lunes, 27 de agosto de 2012

Apocalipsis oficialista

Cogito ergo sum-. Los sucesos que han acontecido en las últimas semanas en Venezuela parecen sacados del libro del Apocalipsis de la Santa Biblia o pueden ser una re-edición tropicalizada de las 7 plagas de Egipto, pero así sea cualquiera de las dos, le recomiendo apreciado lector irnos a confesar y que Dios nos agarre limpios de alma y consciencia.

Sin duda el oficialismo entra en su "Armagedón". A un gobierno cuando en plena campaña electoral se le caen los puentes, las alcantarillas de las carreteras ceden, los ríos se desbordan por doquier y explotan las principales industrias estatales, estamos en presencia de que el destino activa en su contra.
El presidente-saliente se parece a ese poema de Alberto Arvelo Torrealba que dice: "La noche a jugar conmigo/ se sentó en los arenales: / mi dicha apostando a suerte/ mi pena echó puros ases". Debido a que en las últimas horas el hombre de la boina no pega una.

El candidato de la unidad democrática, Henrique Capriles Radonski, dijo en su inscripción ante el Consejo Nacional Electoral que "el tiempo de Dios es perfecto", y luce, ante la evidencia de los hechos, que el Supremo se montó en el autobús del progreso y no de pasajero sino manejando el colectivo.

Los episodios que lastimosamente han enlutado al país, las pérdidas humanas en Amuay, Cumanacoa y otros rincones del país son la demostración de que poseemos un Gobierno que no prevé emergencias y que su responsabilidad, gigante por demás, es mínima en la acción real de la gestión pública de los actuales cabecillas del Estado.

Todos los sucesos se están encadenando uno al otro y se está tejiendo las condiciones para que el actual régimen pierda las elecciones y que nazca de un liderazgo nuevo  que lleve a la nación hacia el camino de progreso social, humano, económico y político para el pueblo venezolano. Para parafrasear a Murphy podemos decir que: tranquilos lo que va a pasar, pasará.

Tocan las trompetas del Apocalipsis del oficialismo, ya no tardan en salir a galope los jinetes apocalípticos rumbo a ponerse a salvo en las aguas caribeñas de la Habana, ante la eminente derrota en las urnas. No tarda en aparecer los "mea culpa" de una serie de actores políticos que ayer fueron verdugos, pero que se convertirán en llorosos e indefensos ciudadanos que gritarán por todos lados su "equivocación" y pedirán que sean expiadas sus culpas revolucionarias.
Entre los oficialistas hay algunos que niegan la realidad, mientras que otros conscientes de todo aquello que los rodea empiezan a emigrar hacia tierras que pudieran recibirlos. Éstos son algunos de los millones de venezolanos que saben que hay un camino y ya empezaron a recorrerlo.

Ante esta realidad de negación y deserción el mandatario saliente se ve fuera de foco en sus apariciones públicas, en la única concentración donde lucía jovial fue en Cumaná, a pesar de las inundaciones que ahogaban a Cumanacoa. Todo esto es parte del clima de tempestad que se posa en el cielo del Gobierno, mientras que en la otra acera, donde están los defensores del progreso, va aclarando la mañana.

Ya tocaron las trompetas del fin del mundo para el oficialismo, falta muy pocos días, el ocaso le está llegando a este régimen.

jueves, 23 de agosto de 2012

Falaz nacionalismo rojo

Cogito ergo sum-. El “por ahora” presidente de la república que pregona a los cuatro vientos su “nacionalismo revolucionario” que habla sin cesar como supuestamente los ex presidentes de la mal llamada cuarta república abandonaron las posesiones venezolanas en el Mar Caribe, es el propio que en este momento le está entregando el Esequibo a los invasores guyaneses. Este nacionalismo de cháchara, este patriotismo de cadenas y anti-imperialista de blanco y negro de la década de los 60, sólo sirve para adornar la retórica populista del oficialismo, pero en verdad cuando tiene que ponerse los pantalones o la rudimentaria militar para defender el solio nacional se acobarda, así como lo hiciese en la Planicie en aquellos aciagas horas del golpe rastrero del 4 de febrero. El oficialismo quien diserta sobre que con ellos se ha respetado la real dignidad nacional, ellos que gritan a todo pulmón que son los paladines del más puro venezolanismo son los mismos que en este momento reconocen entre líneas, admiten dejando lagunas discursivas, que el Esequibo no es venezolano. Creo, y esta es una opinión muy particular, que el candidato del progreso y de la reconciliación nacional, Capriles Radonski, debe tener en su agenda internacional la recuperación real y efectiva de todo el Esequibo, no podemos permitir quienes en verdad defendemos la integridad nacional, que unos malandrines territoriales se salgan con la suya en complicidad de un régimen que voltea su mirada hacia otro lado mientras que la mano acechante del invasor introduce sus lánguidos dedos en la cartera expuesta. Los venezolanos que, en realidad somos venezolanistas, y no me refiero a un nacionalismo patriotero sino a uno que es digno nieto de aquel que llevó a nuestros padres libertadores a iniciar la gesta independentista no sólo de la nación sino de todo un continente, debemos dar un paso al frente y exigirle a este Gobierno entreguista a que no regale lo que no es suyo, sino que es herencia nacional de toda la comunidad venezolana. No somos guerreristas, pero tampoco somos como diría el poema de Alberto Arvelo Torrealba “pájaro bobo pa’ está calentando nío”, somos un país que posee un pueblo gallardo y que no dejará robarse por una nación que sin lugar a dudas es un pillo internacional. Dirán que este artículo incita a la violencia, pero se equivocan, sólo incita a ser más venezolanos. Dirán que estás palabras son xenófobas, pero también se equivocan, porque aunque creo que los venezolanos son el pueblo más apto culturalmente de América Latina, soy un respetuoso de la hermandad solidaria y recíproca en el continente. Dirán muchas cosas, pero la verdad no se puede ocultar, el Esequibo es tan venezolano como la arepa.

jueves, 16 de agosto de 2012

Río crecido y no por la lluvia

Cogito ergo sum-. El Orinoco se desbordó. El Neverí rompió su cauce, el Caipe se engalanó de cristalinas aguas. El Manzanares corrió en todo su esplendor, el río Chama se divorció de cualquier pasividad. Todo el país está inundado, pero por un torrente que deja pequeño al mismísimo Amazonas, es el río crecido del pueblo venezolano inundando las calles y avenidas por donde pasa el Huracán del Progreso. La corriente del futuro arrasa con un presente que cada día tiene más rostro de pasado. La fuerza de las aguas inunda los errores del ayer y abre la ruta para que pase ágil, fresca y trasparente la visión del espejo natural del progreso. Venezuela está sumergida por un río de gente. Capriles Radonski es quien encabeza la crecida de pueblo que clama por un país de progreso y desarrollo para todos por igual. El abanderado de la unidad democrática encarna ese sentimiento popular que se expresa por todo país en esas inundaciones de ciudadanía que apuestan por una Venezuela distinta, por un país de inclusión y porvenir, que luchan día a día para la construcción de una Venezuela donde el futuro esté coronado con bienestar social, empleo, seguridad y progreso común. Sí, se desbordó un río de pueblo. Sí, se inundó la nación por los cuatro costados ante el paso del Huracán del Progreso. Capriles Radonski está despertando una emoción colectiva sin parangón en la patria, los vientos de progreso y las lluvias de bendiciones que surgen por doquier levantan e intensifican las fuerzas emotivas de una poblada que demuestra sin ningún miedo su firme convicción de trabajar por un mañana mejor. En Anzoátegui el Neverí brotó con energía por toda la costa. El río crecido que se manifiesta en cada una de las actividades de Antonio Barreto Sira es una demostración de que este pueblo se montó en el autobús del progreso y que su comunidad está en la calle arduamente entregada a la labor de construir un futuro. El río está crecido y no por las lluvias invernales de esta temporada. El río de pueblo no lo detiene nada, ni nadie, hay un camino es el de darlo todo por Anzoátegui y por toda Venezuela. Tenemos un río que se desbordó por todas partes y será una inundación de votos que ahogue definitivamente a la incapacidad oficialista el próximo siete de octubre. ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente!. Y ese crustáceo es rojo, rojito, es lento y anda siempre para atrás, y se lo está llevando la corriente de progreso, lo arrastra el afluente de pueblo que apoya el futuro y que hará realidad en las venideras elecciones la necesidad de un buen gobierno que dirija los destinos del país hacia nortes de desarrollo para todos por igual. El compromiso de Capriles Radonski y de Barreto Sira es con cada uno de los venezolanos y anzoatiguenses que los convertirán en presidente y gobernador. Y estoy seguro que con acción y hechos cubrirán las expectativas de sus seguidores y electores.

martes, 7 de agosto de 2012

Crónica de un simulacro en Anzoátegui

Cogito ergo sum-. El sol despuntó en la plenitud de la mañana, el calor tropical hacía sudar al más pintado de los hombres, primero que el alba amanecieron los funcionarios del Consejo Nacional Electoral, quienes al lado de los efectivos de la Guardia Nacional, habían tomado como si fuesen un escuadrón de asalto los tres centros pilotos para el simulacro comicial en Anzoátegui. Ese era el día, tal vez nadie lo había imaginado, pero ese domingo 5 de agosto se demostraría la cohesión democrática y la fractura oficialista. Los militares más fieles a una ideología política que a su “Honor es la Divisa” actuaron movidos por intereses partidistas. Desde muy temprano pretendieron crear condiciones de ventajismo a favor del oficialismo, pero todos sus esfuerzos, aplaudidos por convidados trajeados de cardenales, cayeron en un abismo de inefectividad. Grupos de militantes colorados flanqueaban el centro Arreaza Calatrava en pleno Bulevar 5 de Julio de Barcelona, puntos rojos, camiones con perifoneo, volantes que mezclaban el rostro del candidato-presidente con un corazón matizado con los colores de la bandera nacional, eran parte de la avanzada oficial, en una esquina robustecidos con la confianza de tener la mayoría, los simpatizantes de la candidatura de Henrique CaprilesRadonski desbordaban entusiasmo, alegría y fervor a la espera del próximo gobernador de Anzoátegui, Antonio Barreto Sira. El jefe del Comando Venezuela en la entidad y aspirante a dirigir los destinos de la región, fue el primero en llegar, tardó más de 15 minutos en recorrer una cuadra para llegar a la entrada del Centro piloto, debido a que los barceloneses que transitaban en aquella mañana dominguera el bulevar y los comerciantes de los diferentes expendios salían a su encuentro para manifestarle su adhesión tanto a Capriles como a su opción. Entró acompañado con un nutrido grupo de anzoatiguenses, al lado iba el abanderado de la unidad para la alcaldía de Barcelona, Carlos Andrés Michelangeli, a pesar que pudieron acceder sin problemas al recinto, quienes iban más atrás del grupo fueron víctimas por instantes de una arremetida de la Guardia Nacional. “Cierra, cierra esa vaina, que no entre más nadie”, fue una de las expresiones del uniformado que pretendió truncarle el paso a la mitad de los seguidores de Capriles y Barreto Sira, pero la orden surgió demasiado tarde, el intento de acatar la directriz castrense quedó minimizada ante el empuje del pueblo que se abrió paso con energía. Barreto Sira recorrió las mesas y saludó al personal del CNE. Un grupo de afectos al oficialismo espetaban: “no volverán”, muchos de ellos trabajadores de dependencias del estado, como Providencia Lima, pero el grito de “Unidad” ahogó las expresiones carmesí. Al retiro del abanderado unitario, arribó Miguel Pérez Abad al simulacro, entre las filas del oficialismo, que hasta ese momento se encontraban relativamente compactas, se evidenció la división. Un sector rodeó al empresario oficialistas, mientras otros caminaron a la esquina al escuchar el rumor de que: “Tarek ya llegó”. El primero entró al Arreaza Calatrava, mientras que el gobernador saliente esperaba que aquél terminara su recorrido. El clima era hostil, no se saludaron, pero sí hubo connatos de agresión, de ambos grupos algunos marcaron distancia como si de ello dependiera su vida. A pesar de esto Tarek aseguró a la prensa que “demostraremos unidad y disciplina”, pero en aquella mañana quedó expuesto ante el estado la unidad monolítica de la alternativa democrática entorno a Capriles y Barreto Sira, y la hendidura regional del oficialismo. ¿Fisura irreconciliable?, ya veremos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Anzoátegui lo tiene todo

Cogito ergo sum-. Anzoátegui está conformada por 43.300 kilómetros cuadrados los cuales se dividen en hermosas costas, en aquellas llanuras hermanas de las planicies guariqueñas, su Mesa de Guanipa madre fecunda que permite el nacimiento de cualquier semilla que se pose en su regazo terrenal, su sub-suelo rico en petróleo, ese oro negro que corre raudo cual río subterráneo por varios de los 21 municipios de la región, posee el majestuoso Neverí brazo del impetuoso Orinoco, ese que como una vena atraviesa el cuerpo del estado dándole vida a propios y extraños, estas son algunas de las características que engalana la tierra del anzoatiguense. Barcelona escenario de gestas heroicas, Puerto La Cruz capital del turismo y la belleza con esa bahía de Pozuelos que se presenta grandiosa ante los ojos de cualquier incrédulo, Guanta centro portuario por excelencia que con su Parque La Sirena, su zona rural y la cementera hacen de ella una tierra inolvidable, Lechería terruño de pescadores transformada en mini-metrópolis del buen vivir, a pesar de la triste realidad que hoy la cobija, Anaco y su palpitar de gas, San Mateo con sus quesos y ganadería, El Tigre con su literatura calles viejas y su Oficina Numero 1, Cantaura ejemplo de crecimiento y modernización enclaustrada en el centro de la entidad. Esto es Anzoátegui una tierra bendecida por Dios, un pedacito de cielo que el creador moldeó con el más arduo de las pasiones y con el sentimiento de su bondad infinita. Este es el estado donde tuve la dicha de nacer y es la tierra que se mezcla en días calurosos con mi piel y es la alma que me mueve a ser cada día un mejor ciudadano. Este estado en sí tiene todo el potencial para convertirse en el epicentro de una grandiosa gesta de crecimiento y desarrollo indetenible. Anzoátegui lo tiene todo: bellas playas, llanuras enormes como el amor de una madre, un solio misericordioso para la agricultura, y un pueblo que a pesar de los tropiezos y problemas que se le presentan diariamente tiene una fe inquebrantable de que siempre habrá un mañana mejor. Esta región posee los dones para ser la más grande tierra de todo el oriente venezolano, y porque no de toda la república, sólo le hace falta un buen gobierno que la lleve por los caminos del progreso y de la inclusión. El pueblo es sabio y lo ha demostrado. Una vez el Dr. Caldera aseguró ante una interrogante acuciosa de un reportero de lanza en bolígrafo y de verbo cauteloso, que “los pueblo nunca se equivocan, somos los gobernantes los que nos equivocamos” y de esto Anzoátegui tiene un largo listado, pero es hora de un cambio profundo, ese buen gobierno que necesitamos empezará a mostrarse a partir del 16 de diciembre cuando Antonio Barreto Sira sea electo gobernador y siga dándolo TODO POR ANZOATEGUI. ¡Fuertes a locha a mi gallo voy!