martes, 11 de marzo de 2014

El doble discurso rojo

Cogito ergo sum-. “A las barricadas, a las barricadas por el triunfo de la confederación”. ¿Qué estoy haciendo un llamado guarimbero y derechista a la violencia? ¿Qué estoy incitando al odio? No, no… nada que ver sólo estoy recordando el coro de unas de las canciones de “batalla” de la izquierda española durante la Guerra Civil.

¿Cómo?, se preguntará usted. ¡Sí! Los rojos españoles durante la puja intestina ibérica realizaban “BARRICADAS” para contener el avance de las fuerzas nacionalistas del Generalísimo Francisco Franco.
¡Oye, qué raro! Lo que hoy tanto critica la izquierda venezolana y latinoamericana ayer, en la década de los 40 del siglo pasado, eran ejemplos de lucha y de reivindicación de lo que ellos llamaban el proletariado internacional.

Lo que sucede apreciado lector es que la izquierda marxista-leninista, ahora castristas, es falsa e intrigante; son expertos, maestros, en el arte de la manipulación y del doble discurso.

Y este no es un caso único, días pasados por la red social Twitter circuló un video con la intervención del entonces diputado al extinto congreso de la nación, Aristóbulo Istúriz, quien en 1992 cargaba todo su verbo encendido y lapidario en contra del Gobierno de Carlos Andrés Pérez por la intención de éste de “aplastar” por las armas las “protestas justas del pueblo”.

En aquella oportunidad el ahora gobernador de Anzoátegui decía que “aplastar las protestas es liquidar la democracia”, ahora bien este mismo señor es el encargado de atacar a mansalva en contra, de las también justas y constitucionales, protestas de los estudiantes y del pueblo en general en nuestro estado.

¡He aquí el doble discurso de la izquierda!

Ellos piensan de una forma cuando son oposición y luego, al ser Gobierno, cambian magistralmente de opinión y cometen los mismos abusos y atropellos que en otrora denunciaban; también se ha difundido la imagen de una marcha de los años 80 cuando se veía a muchos de los hoy integrantes del Psuv pidiendo respeto a los Derechos Humanos, sin embargo ¿hoy quien los respeta?

La dualidad moral que presenta la izquierda es sin parangón. En ocasiones acusarnos de inmorales es un grave error, porque el término lleva intrínseco la existencia de valores, cuando lo correcto es denominarlos “amorales” porque son carentes de cualquier sentido ético de la política e incluso de la vida misma.
Usted me pedirá, y está en su derecho, otro ejemplo y aquí lo citaré:

Los inquilinos de Miraflores llaman a la paz ya que sin duda poseen el agua hasta el cuello, no obstante en otro momento son los propios que cuando se sienten a placer desprecian y marginan sin ningún tipo de temor.

Cuando la Iglesia Católica, siempre titán a la hora de fomentar el diálogo en el mundo, le ha pedido misericordia al régimen con diferentes casos de abusos e injusticias, éstos groseramente han respondido con más agresión.

Y esto lo vemos el día de hoy, mientras Nicolás aparece en la televisión con voz casi quebrada pidiendo entendimiento, por el otro lado se observan a los llamados Colectivos sembrando el pánico por todas partes.

El doble discurso marxista es ancestral, es parte de su adoctrinamiento ya caduco y oxidado. La amoralidad de sus acciones es sinónimo al cumplimiento de su deber “militante”.

Cómo la izquierda puede hablar de violencia cuando el propio ex presidente, desaparecido, tenía las “santas voluntades” de calificar a los asesinos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) como un factor beligerante, cuando en realidad son una mafia que ha regado el solio neogranadino con miles de litros de sangre de inocentes a los largo de décadas y décadas de guerra.

Tengan por seguro que el régimen castro-madurista al extender una mano, de seguro esconde en la otra el cuchillo, ¡cuidado con abrazos de puñaladas!

Twitter: @jdsolorzano


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