martes, 6 de octubre de 2015

Socialismo = Fracaso

Cogito ergo sum-.  Siempre ha fracasado. El experimento del socialismo marxista leninista o el maoísta han caído en el desprestigio de sus innumerables errores y pifias sociales y económicas.

El primer gran fracaso fue de su creador Karl Marx quien avizoró que la revolución obrera iniciaría en un país industrializado como Inglaterra o Alemania, no obstante fue en una sociedad atrasada y meramente agrícola y/o rural como Rusia donde se implantó este modelo.

Decía la teoría que después de la “dictadura del proletariado” nacería un régimen de felicidad e igualdad donde ni siquiera iba ser necesario un gobierno, aquí nuevamente fracasó el pensamiento marxista porque mientras más pasaba el tiempo más férreas eran las dictaduras de izquierda.

La Unión Soviética cayó como consecuencias de sus fracasos acumulados, por un totalitarismo que asfixió a la población hasta que el pueblo reaccionó devastando el modelo por completo.

El socialismo sembró de hambre y miseria a Rusia,  Alemania Oriental, Yugoslavia, Polonia, y otros países europeos, mas fue la ciudadanía la que derribó con voluntad las cadenas de la opresión roja y las consecuencias nefastas de aquel sistema.

En Asia el socialismo también dejó su estela de ineficiencia y cataclismo.  La China comunista de hoy lo único que tiene del comunismo es el nombre, ya que se ha convertido en la práctica económica en un modelo capitalista, inclusive infraestructuras de McDonald engalanan la visual de las grandes ciudades chinas.

Corea del Norte se transformó más en un modelo dictatorial heredable a un real sistema socialistas, lo único que posee de aquel pensamiento son las consignas anticapitalistas.

En América Latina la isla de Cuba da pasos agigantados a su incorporación al mundo occidental como evidencia que el socialismo que pregonaron está languideciendo a la medida que envejece y se debilita su sostén, es decir, Fidel Castro.

Los ensayos en el resto del continente: Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Brasil y Ecuador, poseen diferentes dimensiones y alcances, aunque casi todos fracasaron.

En Venezuela el modelo socialistas despilfarró las riquezas más grandes que nación alguna ha poseído y su herencia política es una población haciendo cola para comprar los pocos alimentos que restan.
Bolivia y Argentina siguen, igual que Nicaragua, los pasos de miseria que ha adelantado el régimen madurista venezolano.

Ecuador, que esbozó ideales socialistas y mantienen un retórica anti-imperialista, no ha quitado la dolarización de su economía y practica un juego más “ambivalente” que sus pares en el sur del Continente.

Mientras que Brasil, a pesar que su principal motor fue un dirigente obrerista como Luis Ignacio “Lula” Da Silva, la orientación fue más socialdemócrata, es decir un socialismo moderado y más democrático que el de sus homólogos, no obstante las costuras de los desmanes financieros y los hechos de corrupción también tocan a la puerta a los socialistas brasileros.

Lo cierto es que en todas partes del mundo referirnos al socialismo es hacer alusión directa al fracaso. 

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