lunes, 20 de junio de 2011

Venezuela a la deriva

Una tormenta caribeña amenaza a nuestro país. El barco de la nación se encuentra a la deriva, mientras que la oficialidad del navío se extravía en sus odios viscerales en contra de la tripulación y un capitán que pretende mantener el timón por control remoto desde su estancia en la Habana, son parte de los factores que se confabulan para partear el caos.
Mientras que en Venezuela las cárceles son hervideros de reclamos por las violaciones de los derechos humanos que se perpetran entre sus paredes diariamente, a la vez que los médicos exigen mejoras en las condiciones laborales en la administración pública, igual que los maestros, que por ejemplo en mi Anzoátegui querido mantienen una lucha constante en contra de los atropellos laborales que son motivados por el gobernador Saab, se suman a la lucha incansable que los trabajadores en Guayana mantienen.
La nación luce como una caldera a punto de explotar. La patria arde por los cuatro costados, no existe ninguna región que no sufra algún tipo de mal, mientras esto ocurre el Jefe del Estado yace en su “isla de la felicidad” recuperándose de una convalecencia física, inclusive desde la comodidad de invitado o de hijo predilecto el Presidente de la República promulga, desde la capital cubana, una ley de endeudamiento que seguramente seguirá profundizando las inclemencias de los más necesitados.
Mientras observamos a los ministros hablar sin cesar de los logros de la revolución, vemos como los habitantes de nuestras barriadas reclaman por el mal estado de las carreteras, por la carencia de agua o luz, por la inconsistencia en el manejo de los desperdicios sólidos, por las muy ecológicas y sanas roturas de las tuberías de aguas negras o blancas. Esta es la Venezuela que no se mira, ni se escucha por la red de medios de comunicación del Estado.
Nuestro país se encuentra en medio de una catástrofe, el barco se inunda y nadie ordena achicar el agua que lentamente se cuela por todas partes de la embarcación, el Presidente de la Nación parece que le interesa más el porvenir de Cuba o de Bielorus en vez que el de su propio país. ¿Usted no cree estimado lector que con la ingesta de recursos destinados a otros países, o a financiar deudas de otras latitudes, se podrían resolver miles de problemas que agobian a millones de venezolanos?, no es que no crea en la solidaridad internacional, sino que defiendo mi casa (Venezuela) ante que la residencia del vecino.
Señores una vez el ex presidente Herrera dijo “compren alpargatas que lo que viene es joropo” en referencia al triunfo de Chávez en el 2006, ahora le decimos a los oficialistas: compren salvavidas que lo que les viene es naufragio en el 2012.
@jdsolorzano/ solorzano.dj@gmail.com

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