lunes, 21 de octubre de 2019

Verdades sobre el descubrimiento


José Dionisio Solórzano

Cogito ergo sum-. El pasado 12 de octubre se desató en las redes sociales un debate muy interesante sobre lo acontecido en el marco del encuentro de la cultura de la península ibérica y de los pueblos ancestrales de América.

Mientras unos hablaban de “genocidio español” y otros de “Día de la Hispanidad”, mientras algunos disertaban sobre la “Resistencia Indígena” y otros, como tradicionalmente se había denominado en Venezuela, defendían aquello del “Día de las Razas”.

En las próximas líneas me permitirá decir algunas verdades, de acuerdo a mi criterio, del real significado del 12 de octubre, tanto para los latinoamericanos como para los españoles. Además de tratar de aclarar ciertos mitos y mentiras popularizados muchas veces con la febril necesidad propagandística de la izquierda latinoamericana como de la misma española.

Primero: “Nos robaron; espejitos por oro”… Este relato del intercambio que los conquistadores realizaron con los indígenas de lo que posteriormente se llamará América, no fue un robo como se desea plantear más de 500 años después.

Quienes dicen “nos robaron”, hacen esta afirmación motivados por la percepción occidental, es decir, por su herencia española, con respecto al valor del oro.

En cambio, para los nativos de estas tierras el oro, la plata, los diamantes y las perlas, no tenían el valor económico que le otorgaban los castizos, sin embargo el “espejo” para su visión del mundo era una novedad, algo mágico, diferente, por ende tenía más “valor”.  

Cuando decimos que “nos robaron”, habla la victoria de la concepción española del mundo, habla la modernidad y el análisis del pasado con la mente aún colocada en el presente.

Segundo: “Genocidio”, primero debemos aclarar que sí hubo una guerra entre aborígenes y españoles, pero los conquistadores recibieron en muchos casos la ayuda de los nativos, esto debido a las intrigas internas y las rivalidades de los pueblos originarios (si le suena familiar, es por pura coincidencia).

Hubo una guerra, no fue un ejército apertrechado  contra una población civil desarmada, no.

Fueron soldados de la Corona contra soldados del imperio Inca, del Azteca, contra los araucanos o los caribes. Fue una guerra que los españoles ganaron por su tecnología, o donde no pudieron ganarla, como por ejemplo en el oriente del territorio que hoy conocemos como Venezuela, donde los caribes presentaron resistencia y no fueron militarmente derrotados, entonces resultaron pacificados a través de la acción de la Santa Madre Iglesia Católica.

Tercero: “La razzia y la esclavitud”, no podemos decir que los españoles esclavizaron a los indígenas, esto es mentira. Y no se trata que los colonizadores o conquistadores no tuvieron ganas de llevar a la servidumbre a los indígenas, sino que fue el Papa quien a través de una Bula Papal dijo que “los habitantes de las Indias son seres humanos con alma y están bajo la protección de la Iglesia”, es por este motivo que los españoles tuvieron que traer a los negros del África para cubrir las necesidades de mano de obra.

Cuarto: “Somos hijos de España”, los pueblos de Latinoamérica, sobre todo Venezuela, son hijos legítimos de España, no podemos contar la historia de las naciones americanas sin la “Madre Patria”, y los españoles no pueden hablar de su Imperio sin pasar por los aportes logrados desde el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Quinto: “Idioma, religión, sociedad”, nuestras sociedades en América Latina son frutos de la relación histórica con la metrópolis, muchas de las cosas buenas y malas se las debemos a los españoles, así como éstos lucen herencias romanas, moras, celtas y visigodas.

Hablamos un mismo idioma, tenemos una misma fe, somos sociedades emparentadas, y estamos destinadas a ser un todo, la unión de algo más que España o América solas, somos Hispanoamérica y el 12 de octubre debería celebrarse es el Día de la hermandad Hispoamericana. 

¡Para mí, el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!












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