martes, 17 de noviembre de 2015

¡Exprópiese!

Cogito ergo sum-.  Aquella imagen del presidente de la república caminando por el centro de Caracas y preguntando por una instalación de las adyacencias, y recordar a uno de su séquito responder al ¿de quién es? Y ¿qué funciona allí? Y acordarse de la voz presidencial decir, con aplomo y sin remordimiento de ningún tipo, “exprópiese”.

Esto nos permite entender muchas cosas sobre la realidad económica de Venezuela. La expropiación ha sido una técnica muy usada por el actual sistema de gobierno.

De esta forma desde hace casi 17 años el sistema que nos rige a destruido todo a el país, dejando como legado una nación devastada y a merced del hambre.

Las grandes fincas en plena producción agrícola o pecuaria fueron arrebatadas a sus dueños para crear aquellos “Fundos Zamoranos” los cuales al poco tiempo fueron abandonados o sumidos en la más alarmante improductividad.

El ganado que andaba por las llanuras venezolanas fue diezmado por las políticas del socialismo del siglo XXI, y las lagunas llenas de arroz en el Guárico quedaron como parte de la leyenda.

Así viene sucediendo dentro y fuera del campo venezolano. Por ejemplo, el centro de expendio de alimentos llamado Éxito fue pulverizado al caer en las manos de un Estados devorador e insaciable.
Las empresas fabricantes de harina tomadas por la fuerza de la expropiación están arruinadas, igualmente podemos decir de las productoras de leche pasteurizada como Los Andes.

Pareciera que todo lo que cae en las manos del Gobierno, y sobre todo este gobierno, queda hecho añicos.

La expendedora de productos para el trabajo agrario conocida como Agro-Isleña siempre poseía toda clase de artículos para trabajar en el campo desde semillas hasta maquinarias, no obstante después de su expropiación y mutación a Agro-Patria allí no se consigue ni siquiera comederos para animales de cría.

Tal vez ante semejante realidad la diputada María Corina Machado le afirmase al entonces presidente de la nación, en su propia cara, “expropiar es robar”.

Ella fue quien mejor ha definido un proceso utilizado con el propósito de aniquilar la iniciativa privada y el progreso de emprendedores.

La expropiación bien entendida se aplica para la utilización pública. Por ejemplo si se está construyendo una carretera y la misma pasa por una propiedad, el Estado puede expropiar una zona de esta para construir una obra que beneficiará a miles y/o millones de usuarios.

No obstante el Estado debe cancelarle al propietario el valor real de su bien expropiado.

A pesar de que pagar lo expropiado es lo moralmente correcto el régimen ha hecho lo diametralmente opuesto y descaradamente se ha apropiado de todo sin cancelar nada.

Maduro siendo presa del desespero de su enorme impopularidad y por las consecuencias de las prácticas políticas y económicas que ha promovido, se encuentra en un proceso de expropiación, busca expropiar el sentido común y la cordura, pretende expropiar la vida de todos los venezolanos.


Frente a  su miedo electoral ahora Maduro, a través de la voz de Jorge Arreaza, anunció el nuevo precio del cartón de huevo lo que hizo que este producto desapareciera, no se extrañe cuando los veamos diciendo: “Al trasero de las gallinas, exprópiese”.

No hay comentarios: