miércoles, 17 de julio de 2013

Las Tres M de Maduro

Cogito ergo sum (@jdsolorzano)-. Con todo el respeto que me merecen mis apreciados lectores en esta ocasión abordaré un tema que es poco agradable, aunque hablaré como casi siempre de política, los elementos que redactaré en esta ocasión son más deprimentes de lo normal.

Disertaré movido por mi deber moral sobre  las “Tres M” que caracterizan al señor Maduro, que definitivamente son las que describen su elocuente desatino presidencial.

Primera M - Matrimonio:   El señor “presidente” oficializó “por las leyes de la República lo que ya existía” con la ahora Primera Dama de la República, Cilia Flores, si podemos hacer un breve ejercicio de memoria podemos rememorar la aseveración del, desaparecido en acción, Mario Silva, en la polémica grabación donde se oía decir que:

“Allí quien manda el Cilia, Nicolás se deja manipular por ella… Ella lo manipula”…

Entonces, según se escuchaba en la tan escalofriante revelación, del supuesto diálogo entre Silva con un presunto representante de la inteligencia cubana, se advertía sobre el poder de la compañera sentimental de Nicolás, y  ahora podemos decir que su nivel de influencia ahora es “oficial”.

El matrimonio presidencial en medio de la coyuntura política que se vive en la nación es sin duda alguna un detalle minúsculo, superfluo, aunque descubre el estatus de las prioridades de la recién legalizada pareja de Estado.

Mientras por un lado el pueblo pasa trabajo, el neo-matrimonio revolucionario está más pendiente de establecer legalmente su unión que de solventar las necesidades de la mayoría de la república.

Segunda M - Miseria: La miseria reinante en el seno del Gobierno es de distinta índole y magnitud.

Está la miseria del pueblo, esa que se descubre en los problemas que enfrentan las madres y padres de familia para alimentar a sus hijos. Por un lado el alto costo de la vida devora los insignificantes salarios y por el otro la red de suministro y expendio de alimentos oficial sólo distribuye productos de dudosa calidad.

También está la miseria humana de algunos paladines del oficialismo, esos que a pesar que los venezolanos pasamos necesidad, uno los ve con lujosos trajes, con relojes caros y demás adornos que para nada son baratijas. Aquí es cuando nos preguntamos ¿no era que ser rico era malo?

Igualmente está la miseria de intelecto. Sin duda no todo el mundo posee una cultura amplia, una educación sólida, o la inteligencia innata legada por Dios, existen muchos, y dentro del madurismo es lo que abunda, que son pobres de espíritu y de mente. ¿En manos de quién estamos?... ¡De los perores!

Tercera M - Mamarrachadas: Más allá de los intereses de la pareja presidencial, por encima de las condiciones personales de cada quien vale resaltar en este breve artículo que, como dice la Biblia, es a través de los hechos que “los conoceréis”, y si duda los venezolanos los estamos conociendo.

En estos meses del madurismo, Nicolás, junto con Elías y Diosdado, han demostrado que si se puede ser peor cada día, si alguien pensaba que podía haber algo peor que Hugo, bueno aquí lo estamos viendo, por eso es que nada es imposible en este mundo.

La mamarrachada internacional de Nicolás es sorprendente, ha dejado en diversas oportunidades en ridículo al país; su cacareado gobierno de calle no es más que simple y balurda estrategia propagandística para tratar de limpiar su ya menoscabada imagen pública.


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