miércoles, 17 de abril de 2013

Aborto político


Cogito ergo sum-. Les aseguro que el viciado e ilegítimo gobierno de “Mentira Fresca”, o como ahora le dice el pueblo “el espurio”,  es un simple aborto político, y lo digo porque no encuentro otro calificativo para eso que han montado tanto las 4 rectoras del Consejo Nacional Electoral, o como leía en una pancarta de esas que expresan el ingenio de nuestra gente “el ministerio de asuntos electorales del régimen”, en complicidad con un grupúsculo de enchufados que demostraron su faz totalitaria y anti democrática al no reconocer la voz de la ciudadanía manifestada en las urnas electorales.
Pero ¿por qué es un aborto político? sencillo, porque lo que hemos visto en las últimas horas es sin duda alguna una reacción cívica, democrática, pero firme de un pueblo que no se está calando que un gobierno totalmente ilegitimado, desde su origen, se burle de su decisión expresada en votos el pasado 14 de abril, lo afirmo porque pareciera que éste seudo-gobierno está languideciendo antes de terminar de nacer, por ende, es un aborto normal, típico.
“Mentira Fresca” no se termina de juramentar y tiene al país ardiendo por los cuatro costados; él que se hace llamar un representante del pueblo ordena sacar tanquetas y efectivos militares para reprimir a todos aquellos representantes de nuestra sociedad que salen en masa para hacer valer su derecho constitucional y solamente exigen que se cuente voto a voto los resultados electorales.
Luce muy débil en sus iniciales horas un gobierno que nace de la mentira, los cacerolazos multisonoros, porque es bueno recordarle al régimen que no son ollas de grandes marcas la que resuenan en todo el territorio, sino que eso que oímos, ese el tic, tac, tic, tac, de las cucharas reventando los utensilios de cocina en Tronconal III y Villas Olímpicas en Barcelona, en El Paraíso y Las Charas en Puerto La Cruz, cuando las escuchamos en Colinas I y II en Anaco, cuando la palpamos en las parroquia Chorreron en Guanta y en todos los barrios de Venezuela, nos percatamos que son cacerolas tipo  soperas y mondongueras, que son las ollas del pueblo las que gritan en contra de las irregularidades impulsadas por “Mentira Fresca” y sus secuaces.

Nada bueno puede nacer de los engaños; las falsedades son hijos legítimos de la maldad, del odio y de la mezquindad, por eso nosotros somos fieles a la verdad, porque como dice la Biblia sólo ella nos hará libres, y es la verdad que está en la auditoria del 100% de las actas lo que nos permitirá definitivamente vivir en un sistema democrático y  ser residentes en una nación de libertades.
Ellos tratan de forzar el nacimiento de un sistema radical, soez, antipopular y antidemocrático, pero estoy cada día más convencido que con el valor expresado por un pueblo que está arrecho, y gracias a la dirección sabia de un líder que está demostrando con hechos que está a la altura del compromiso, Henrique Capriles, sí podremos salir de este atolladero político en el cual nos sumergió una camarilla de febriles devotos al poder.
El ilegitimo perdió las elecciones, pero cual carterista de cuatro esquinas pretende arrebatar algo que no es suyo, pero se está encontrando con la fuerza de un pueblo que no está pasivo sino que está haciendo respetar de forma activa, pacífica, pero contundente su voz, su elección y sobre todo su futuro.
Hoy me siento más orgulloso que nunca de ser venezolano, ¡Dios mío sigue motivando nuestras almas para defender la verdad y la justicia, confío en ti y en tu único hijo, nuestro señor Jesucristo! Amén, amén… ¡Qué Viva Venezuela!

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