martes, 10 de abril de 2018

¿Juicio a Maduro?


Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-.  Desde el exilio, los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) acordaron que sí había méritos suficientes para emprender un juicio en contra de Nicolás Maduro, con el fin de desalojarlo del poder.
Esta acción emprendida por el TSJ legítimo, el cual fue designado por la Asamblea Nacional y enviado al exilio por parte de un régimen venezolano,  es un duro golpe para un gobierno que viene perdiendo batallas en el aspecto político internacional desde hace rato.

Ante la exposición de motivos y la argumentación jurídica realizada por la fiscal general Luisa Ortega Díaz los magistrados llegaron a la determinación de girar hasta una orden de captura en contra el Presidente de Venezuela.

Ahora bien, ¿cómo se come esto? ¿Tiene validez o efectividad? ¿Cómo perjudica al régimen este dictamen de un ente que se encuentra expatriado? Y la respuesta es un total y contundente "sí".

Claro que la sentencia del TSJ legítimo tiene validez, la cual será reforzada con el acuerdo que debe salir de la Asamblea Nacional en los próximos días; su declaratoria puede ser acatada en cualquier momento y por cualquier ente del orden público.

Es decir, un funcionario del CICPC o de la Policía Nacional puede aprehender al Jefe del Estado porque el TSJ dictó orden de captura en su contra. E incluso, un grupo élite de Interpol pudiese detenerlo de un momento a otro.

No obstante, ¿qué hará el Gobierno? Es obvio que desde Miraflores no se quedarán con los brazos cruzados; con suma seguridad despreciarán y minimizarán la acción de los magistrados expatriados y buscarán la forman de "regresarles el favor".

Maduro no cederá ante las presiones del TSJ, aunque debe estar consciente que esta resolución judicial desde el exilio será apoyada por la inmensa mayoría de los países Latinoamericanos y de Europa.

Pareciera que al régimen se le están cerradas las vías de escape y de solución a su crisis de poder; cada vez tienen menos aliados en el mundo, además sufren la imposibilidad del margen de maniobra económica como lo poseían en otros tiempos.

El cerco económico, las sanciones contra los funcionarios, las listas de corruptos y violadores de los Derechos Humanos, todas estas acciones buscan asfixiar por completo al régimen y sofocarlo hasta que suelten la toalla.

Y, aunado a todo esto, los procedimientos judiciales contra Maduro. Frente a este panorama podemos entender la efectividad del procedimiento en contra de quien ocupa el poder en Venezuela.

Decir que a raíz de la resolución del TSJ legítimo, que mañana será arrestado Nicolás Maduro será una infantilidad. Pero, igualmente sería un error pensar que está acción no tiene un objetivo más allá de lo que a simple vista vemos o suponemos.

El juicio contra Maduro es una estrategia que deslegitima su poder y da justificación a cualquier expresión de cambio o salida a la crisis, debido  que se concebiría la estadía de aquél en el coroto como ilegal e ilegítima, lo que constituye una violación permanente a los valores de la Constitución nacional.

La interrogante es ¿de dónde vendrá el zarpazo? Algunos dicen que desde el exterior y otros afirman que de las mismas entrañas de la bestia llamada "revolución", lo cierto es que no todas las cartas están echadas y siempre puede salir un as bajo la manga, aunque no sé de quién será la manga o a quién le tocará el comodín.


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