martes, 24 de febrero de 2015

…Y la cola sigue

Cogito ergo sum-. Un contingente de cerca de 150 efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) secuestró violentamente al alcalde Mayor de Caracas, Antonio Ledezma, a plena luz del día y con el mayor de los descaros.

Los funcionarios mostraron una diligente actitud al aprisionar a un mandatario electo por más del 50 por ciento de los caraqueños, no se detuvieron ni siquiera en los formalistas de rigor, no mostraron orden de allanamiento ni de captura.

Pasaron por alto hasta la inmunidad que recubre las oficinas de dos diputados de la Asamblea Nacional.

Se llevaron a Ledezma, primero a los calabozos del Sebin y posteriormente a las celdas de Ramon Verde, ante la mirada preocupada de sus familiares y de indignación colectiva.

En medio de todo aquel panorama, y la cadena presidencial de Nicolás Maduro que pretendía silenciar aquel episodio, las colas en todos los centros de expendio de alimentos continuaban.

En medio de la arremetida oficial, regresa a la pantalla de Venezolana de Televisión, otrora el canal de todos los venezolanos, el infame programa de La Hojilla.

Mario Silva retornó por todo lo “alto”, regaló a todos sus televidentes el odio acumulado desde su intempestiva salida del aire.

Cuando el conductor del programa televisivo agredía ferozmente, como es habitual en él, a los diferentes líderes de la democracia venezolana, las colas en los Abastos Bicentenarios, Mercal y Pdval de toda la nación seguían.

Mientras el presidente nacional del partido Copei, Roberto Enriquez, suscribía valientemente el Acuerdo para la Transición, única “prueba” del régimen en contra del presunto golpe de Estado que iba a dar el alcalde Ledezma, efectivos policiales secuestraron y luego allanaron la sede del partido en El Bosque, en Caracas.

Grupos comandos integrados por efectivos del Sebin, la Guarda Nacional, Policía Nacional y Colectivos rodearon y destruyeron aproximadamente 12 casas de los copeyanos en todo el país.

Y mientras esto ocurría las colas seguían.

A la misma hora que Nicolás Maduro le decía a los norteamericanos “yankees de mier…”, miles de amas de casa estaban luchando para obtener un paquete de harina precocina o un pote de mantequilla.

Varios dirigentes estudiantiles han aparecido asesinados en muy extrañas circunstancias.

Los llamados “ajusticiamientos” han sorprendido a todo el país; han encolerizado a un movimiento universitario, que llora y reacciona ante la desaparición física de sus compañeros y amigos.

A la par se multiplican las denuncias de torturas en “La Tumba”, celda de castigo en el Sebin, lo que fue desmentido nuevamente por el Defensor del Pueblo, aunque es reiteradamente denunciado por los familiares de los jóvenes detenidos.

En medio de los misteriosos asesinatos de jóvenes y la alarma por causa de los métodos medievales de torturas en el Sebin, las colas para comprar comida, repuestos y medicamentos se extendían a lo largo de toda la nación.

El problema político se agudiza por toda Venezuela, el oficialismo recrudece sus acciones en aras de profundizar el socialismo y como método para expresar el pánico que siente por su debilidad política y popular, y en paralelo se agudiza la situación económica y social del país.


El régimen se entrampa a sí mismo en su radicalismo, mientras que el caos social se acelera y el desplome económico ya es irreversible.  

miércoles, 18 de febrero de 2015

¡A un año!

Cogito ergo sum-. Se cumple un año del encarcelamiento del líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, y hoy más que nunca se ha mostrado ante el mundo la faz autoritaria, violadora de Derechos Humanos y mezquina del régimen que en este momento desgobierna a Venezuela.

Hace 365 días el país, y el mundo entero, veía con asombro como desde Miraflores se ordenaba disparar, reprimir, golpear y vejar a miles de estudiantes que cívicamente tomaron las calles de la nación en clara oposición a un sistema de gobierno que caducó.

El envejecimiento del socialismo ha sido acelerado, por esa razón miles de venezolanos salieron de sus casas a manifestar el rechazo social hacia quienes están conduciendo los destinos patrios.

La juventud salió a demostrar el repudio nacional en contra de una jefatura que está llevando a Venezuela al más profundo de los abismos político.

Hace un año miles de jóvenes emprendieron la salida de un régimen que desde hace mucho dejó de ser popular y su único basamento se encuentra en la represión y en un recuerdo que tratan de trasformar en una blasfema religión de Estado.

Estamos a un año de aquellas calles repletas de banderas tricolores, desbordantes de juventud, de fe y esperanza. Estamos a un año de aquellos sucesos que evidenciaron que las nuevas generaciones de venezolanos rechazan abiertamente a una gestión que ha empobrecido a millones de ciudadanos sólo para satisfacer las pretensiones hegemónicas de un puñado de sectarios rojos.

Leopoldo López, Daniel Ceballos, los estudiantes como Gerardo Respaldar, siguen detenidos por simplemente opinar, por manifestar abiertamente y sin tapujo sus ideas y conceptos sobre la libertad y la democracia.

No obstante no son simplemente ellos, tanto estudiantes como dirigentes, los que se encuentran bajo el terror del encarcelamiento injusto y de la tortura sino que todos los ciudadanos de este país estamos sufriendo los embates de un régimen de opresión y tiranía.

Millones de venezolanos estamos padeciendo el confinamiento en nuestros hogares debido a una delincuencia desatada y amparada por los órganos de seguridad de un Estado cada vez más corrompido y corruptor; somos centenas de miles de ciudadanos que somos torturados cotidianamente a través de la escasez, el desabastecimiento y el desempleo.

Cuando llegamos a 12 meses de los heroicos y hasta mártires días de las manifestaciones que solicitaban una salida pacífica y constitucional a la crisis de gobernabilidad que vivía Venezuela, podemos estar seguros que en el país cada día hay más venezolanos dispuestos a entregarlo todo por el rescate y reconstrucción nacional.

Mis palabras solamente buscan rememorar esos “idus” que sobreviven en cada uno de los amantes de la democracia, que está firme y palpitando en el corazón de decenas de estudiantes que encontrándose en sus aulas de clases siguen convencidos que la acción es indispensable para convertir el pensamiento, el sueño de la nueva Venezuela, en realidad.

¡Vamos venezolanos, vamos que el futuro se construye hoy!





jueves, 12 de febrero de 2015

Profundizan el modelo socialista

Desde Alta Mar-. El Gobierno nacional nuevamente crea otro de sus artilugios económicos para tratar de tapar el caos en el cual nos sumergió gracias a más de una década de despilfarro y escasa eficiencia.

El Sistema Marginal de Divisas (Simadi) es sin lugar a dudas un juego de palabras que trae consigo otra nueva devaluación, esta vez más encubierta, que al final terminará afectando al de siempre, al ciudadano de las comunidades más empobrecidas.

Prácticamente intentan legalizar el “dólar innombrable”, lo que evidencia el fracaso de la visión cambiaria y económica de un gobierno que no sabe en qué palo ahorcarse.

La crisis política, económica, social y moral sigue avanzando ante la torpeza de un sistema que busca asfixiar a todo el mecanismo liberal e independiente de comercio y producción.

Los reveses económicos, que promueve el Gobierno y que sufrimos todos, nacen motivados a dos razones fundamentales: La primera es la incapacidad palpable, real e innegable del régimen y la otra es la visión política del sistema que busca, como dé lugar, empobrecer y marginalizar a nuestra población, ya de por sí golpeada por el método de gestión actual.

La cubanización del país es la meta que está persiguiendo el madurismo, justamente cuando en La Habana están sentados negociando aperturas políticas en la isla caribeña. ¡Las contradicciones de la izquierda!

El Simadi es una herramienta de control que persigue dar apariencias de más libertad para la compra-venta de divisas, no obstante lo que en verdad pretende el Ejecutivo Nacional es jugar con los ciudadanos, manteniéndonos distraídos mientras desde Miraflores se avanza en la consolidación del modelo marxista.

Para lograr la “profundización del socialismo” el Estado madurista está echando las bases de la descomposición social, política y económica.

La estrategia está clara: endulzan a los factores de la oposición mediante la convocatoria a elecciones parlamentarias, con lo cual algunos partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se sienten cómodos (hasta se deja ver el brillo de ansiedad en la mirada de varios de sus más dilatados dirigentes), y esto sumado a las cortinas de humo sociales son los medios del Ejecutivo para encaminarse hacia, créanlo o no, a un nuevo modelo de dictadura comunista.

Así como Rusia está reeditando, desde hace varios años, el concepto soviético con las acciones y decisiones de Wladimir Putin, de esa misma manera en Venezuela Nicolás Maduro enfila al país hacia la instauración de un régimen comunista de nuevo tipo.

La destrucción del aparato productivo, los controles en el manejo de divisas, el ahogamiento crónico a las redes de comercialización de productos, la prácticamente eliminación de la inversión en los campos venezolanos responden inagotablemente a la aplicación de la estrategia de destrucción del país para la construcción de un régimen plenamente marxista-leninista.

Ahora bien, Nicolás Maduro desde la jefatura del Estado inyecta las dosis necesarias para alcanzar en el cuerpo del país una convulsión que le permita edificar, desde las ruinas, el hambre y el dolor, su visión de Gobierno.

La pregunta es: ¿Lo permitiremos?




martes, 10 de febrero de 2015

Reglamentos injustos


Cogito ergo sum-. Terminó la Serie del Caribe. En esta justa deportiva nuestra representación, los grandiosos Caribes de Anzoátegui, dieron una demostración ineludible e innegable de que son el mejor de los equipos, no obstante no lograron traernos la corona caribeña de béisbol.

La aplicación del nuevo reglamento para el encuentro de campeones de las ligas de pelotas caribeñas fue el problema. Caribes de Anzoátegui barrió con sus oponentes (dominicanos, mexicanos, cubanos y portorriqueños) durante la primera fase y evidenció ser el más compacto, efectivo y rendidor de los equipos.

A pesar de los cuatro laureles obtenidos por la novena anzoatiguense, que llevaba la bandera nacional, el vencedor de la competencia fue la escuadra de Pinar del Río, los cubanos, quienes deslucieron completamente en la primera ronda.

Los venezolanos ganamos cuatro partidos, los cubanos tres. Nosotros quedamos eliminados y ellos fueron campeones. Simplemente un resultado injusto.

Así como en el béisbol, en la política también se aplican reglamentos que son totalmente indignos e inconvenientes.

La aplicación de las normativas internas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obedece a intereses plenamente mezquinos y particulares, que benefician a los llamados partidos grandes.

Por ejemplo la designación en Anzoátegui de los dos últimos secretarios ejecutivos de la Unidad respondió a la aplicación del 70%, un punto reglamentario que ha dejado sin participación efectiva en las decisiones a un número importante de partidos y movimientos que han sido “reglamentariamente” excluidos.

A tal punto que los dos más recientes voceros de la MUD-Anzoátegui han trabajado sin el quorum necesario, debido a que varias organizaciones al no sentirse representadas por éstos tomaron la gallarda y digna decisión de hacer más en la calle y no deshacer el tiempo en discusiones estériles entre cuatro paredes.

Siempre he sido un decidido partidario del orden como medio necesario para alcanzar los objetivos individuales y comunes; los reglamentos son vitales para mantener la estabilidad en cuerpos colegiados, no obstante las normas tienen que obedecer a un principio superior: Justicia.

Regresando al ámbito deportivo podemos decir que el reglamento que afectó a Venezuela este año también perjudicó a República Dominicana en el anterior, lo que es bueno traerlo a colación para aquellos que hoy se ufanan en el cumplimiento reglamentario de la MUD, debido a que no se sientan vulnerados cuando este mismo se vuelque en contra de ellos.

Es igual con el oficialismo venezolano. Ustedes se imaginan a los voceros del actual Gobierno pasando a la oposición y desde allí empiecen a pedir libertad de expresión o respeto, cuando ellos no garantizaron ninguna de las dos.

¡Verdugo no pide clemencia! Bueno así dice un viejo refrán. La injusticia se debe combatir en todo momento y en toda circunstancia, o por lo menos esa es mi creencia.

Aún es tiempo de rectificar y de emprender el camino de la justicia y la equidad. Tanto en el mundo pelotero del Caribe como en el ámbito político de la oposición democrática.

Sí se pueden hacer los correctivos para dejar en el pasado los reglamentos injustos. 

martes, 3 de febrero de 2015

Humo y desilusión

Cogito ergo sum-. En la Venezuela actual la noticia está a la orden del día. Los episodios se van suscitando a una velocidad inaudita, digna del séptimo principio de propaganda de Joseph Goebbels.

El jefe de comunicaciones del Tercer Reich establecía en su “Principio de Renovación”  que: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Veamos por un momento los últimos hechos noticiosos: Jefe de escolta del ex presidente Chávez y del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello,  Leamsy Salazar desertó  del oficialismo e inició un proceso de develación de los secretos más íntimos del oficialismo.

Ante el escándalo donde salieron mal parados una serie de altos funcionarios del régimen, éste respondió con la presentación ante el Servicio de Bolivariano de Inteligencia (Sebin) de los dueños de la red de farmacia denominada “Farmatodo”.

Luego se vino la aprehensión  de directivos de Pdvsa, justo antes de salir del país, específicamente del Gerente de producción José Luis Parada, en el aeropuerto de La Chinita en Maracaibo.

El apartamento de este jerarca del Holding Estatal fue allanado por fuerzas del Sebin; cuando esto sucedida se iban acentuando las denuncias de torturas por parte de la policía política en contra de los estudiantes presos por protestar desde febrero del 2014, develándose la existencia de “La Tumba” celda de castigo y tortura psicológica.

En medio de esto inicia la Serie del Caribe en Puerto Rico y en la primera presentación de los campeones venezolanos, un grupo de fanáticos realizan un “pancartazo” solicitando la renuncia de Maduro y la liberación de Leopoldo López.

Como para lanzar otra cortina de humo a los sucesos más recientes entre gallos y medianoche el Gobierno interviene la cadena Supermercados Día a Día, con lo cual los voceros oficialistas buscaban distraer y ocultar.  

Tanto la captura de los propietarios de Farmatodo, como la acción contra los duelos de Supermercados Día a Día, parecen dos informaciones producto a la estrategia goebbleliana de producir más información de la que el ciudadano puede digerir.

La estrategia del “humo y la desilusión” busca esencialmente minimizar el impacto de las acusaciones en contra del régimen y sus representantes, afianzar un proceso de desencanto entre la población disidente, mientras distrae la atención de la Opinión Pública a temas menos riesgosos para el sistema.

Con el “ataque” del madurismo en contra de redes de alimentos y medicamentos se pretende voltear la mirada de los ciudadanos hacia otros temas alejados del caso de Leamsy Salazar y el Cartel de Los Soles, y la detención de funcionarios de Pdvsa minutos antes de abandonar la nación.

Aquí podemos hacer varias preguntas: ¿por qué están desertando integrantes del oficialismo? ¿Se acuerdan las declaraciones de hace un año de Jorge Giordani y de Vanessa Davies? ¿Se acrecientan el número de noticias por la debilidad del régimen?

¡Amanecerá y veremos!