñan en negar y achacarle a otros las responsabilidades que son pura y llanamente suyas.

Además en Venezuela no es nada nuevo esto de escuchar y ver como los simpatizantes del oficialismo atacan a aquellos que opinan distintos y más si están bien formados.

El incendio de la casa de estudio barquisimetana tiene mucho que ver con los espantosos sucesos vividos en Anzoátegui cuando grupos de motorizados, fuertemente armados como lo prueban las infinitas fotos publicadas en la red social Twitter, y bajo el amparo de los cuerpos de seguridad del Estado arremetieron contra la Universidad Santa María.

La violencia desatada en contra de la inteligencia se evidencia igualmente en la forma como los acólitos del régimen tratan a los jóvenes estudiantes que se encuentran en varias partes del país manifestándose en contra de un régimen totalmente dominado por los bajos instintos del socialismo caduco y envejecido.

Mientras los jóvenes salen a la calle a expresarse pacífica y democráticamente el Gobierno, bajo el amparo de las armas, sale atacar al futuro de nuestro país, porque sin duda al herir, asesinar o violarle los derechos a un estudiante le están asestando un golpe a la más profunda venezolanidad.

Es que todo es parte de un plan apreciado lector.

Se acuerda cuando el ministro Rodríguez dijo: “no los sacaremos de la pobreza para que se metan a escuálidos”, esto no fue un desliz de su parte… no, no, fue sencillamente su óptica de Gobierno y de Estado, es parte de esa visión de empobrecimiento del cuerpo, del alma y de la mente que siempre ha buscado, busca y buscará el comunismo.

¡Sí! Para los izquierdistas el pensamiento es una amenaza y así lo han demostrado en todas partes donde han dejado su huella macabra pintarrajeada de sangre de los pueblos que someten.

Para el socialismo del siglo XXI, así como lo fue en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) o en Yugoslavia, la inteligencia, las demostraciones de conocimientos, son calificados como un riesgo para la estabilidad del régimen.

La Resolución 058, los nuevos textos que redefinen a conveniencia política la historia patria, son otros de los ingredientes de ese cóctel de politización y de envenenamiento al pensamiento crítico venezolano.

Por estas razones es que tenemos que decir, sin que nos quede nada por dentro, que para el sistema que se está implementando en Venezuela, para el señor Nicolás Maduro y sus secuaces, la inteligencia, la educación libre y liberadora y los conocimientos democratizadores del hombre están proscritos y condenados al patíbulo.

¡Jamás la oscuridad vencerá a la luz! ¡Nunca la mentira se impondrá a la verdad! Y tengan por seguro que siempre el pensar derrotará a la imposición.


Twitter: @jdsolorzano