martes, 17 de septiembre de 2019

Críticos


Por José Dionisio Solórzano

Cogito ergo sum-. A veces es muy difícil entender a algunos críticos que viven de verle el lago negativo a todo lo que los rodean; y que sus opiniones están cargadas de ataques y reprócheles hacia la clase dirigente de la oposición democrática venezolana.

Desde hace algunos meses vengo leyendo en Twitter e Instagram a una serie de “críticos” que acusaban a Juan Guaidó de “traicionar” al pueblo venezolano, de no hacer lo suficiente para alcanzar el cese de la usurpación y por aplicar mecanismos frágiles y cándidos contra un régimen de políticas represivas, duras y crueles.

Estos “críticos” repudian la opción de la salida electoral y consensuada, ellos manifiestan que la única forma de lograr el primer paso de la estrategia trazada por Juan Guaidó es a través de métodos de presión, y le reclaman al presidente encargado de Venezuela el no hacer lo suficiente para aplicar los mecanismos necesarios para acorralar a la usurpación.

Ahora bien, estas mismas voces se lanzaron cual manada frenética en contra de Guaidó por el simple hecho de que el régimen sacó, como un as debajo de la manga, una foto donde aparece el Presidente de la Asamblea Nacional y encargado de la Presidencia de la República flanqueado por dos supuestos paramilitares.

Los “comecandela” se horrorizaron ante semejante imagen, y además de creerle de forma automática a los usurpadores, le reclamaron de forma agresiva, soez y reiterativa las razones por la cuales Guaidó salió fotografiado con “paracos”. ¿Quién los entiende?

Primero dicen que Guaidó es muy blando, que no asume su rol, que no tiene los testículos suficientes para hacer lo que se tiene que hacer; y, a pesar de estas aseveraciones, también critican cuando, presuntamente, Juan Guaidó está con paramilitares colombianos.

Sencillamente no lavan ni prestan la batea. Los críticos, que pasan a ser criticones, no arriman una para el mingo. Su único placer es el de hablar por las Redes Sociales, es fulminar el liderazgo de la oposición  y dividir en dos pedazos a las fuerzas democráticas del país.

No sé si es su intención o no, pero sin duda estos criticones 2.0 le están haciendo el juego a aquellos que se mantienen en el poder. Están ayudando a sostener a la usurpación, debido a que siembran dudas e incertidumbres entre miles de personas que los leen a través de las Redes Sociales.

Con su permanente inconformidad laceran la imagen de Guaidó y crean desesperanzas en cada vez más venezolanos, que se desmovilizan, pierden la fe y la confianza como efecto del impacto de su insistente artillería de críticas y de radicalismo limitado al espacios de los caracteres que les permiten las plataformas digitales.

Estos mismos criticones son los que enfilan sus metralletas verbales en contra de los partidos tradicionales y en contra de las políticas llevadas adelante por los factores de la Unidad, y son los mismos que cuando se necesitan venezolanos movilizados en las calles se esconden en sus casas o detrás de sus usuarios de Redes Sociales.

Sin duda, necesitamos menos criticones y más voluntarios para el rescate de la libertad de Venezuela.
¡Para mí, el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!












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