martes, 4 de septiembre de 2012

"Somos demócratas... Y qué"

Cogito ergo sum-. En esas tantas manifestaciones, cada vez más tricolores y multidisciplinarias, escuché a una mujer, de esas de verbo encendido y de poco sosiego, decir con voz firme y tajante que: "Somos demócratas... Y qué" en respuesta espontánea y febril a los insultos que un grupo de oficialistas propinaban a los acólitos de la candidatura de Henrique Capriles Radonski.
Pero aquella expresión encierra algo mucho más profundo que el desahogo de un malestar, significa que existe una consciencia social clara con relación a la oferta electoral del candidato de la unidad nacional.
Los electores de la alternativa democrática se asumen como militantes de la libertad y de un sistema incluyente y de justicia social para todos por igual. Es importante subrayar que los afectos a Capriles se entienden como la fuerza que rescatará la democracia en el país y los llamados a andar el camino del progreso.
Mientras que los correligionarios del oficialismo se quedan sin discursos, mientras los simpatizantes del actual gobierno se pierden en un desespero global que los afecta desde la alta cúpula del poder hasta las bases, cada vez más pírricas, las fuerzas del progreso se mueven motivadas por un sentimiento de triunfo que se abre paso y se extiende por doquier inspirando a los indecisos a inclinarse hacia la opción de Capriles. He aquí el fenómeno que palpamos día a día en la calle.
"Somos demócratas... Y qué", es la frase que descubre el alma nacional, es una expresión llana y popular, es simplemente el resumen de la movilidad que la mayoría del pueblo realiza a favor de la opción del futuro.
La aseveración nace de una venezolana como tantas, nace de una ciudadana que se une a ese sentir de transformación que cual huracán pasa por todo el país de forma arrolladora.
Los seguidores de Capriles se ven como "demócratas", así como los simpatizantes de Hugo Chávez en el 2006 se autocalificaban como "patriotas", de esta forma podemos analizar que la vinculación del elector con las propuestas del líder es la expresión máxima del fervor popular que brota e inclina la balanza hacia determinado candidato.
Esta realidad jamás ningún candidato de la disidencia al oficialismo la había vivido y menos utilizado de la forma como lo viene haciendo Capriles Radonski; sin lugar a dudas social, política y electoralmente la tendencia contraria al régimen actual disfruta de su mejor momento. 
Pero lo importante para los líderes de la oposición es abonar el terreno de la concordia, trabajar para que los extremismos se minimicen y así crear las condiciones para el entendimiento  nacional en medio del futuro gobierno que presidirá el abanderado de las fuerzas hoy opositoras.
Las cartas están echadas en la mesa de la historia, el destino decidirá pronto lo que vendrá para el país para los próximos años.  Tú voto marcará la diferencia, participa.

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