martes, 5 de febrero de 2019

Venezuela: Conflicto internacional


Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-. La situación venezolana la tenemos que analizar desde la óptica de la geopolítica internacional; más allá del discursos trasnochado de la izquierda mundial que reiteradamente habla de un vampirismo imperialista que busca succionar la sangre de los recursos naturales de los países más pobres, la realidad es que existen puntos estratégicos políticos y económicos que sí se tienen que tomar en cuenta.

América Latina por un rango de 20 años ha sucumbido a los encantos de la izquierda, e incluso el propio Estados Unidos tuvo un presidente inclinado a la siniestra como es el caso de Barack Obama, y ni hablar de la candidatura presidencial de Bernie Sanders.

Sin embargo, la correlación de fuerzas fue cambiando. Los líderes de izquierda fueron perdiendo las elecciones poco a poco, y los bastiones que quedan están en Caracas, La Paz, Managua y la eterna Habana.

Frente a esto, Donald Trump pretenden recuperar el espacio político que Estados Unidos ha venido cediendo en América Latina, sobre todo en los 8 años de gestión del demócrata Obama. El actual ocupante de la Casa Blanca desea con el movimiento en Venezuela asestarle un golpe a la presencia china y rusa en el continente.

La Unión Europea ha cerrado filas con Washington. Los rusos hablan, reclaman, pero no están dedicándole mucho tiempo al tema, debido que para ellos el asunto armamentista con los EEUU es mucho más delicado que la realidad política venezolana.

Los chinos lo han dejado claro, en medio del discurso diplomático, lo que ellos quieren es que sus inversiones en Venezuela sean respetadas y, ya anunciaron que están dispuestos a mantener relaciones con el nuevo gobierno venezolano.
Con la frase: “apoyamos el nuevo liderazgo en Venezuela”, el Gobierno de Israel avaló la presidencia de Juan Guaidó; mientras las naciones del Medio Oriente están jugando sigilosamente, debido a que no quieren que los Estados Unidos arremetan contra ellos, desde la óptica petrolera y económica.

Solo los radicales como Irán han mostrado su apoyo a Maduro, pero era de esperarse esta posición ya que su gobierno ha sido históricamente ante norteamericano.

Hasta la Unión Africana ha puesto un muro de contención, que lo separe de cualquier vinculación con el régimen de Maduro.

Lo cierto, es que los venezolanos somos una pieza en el tablero político mundial. Maduro es apenas un peón sacrificable para los rusos, mientras que los Estados Unidos miran con prioridad el asunto venezolano, a tal punto, que luego de lo hecho y dicho, no le queda más remedio que quemar sus barcos y seguir adelante pase lo que pase.

Los norteamericanos seguirán en su empeño, y más cuando saben que cuentan con mayoría de apoyos entre los europeos, hasta tal nivel que las posiciones más débiles como la española, han tenido que endurecerse y apoyar a Guaidó debido a la presión nacional, y  también se saben con el apoyo irrestricto de la mayoría de las naciones dentro del continente americano como entre las islas del Caribe.

Venezuela es noticia mundial, y pareciera que para Nicolás Maduro es una “mala noticia” verse cada vez más solo en el espectro internacional. ¡Así de sencillo!








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