jueves, 6 de febrero de 2020

Del 23E al 4F


Cogito ergo sum-. Han pasado dos días emblemáticos dentro de la historia de Venezuela, por un lado el 23 de Enero y por el otro el 4 de Febrero, sin embargo los venezolanos comprendemos lo que en verdad significan estas fechas.

El 23 de Enero de 1958 se concretó el derrocamiento del régimen del General Marcos Pérez Jiménez, con esto se inició la etapa civilista de la República y a la vez se truncó una política de crecimiento y desarrollo que había experimentado la nación en la última década.

A veces solo nos centramos en la represión y opresión que significaba el régimen militar, no obstante el gobierno de Pérez Jiménez fue un ejemplo de progreso, orden y exaltación de los valores nacionales.

Durante 10 años, el modelo del Nuevo Ideal Nacional trató de rescatar la línea evolutiva social planteada por el Cesarismo Democrático, basamento sociológico y filosófico del régimen de Juan Vicente Gómez que acompañó a las gestiones de los generales Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, truncado éste por el denominado trienio adeco.

El régimen de Pérez Jiménez buscaba nuevamente enrutar a la nación en este camino que iba a preparar a los venezolanos hacia la democracia, a través de un proceso de maduración y concientización. Sin embargo, el sueño de libertad se impuso sobre la razón.

El 23 de Enero es, a la vez, sinónimo de democracia y anarquía, es un éxito y un error; el 23 de Enero es el inicio de las libertades públicas y el fin del crecimiento con orden y responsabilidad. El 23 de Enero es una fecha para celebrar y, además, para lamentarnos.

Esta fecha, un modelo de progreso se detuvo de golpe, una Venezuela decente, respetuosa y digna empezó a cambiar. Y no solo fue una cuestión de militares o civiles, porque el primero que inicia la anarquía social, con el Plan de Emergencia, fue el vicealmirante Wolfgang Larrazábal.

El 23 de Enero fue un día de dicotomías y de bifurcaciones, en cambio el 4 de Febrero solamente fue un día de desolación, tristeza y del comienzo de una caída larga y profunda para todos los aspectos nacionales.

Si el régimen de Pérez Jiménez basó su objetivo en el crecimiento físico de Venezuela y en la madurez social del pueblo; el régimen de Hugo Chávez fue directamente a envenenar la consciencia colectiva, dividir a los venezolanos y edificar una sociedad de corruptos y sinvergüenzas.

El 4 de Febrero encarnó la elevación de una nueva logia militar, esta vez no centrada en el bienestar de la patria sino en un resentimiento social arraigado y profundizado por largos años de adoctrinamiento socialista dentro de los mismos cuarteles.

Los demócratas de los años 60, 70, 80 y 90 fueron descuidando el mundo castrense; el sentimiento democrático entre los militares, quienes eran una de las instituciones más respetadas entre los venezolanos, fue minimizándose y dando paso a una anatomía castrense muy distinta, con muy poco compromiso con el modelo producido desde el 23 de Enero.

El 4 de Febrero no fue un movimiento cívico-militar, como la propaganda lo ha vendido, no. El 4 de Febrero simplemente fue un golpe militar fracasado, pero poseyó una consecuencia al visualizar de forma poco estratégica, para el gobierno democrático, a los golpistas quienes fueron inmediatamente endiosados.

El 4 de Febrero al igual que el 23 de Enero simbolizan una ruptura. Los hechos del 1958 fueron una mezcla de dulce-amargo para los venezolanos, mientras el 4 de Febrero es la hiel en su máxima expresión, este día muere la libertad y nace la opresión sin orden, muere la democracia y nace un sistema amorfo, sin moral, sin restricciones, sin consciencia clara entre el bien y el mal.

Los venezolanos tenemos, de una vez por todas, que asumir las fechas por lo que en verdad representa. El 23 de Enero debe ser un día para la reflexión colectiva, para el razonamiento exhaustivo de nuestra realidad como nación, y el 4 de Febrero debe ser concebido como un día de duelo nacional por la muerte de tantos venezolanos ese día y por la muerte dual de la libertad y el orden.

¡Para mí, el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!











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