lunes, 30 de mayo de 2011

Responsabilidad histórica

Cuando se efectúa el análisis detenido y pausado de nuestro historia reciente, encontraremos en sus pasajes los aciertos y desaciertos de un grupo de dirigentes que sea para mal o para bien hicieron historia. Mucho de aquel legado político, económico y social que heredamos de esa generación hoy está sumida en el abandono y en el desprestigio orquestado desde el Palacio de Miraflores.
Ayer, a pesar de las críticas que podamos hacerle a los gobiernos de la mal llamada cuarta república, que a sazón de este artículo la denominaremos la república civil, existió un Estado Nacional con independencia de poderes, libertad de expresión y justicia, que fueron languideciendo hasta el detrimento del mismo sistema, pariendo desde sus entrañas el régimen político actual.
El desgano social, la flojera política, la carencia de moral en algunos estratos de la vida nacional, conllevaron directamente a la actual catástrofe venezolana. Sin duda alguna el socialismo ha sido el peor escollo que los venezolanos hemos tenido que enfrentar, más vil y hambreador que ningún otro sistema anterior y más autoritario que el mismísimo "cesarismo democrático" del gomecismo redactado por ese gran barcelonés Laureano Vallenilla Lanz, nos azota con hilaridad abrumadora.
He escuchado en reiteradas ocasiones a muchos connacionales achacándole a otros sus responsabilidades de la actual situación, por ejemplo muchos de quienes han estigmatizado al Dr. Caldera por lo de "haber soltado a Chávez" en su momento le rogaban, en el mejor de los casos, pero a veces le exigían al gobierno convergente liberar al Teniente Coronel golpista.
Venezuela se sumerge en la hecatombe socialista, porque su vocero y representante, el Presidente actual, le vendió una esperanza al pueblo, con lo cual no podía competir la dirigencia política de aquellos días. Esta tragedia patria se ha enquistado cual cáncer, durante 12 años en todo el cuerpo de la república, nuestra economía en depresión, socialmente el país dividido y cada vez más pobre, en lo político centralizado, sin autonomía de poderes y rumbo, si es que ya no estamos, a una autocracia mandona y sectaria, son algunos de los síntomas que padecemos como país.
Pero todos estos argumentos esgrimidos en estas escasas líneas es del conocimiento de cada uno de nosotros, por eso, cada quien debe asumir su responsabilidad histórica, y mirar con optimismo el 2012. Aquí se debe acabar eso de "no me meto en política, porque no soy político", porque quieran o no la política sí se mete con cada uno de nosotros.
@jdsolorzano
Solorzano.dj@gmail.com