martes, 7 de abril de 2015

El ser vs. El aparentar

Cogito ergo sum-.  Existen dos tipos de dirigentes en el escenario político venezolano aquellos que son, es decir están comprometidos con  la democracia del país, aquellos que defienden los sueños de la mayoría de venezolanos y que dan la cara, y los otros que solamente aparentan todo lo anteriormente dicho.

Existen personas brillantes y otras que simplemente  hacen esfuerzos sobrehumanos para dar una ilusión, siempre engañosa, de una intelectualidad que no poseen.

Otros quieren dejar ver que son infinitamente trabajadores, cuando en verdad son diametralmente lo opuesto.

En cambio existen dirigentes que sí son inteligentes, trabajadores, y comprometidos con los anhelos de la ciudadanía.

Nosotros, como ciudadanos, tenemos que abrir muy bien los ojos. Tenemos la perentoria necesidad de aprender a diferenciar a unos de otros.

Por ejemplo, por allí ya aparecen varios de los precandidatos de la oposición, de esos que se medirán en las primarias próximas, aseverando por las redes sociales y en sus apariciones por la prensa, radio y televisión, que son los “candidatos de los presos políticos”.

Es curiosa esta afirmación sobre todo en uno de ellos que no estuvo en los momentos críticos de la oposición, que no enfrentó los vaivenes de las últimas circunstancias y se inventó una amenaza para escurrirle el bulto al momento aciago.

Ante este tipo de acciones debemos estar atentos.

Les comentaré, he sido un duro crítico del gobernador Henry Falcón, debido a sus posiciones ambiguas, por su “comeflorismo” ante el oficialismo.

En ocasiones algunos amigos me ponderaron de “riguroso” por mis razonados comentarios sobre la sospechosa actitud de Falcón; a raíz de sus últimas declaraciones donde éste prácticamente apoya al Gobierno en su afán vacío de recolección de firmas por el decreto de los EEUU, para mí cualquier duda quedó disipada.

Su  inconsistencia respondía  a su naturaleza “guabinosa”. Hoy Falcón no puede ser para ninguno de los demócratas de este país una persona de confianza, e inclusive sus acciones parecieran lucir más próximas a un Arias Cárdenas   que a uno de los bregadores de la oposición, como por ejemplo Enrique Mendoza.

Lo cierto, apreciados lectores, es que tenemos que medir muy bien en lo que transmiten y hacen nuestros candidatos.

Una cosa es el ser y otra, muy distintas es el aparentar. Tenemos que ser consecuentes con aquellos que han luchado por la refundación de la república, con aquellos que han dejado “el cuero” por Venezuela y su libertad.

Aupar a los que aparentan es como dejar que un Henry Falcón, que aparenta ser de oposición o de la Alternativa Democrática, se convierta en el líder de quienes anhelamos una transformación total del sistema que hoy nos gobierna.

Una cosa, estimadísimo lector, es ser candidato de los presos políticos y otra muy distinta es ser un preso político, como es el caso del joven dirigente estudiantil y actual víctima del régimen, Gerardo Resplandor, que por defender los sueños de libertad de cada uno de nosotros se encuentra en los calabozos del Sebin.

Por esto les reitero, una cosa es ser, en este caso un preso político como Resplandor, y otra muy distinta es aparentar ser candidato de los presos políticos.


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