lunes, 30 de abril de 2012

“Cuando se levante oriente”

Cogito ergo sum-. Inicio este artículo con esta frase que atinó a decir en Barcelona el otrora candidato de la alternativa democrática para las elecciones presidenciales del 2006, Manuel Rosales. En medio de una actividad efectuada en la capital anzoatiguense, el dirigente político de la oposición aseveró que “cuando se levante oriente, se levantará toda Venezuela”, estas palabras sin lugar a dudas fueron proféticas, desde que la región Nor-oriental del país ha ido desprendiéndose de su apego al chavismo, este factor político ha empezado a conocer la hiel de la derrota. Pero el camino de democratización se inició en Anzoátegui, ese levantamiento libertario que hacía alusión Rosales tuvo un parto en los centros de votación de este estado. Desde la elección sobre la reforma constitucional los anzoatiguenses empezaron a dar sus primeros indicios de molestias en contra de un régimen que los ha desatendido y mantenido en el más profundo de las desdichas colectivas, con problemas que evolucionaron de génesis a tragedias. Oriente se ha levantado, Anzoátegui se ha puesto de pie, los resultados comiciales del 26 de septiembre así lo demuestran, y han sido reafirmados en la alta participación democrática en medio de la escogencia del abanderado unitario que resultó de las primarias. Cada vez que esta región se ha inclinado hacia los factores de la disidencia, estos alcanzan la victoria a escala nacional, porque oriente se convierte en el factor que inclina la balanza hacia uno u otro lado. Si Anzoátegui fue el camino hacia Angostura, hacia la libertad, como la calificaban algunos historiadores cuando narraban los episodios que marcaron el devenir de la segunda república, entonces no es descabellado aseverar que hoy Anzoátegui es el camino hacia la democratización plena del país. Desde esta entidad se genera un incipiente sentir de cambio en toda la república, desde sus urnas de votación se irradia para todo el oriente una opinión que sufre una metamorfosis dando paso a una pasión que se manifiesta en lo que en matemática electoral se denomina una “tendencia”. Entonces, a la vista de esta realidad y conociendo la inclinación electoral que ha tenido Anzoátegui en los últimos procesos, podemos advertir que en esta tierra se impondrá la candidatura de Henrique Capriles Randoski para la presidencia, que Antonio Barreto Sira será el próximo gobernador del estado y que la mayoría de los municipios serán recuperados por los factores de la democracia. Para que el levantamiento democrático sea irreversible, para que Anzoátegui y oriente se vuelvan a poner de pie para que sirvan de inspiración al resto de la nación, usted respetado lector debe levantarse con determinación y dar todo por un Anzoátegui diferente, dar todo por un oriente que lo necesita y dar todo por una Venezuela que clama por tu mano y esfuerzos.

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