martes, 23 de abril de 2019

San Francisco de Sales y los periodistas


Quiero dedicar estas líneas a la figura de San Francisco de Sales, el Santo Patrono de los periodistas; porque en el momento que vive el país, son los comunicadores sociales tanto medios de transmisión como protagonistas de la información.

De acuerdo con lo que el Papa Pío XI aseguraba en sus escritos, era necesario que los periodistas “imiten y muestren en todo momento que el rigor siempre ha estado unidos a la moderación, y la caridad, que era característica especial de San Francisco”.

Agregaba más adelante el Santo Padre que “deben guardarse de faltar a la verdad, e incluso con el pretexto de evitar la ofensa de los adversarios, de reducirla o disimularla”.

¡Qué gran llamado! Los periodistas deben ser soldados de la verdad y sus armas están en cada tinta, en cada minuto de grabación, en cada mensaje que es difundido por los medios de comunicación.

Son paladines de la verdad, sobre un ambiente que constantemente los presiona para faltarle a su propia conducción ética.

San Francisco fue un arduo y prolífero escritor, dedico su existencia a evangelizar y escribir. Fue un cronista del evangélico, un comunicador de la “buena nueva”; y, por encima de todo esto, es un ejemplo para aquellos que se dediquen a la tarea de informar.

Hoy en día en Venezuela, en medio de un sistema opresor y represor, informar con firmeza, investigar en los lodos del poder, significa oponerse a un régimen que no acepta la crítica y la ataca con radicalismo.

En los últimos 20 años la libertad de expresión en el país ha sido atacada de una forma cruel y despiadada; se cuentan con centenares los periodistas en el exilio, aquellos que han sido detenidos, agredidos, amenazados.

El régimen se apoderó de los medios de comunicación ya sea por expropiación, arrebatándole los permisos, mediante leyes mordazas o sencillamente expulsando a los periodistas del país. Venezuela se ha convertido en el reino del silencio y de la intimidación.

No obstante, aún existen periodistas que audazmente siguen adelante informando, abriéndole camino a la verdad en medio de un bosque de falacias, engaños y corrupciones.

Para las democracias el papel del periodista es indispensable, es un especie de contralor y supervisor, de permanente factor de monitoreo de las acciones de aquellos que poseen el poder. Y para que esta función sea efectiva, el periodista debe mantenerse ajeno a las pretensiones de intereses personales o grupales.

Los comunicadores, en el ejercicio del periodismo, tenemos que seguir el llamado del Papa Pío XI y seguir el ejemplo de San Francisco de Sales, ser escrupulosos con la verdad, responder solo ante el público que nos escucha, ve o lee.

Y, sobre todo, ser valientes. El periodista debe ser siempre corajudo, de lo contrario nunca será un buen periodista.

Qué Dios Todopoderoso, San Francisco de Sales y todos los Santos bendigan a mis apreciados colegas que resisten en los periódicos, estaciones de radio y programas de televisión, y aquellos que a pesar de tener estas opciones vetadas se mantienen luchando por la verdad a través de las redes sociales.





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