martes, 7 de mayo de 2019

TSJ vs. AN


Cogito ergo sum (@jdsolorzano)-. Y sigue la batalla política en Venezuela. En esta ocasión Nicolás Maduro mueve su pieza del Tribunal Supremo de Justicia para sacar de circulación a siete diputados a la Asamblea Nacional.

De acuerdo con la información que se conoció la Sala Plena del TSJ decidió comprometer la responsabilidad de Henry Ramos Allup, Luis Florido, Marianela Magallanes, José Simón Calzadilla, Andrés Delgado Velázquez, Américo De Grazia y Richard Blanco en la comisión flagrante de delitos.
 
Los magistrados, que no son reconocidos por la oposición ni por la Asamblea Nacional, señalaron como los delitos cometidos por los diputados los que aparecen en la siguiente lista: Traición a la Patria, Conspiración, Instigación a la Insurrección, Rebelión Civil, Concierto para Delinquir, Usurpación de Funciones, Instigación Pública a la desobediencia de las leyes y el odio continuada, previstos y sancionados en los artículos 128, 132, 143, 145, 163, 213, 285, todos del Código Penal.

Al mismo tiempo que  el TSJ ejecutaba la acción y el Palacio Federal Legislativo estaba siendo rodeado por efectivos de la Casa Militar, los diputados aprobaban en sesión ordinaria la reincorporación de Venezuela en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar), con lo cual se avanza en la solicitud de apoyo internacional en medio de la crisis venezolana.

Y, ¿qué es el Tiar? Este tratado es un  convenio internacional que abarca la cooperación militar que prevé el uso de la fuerza y se activa cuando algún país del continente americano sufre algún tipo agresión o experimenta cualquier situación capaz de poner el peligro la seguridad y la paz del Continente.

Así la oposición va encajando las piezas en el rompecabezas, primero la Organización de Estados Americanos (OEA) acuerda la activación del R2P, y ahora la Asamblea Nacional reintegra a Venezuela al Tiar.

Si el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca habla de la posibilidad de una acción militar, el R2P discierne sobre la responsabilidad de los Estados y la comunidad internacional de proteger a la población civil contra cuatro tipos específicos de crímenes y violaciones de los derechos humanos: el genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes contra la humanidad.

Todos estos movimientos surgen a partir de la acción temeraria de lo que se denominó la Operación Libertad, la cual para unos fue un fracaso, mientras que para otros el inicio de un proceso aún más amplio y complicado. Luego de los sucesos del 30 de abril, que demostraron que la unidad monolítica militar alrededor de Maduro no es tan sólida como se decía, se recrudeció el enfrentamiento entre las partes en el tablero de ajedrez político venezolano.

Todo esto sin dejar de mencionar la lucha en el plano internacional, donde Estados Unidos lleva la voz cantante en los posibles acuerdos con los rusos y chinos, defensores de Maduro, y  como Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, avanza en sus relaciones con los países de Europa.

La lucha está en plena ejecución, ¿quién ganará? Dios quiera que los demócratas se impongan al final.



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