martes, 22 de abril de 2014

Batalla en las calles

Barricadas de Praga
Cogito ergo sum-.  "Son apenas las 6” Así iniciaba aquella transmisión de radio en la conturbada ciudad de Praga, era el inicio de aquel 5 de mayo, algunos presentían lo que iba a suceder y otros estaban ignorantes. La historia tocaba a la puerta de los corazones de los amantes de la libertad.

Un grupo de policías se dirigían a la calle de Vinohradská lugar desde donde salía aquella transmisión que mezclaba el checo con el alemán, allí se encontraron con un grupo de agentes de la terrible SS, la confusión reinó en el lugar… No tardaron en escucharse las primeras detonaciones.

Al ritmo de la metralla una voz eufórica decía por la radio: "¡Ejército checoslovaco no te rindas! Hace poco ametralladoras y bazucas retronaron sobre nuestras cabezas... Las manos checas defienden la radio... ¡Estamos con ustedes, piensen en nosotros! ¡Estamos defendiendo Praga y la defenderemos!".
Así se llevaba adelante la batalla en las calles de Praga por la libertad. Muy cerca, cada vez más estaban los tanques de los “Aliados”, esperanza que florecía en aquellos corazones.

Al mediodía las fuerzas alemanas intentaban retomar el orden, no obstante la rebelión praguense se hacía cada vez más fuerte. Milicianos unidos con la policía checa dominaban y desarmaban a los alemanes, las autoridades germanas de ocupación como el comandante militar General Rudolph Toussaint  y el Obergruppenführer y General de la Policía, Karl Hermann Frank, también jefe de las  Waffen SS, pretendían restablecer el “orden”.

Frank había aseverado días antes, el 1ero de mayo, que si sucediese en Praga un alzamiento sería ahogado  por "un mar de la sangre", aunque a esa hora ya la situación se transformaba en algo más que compleja.
Pasada la 1pm los insurrectos de Praga ocupaban enclaves estratégicos como el Ayuntamiento, los Ministerios, la central telefónica, correos, estaciones de trenes, etc. El alcalde de la ciudad formalmente cambió su lealtad por la del Consejo Nacional, nuevo ente de organización de los praguenses.

Así fue discurriendo el día, inclusive la sede de la temida Gestapo pasó al control de los ciudadanos. El alba del 6 de mayor llegó con toda la población tomada por barricadas, en total unas 1500 por doquier.

Praguenses resistiendo
Los nazis les quedó bombardear a las barricadas checas para diezmarlas por su frenética resistencia.

Es propicio mencionar que la resistencia checa, con barricadas y todo, fue aplaudida por todo el mundo inclusive por los soviéticos que en ese momento luchaban en el bando Aliado.

Casi 30 años después, ya siendo los Nazis un recuerdo, los habitantes de Praga escenificaron otra gesta histórica; desde el 5 de enero hasta el 20 de agosto de 1968 los checos tuvieron su “Primavera”.

A raíz de la necesidad de más libertad y democracia un grupo de líderes del Partido Comunista Checo decidieron reformar el sistema, lo que causó una violenta reacción Soviética, quien con una fuerza superior a la utilizada en Hungría en 1956 (Tema de otro escrito) invadió a Praga para sofocar el revisionismo en Checoslovaquia.

El pueblo checo salió a la calle, aunque lastimosamente fueron rápidamente minimizados por la fuerza de los tanques comunistas rusos. Los rumanos fueron los únicos entre las tropas del Pacto de Varsovia quienes se retiraron ante el pueblo en la calle.

Conclusión: La izquierda comunista apoya al pueblo en la calle cuando no afecta sus intereses, de lo contrario son hábiles represores de las voces del pueblo… Ayer las barricadas contras los Nazis fueron ejemplo, hoy son demostraciones de “delincuencia o complot” ¡Juzgue usted querido lector!


Twitter: @jdsolorzano



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