lunes, 6 de abril de 2020

Oración a Dios


Cogito ergo sum-. ¡Dios Bendito! Ante ti acudo, ante ti me inclino. ¡Dios mío! Creador del cielo y de la tierra, acudo a ti, en esta hora menguada, en esta época de necesidad, para rogar por la salud  del mundo entero.

¡Santo Dios! ¡Santo Fuerte! ¡Santo Inmortal! Ten Misericordia de nosotros y del mundo; Padre de las Alturas mira con ojos de piedad a este tu pueblo que sufre ante la amenaza del Coronavirus.

Por la dolorosa pasión de tu único hijo, nuestro Señor Jesucristo, ten piedad de la humanidad, toma bajo tu protección a todos los hombres y mujeres de este mundo. Sálvanos, Dios Eterno, de sucumbir ante el mal del Covid19.

Durante esta Semana Santa, cada quien en sus casas, eleva una oración de amor y de fe hacia ti, Amadísimo Padre; acudimos a tu presencia omnipresente y te rogamos con sincero amor por la vida de todos los que en este momento están enfermos.

Te pedimos fuerza y sabiduría para los médicos que están en los hospitales atendiendo a los sufrientes, te rogamos por los epidemiólogos, bionalistas y científicos que trabajan en conseguir una vacuna o suero contra este mal.

Te suplicamos, con profundo sentimiento, por aquellos que son más vulnerables, por aquellos que son más débiles. Te pedimos, por la sangre derramada de nuestro Salvador Jesucristo, por el perdón de nuestros pecados.

Creo en ti, Dios Padre creador del cielo y de la tierra, creo en tu único hijo nuestro Señor Jesucristo, creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los Santos y en la vida eterna.

Dios porque creo en Ti confío en tu infinito amor, por eso encomiendo en tus divinas manos la vida de toda la humanidad, por eso te ruego por la existencia de este mundo imperfecto que solo depende de tu bondad inagotable.

Tus fieles hijos conmemoramos la Pascua con devoción, con sincero amor hacia Jesucristo, con firmeza en nuestra fe. Recordemos que la iglesia no cerró, solo lo hicieron los templos, que el sentimiento y fe siguen allí en nuestros corazones, en nuestras emociones y nuestra fidelidad hacia Quien Todo Lo Puede.

Así como Jesucristo se levantó de la tumba, así como descendió a los infiernos, resucitó y se elevó a los cielos, haz que nuestras sociedades sobrevivan ante el virus chino, haz tu gran obra y permite a la humanidad parar esta pandemia que ya ha costados miles de vidas a lo largo y ancho del planeta.

Esta oración la hago pensando en todos, pensando en los abuelos que no quieren abandonar aún a sus hijos y nietos, lo hago por esos padres y madres que no quieren seguir viviendo, y que temen por sus hijos. Lo hago por esos jóvenes que tienen toda la vida por delante.

Esta oración la elevo a Dios por ti, que estás en tu casa. Por ti, que me lees, y que tienes muchos miedos en tu corazón; esta petición la hago pensando en cada uno de ustedes, desde China hasta Oceanía, el pronuncio por la salud de cada uno de quienes habitamos en esta tierra.

En esta Semana Santa pido a Dios, a Jesucristo y a nuestra veneradísima Virgen del Valle por la sanidad del mundo y por la protección de Venezuela. ¡Amén!