martes, 30 de diciembre de 2014

Cogito ergo sum-. Cuando faltan escasas horas para el final de este 2014 y para recibir recién nacido los “idus” del 2015, es momento de sentarnos a redactar con el propósito reflexivo de lo que ha sido este año y lo que se aproxima con los días por vivir.

Durante el 2014 los venezolanos padecimos la agresión de un régimen que boqueando se niega a dar su último respiro y cual fiera herida lanza sus garras al aire tratando de asestar un golpe que le retorne el poder que lentamente va perdiendo.

Este pueblo valeroso ha sido humillado por un Gobierno que no le importó para nada sumergir a toda la población a vivir la tragedia de la escasez, el desabastecimiento y de la represión de un puñado de empoderados que piensan que su poder es eterno.

Sufrimos el mal sabor de boca de ver como los residuos de legalidad y constitucionalidad quedaban diluidos en un océano de impunidad y arbitrariedad propiciada desde Miraflores.

Vimos como nuestros líderes fueron atacados, como Leopoldo López fue vilmente encarcelado en Ramo Verde, como a María Corina Machado fue despojada de su envestidura de diputada que mayoritariamente el pueblo le otorgó en unas elecciones democráticas, observamos a alcaldes destituidos y apresados.

En este año gris para la libertad vimos como estudiantes que luchaban por un mañana mejor eran encarcelados con el objeto de silenciar sus voces y de aplacar la voluntad creciente de cambio de una generación que quiere ser presente y futuro a la vez.

Todo este escenario es y tiene que ser enfrentado por todo el pueblo democrático venezolano, debemos despertar en cada uno de nosotros la estirpe luchadora de la raza caribe que late en nuestra alma y sangre, esa misma que fue heroica en la Guerra de Independencia y los promotores de la democracia y la libertad continental.  

Cuando asumamos el rol verdaderamente protagónico de nuestra fuerza emprenderemos la ruta final hacia la reconstrucción nacional.

Confío plenamente en Dios y en la Divida Providencia, por eso ruego a Él que se haga su voluntad y que esta esté dirigida a que este 2015 sea para cada uno de los venezolanos de esperanza en la edificación de los nueva Venezuela.

Este año nuevo tiene que estar rebosante de esperanza, de fe, entusiasmo, fuerza y vigor para hacerle contrapeso a los deseos autocráticos del Gobierno y para que despertemos con la voluntad necesaria el ánimo definitorio para la realización de la meta colectiva de una refundación de la república.

Dios Todopoderoso es misericordioso y justo y por esta razón sé que Él va a bendecir a esta tierra, así como lo ha hecho a lo largo de nuestra historia. Él y la santísima Virgen del Valle son las piedras angulares para que la nueva ruta que transitaremos sea de desarrollo para cada uno de nosotros.

Desde lo más hondo de mi alma le deseo a cada uno de ustedes, apreciados lectores, que este 2015 esté repleto de nuevas oportunidades para avanzar, que Venezuela tenga un amanecer glorioso donde el oxígeno de libertad nos dé la vida en democracia.

Quiero expresarles a todos ustedes, especialmente a los portocruzanos, mis deseos de lucha y esperanza en la nueva vida que estamos obligados a construirnos bajo el afán renovador de nuestras ilusiones erigidas al son de nuestras acciones valientes.

 ¡Qué Dios bendito y altísimo guíe los pasos de nuestra tierra y de todos nosotros!


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