lunes, 15 de junio de 2015

Nacionalismo Vinotinto

Cogito ergo sum-.  El seleccionado nacional, la querida Vinotinto, sorprendió a propios y extraños. Dejó boquiabiertos a los expertos y a los no tan duchos, al ganarle el primero juego de la Copa América al combinado colombiano.

Justo hoy, 15 de junio, cuando se recuerda los 202 años del Decreto a Muerte dictado por el Libertador Simón Bolívar, podemos afirmar que los guerreros de la escuadra nacional no tuvieron compasión con los neogranadinos y dejaron bien claro que Venezuela se respeta.

Las agresiones de los “reinosos”, como se les llamaba en los tiempos de la independencia, fueron respondidas por la Vinotinto dándoles una clase en el campo de fútbol en Chile.

El gol de Salomón Rondón sepultó la jactanciosa arrogancia de los colombianos, quienes tuvieron que hacer silencio ante el fervor criollo.

La prensa colombiana que había titulado el mismo día del juego “Comienza el baile”, no tuvo la gallardía de admitir que los venezolanos estuvieron mejores que su onceava derrotada.
Y podemos agregar que los colombianos si bailaron pero al ritmo de un buen joropo bien tramado, como se toca en el Alto Apure.

El arpa llanera venció al acordeón vallenatero. A los colombianos les supo muy amargo el vinotinto, mientras que el orgullo nacional saboreó lo dulce del triunfo.

Es importante dejar acentuado que las destempladas declaraciones de los colombianos, previo al duelo entre ambos países, motivó una reacción nacionalista en el país, la cual se evidenció con mayor fuerza a través de las redes sociales.

Desde Colombia se afirmó que “los venezolanos son feos”, que la “Vinotinto no sirve” y hasta tuvieron el descaro, el atrevimiento y el abuso de aseverar que nuestras mujeres no eran bonitas, lo que despertó la respuesta airada y ultranacionalista de los venezolanos.

No es la primera vez que una de estas repúblicas, con mayor tradición futbolista que la de nosotros, sigue creyendo que somos la “Cenicienta” de hace unos años atrás. En el pasado le hemos cerrado la boca a más de un fanfarrón y el domingo 14 de junio no fue la excepción.

 A los ciudadanos de Colombia que empezaron a sacar imágenes con papel higiénico, harina pan y otros enseres alimenticios y se burlaban de la actual escasez venezolana, sólo les digo que recuerden cuando ellos huían desesperados de la guerra sangrienta que unía Estado, Narcotráfico, Guerrilla y Paramilitares  y que aquí le dimos albergo recibiéndolos con los brazos abiertos, lo que fue un gesto de caridad y bondad que ustedes no están reconociendo en este momento.

Y aprovecho la oportunidad de estas líneas para recordarles que la arepa es venezolana y no colombiana, aunque ustedes tengan la harina la sazón lo sigue teniendo las madres de nuestro país. También les recuerdo que el joropo es de aquí y que los pocos que cantan este género en su nación dejan mucho que desear.

Sobre las declaraciones de Felipe Calderón, expresidente de México, quien comparó a la Vinotinto con Nicolás Maduro le afirmarnos que debe respetar el gentilicio venezolano y que nuestra selección posee el amor de todos los connacionales sean del bando que sea.


Sin duda el comentario de Calderón fue infeliz e incluso el rechazo que provocó de unos y otros demuestra que en Venezuela existen espacios para el encuentro nacional. 

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