Cogito ergo sum-.
Dedicaré las siguientes líneas a
un amigo, que forma parte de la terrible lista de presos políticos que lleva como marca en la frente la gris gestión gubernamental
del madurismo. Redactaré recordando al valiente estudiante Gerardo Resplandor.
Rememoro aquellas gestas
en la cual tú participaste y fuiste protagonista.
Jamás olvidaré cuando
realizaste la heroica huelga de hambre al lado de Franklin Brito, o aquella que
efectuaste por la liberación de presos políticos desde la famosa Plaza dela
Libertad en Lechería.
Sí. Recuerdo tus
angustiosas actividades en favor de los candidatos de la unidad tanto para la
Asamblea Nacional en el 2010, como para las sucesivas campañas regionales y
municipales.
Dejaste el pellejo, como
decimos en criollo, por Henrique Capriles.
Nunca desmayaste, los
tropiezos electorales no hicieron mella en tu espíritu de guerrero y de soñador
empedernido.
Aquellas largas horas de
tertulia sobre el porvenir de Venezuela las mantengo frescas en el recuerdo y
en la añoranza de reeditarlas más pronto que tarde.
Hoy te encuentras
prisionero del madurismo. ¿Tu delito? Querer un país mejor para ti y para todos
los venezolanos.
El compromiso de lucha
no ha cesado a pesar de que te encuentras en las mazmorras del régimen, sino
que a pesar de estar privado injustamente de tu libertad, continuas
emprendiendo las justas reivindicativas en favor del pueblo.
Ahora, estando cautivo
del sistema socialista, colocas tu nombre, como la gallardía y valentía que
siempre te ha caracterizado, como candidato a diputado en las primarias por la
circunscripción que abarca los municipios Sotillo, Urbaneja y Guanta.
Sé que Dios te
acompañará porque te lo mereces. En su momento no te dominó el miedo y diste la
cara, sin estar ajeno a las preocupaciones sociales de los venezolanos no
vacilaste en dar el paso y continuar la
lucha.
Eres un venezolano que
ama a su tierra con rebelde y auténtico nacionalismo. Sé que tu voz se hará
sentir porque a pesar de tu juventud arde en ti la llama de la esperanza de una
juventud que no ha dejado de luchar y que posee su ilusión en un mañana mejor.
También estoy claro que
tu campaña es humilde, y por eso es bendita.
Tu opción es millonaria
en esperanzas, esas que posees en lo personal para alcanzar tu libertad y con
ella la nueva oportunidad de seguir la batalla por la democracia y el Estado de
Derecho, por el anhelo de tus amigos en verte activamente en la calle persiguiendo
no tus sueños sino los de toda Venezuela.
Y sobre todo, porque las
oraciones de tu madre las escuchará el Señor, porque Él jamás desoye los ruego
de una madre por su hijo.
Todos estos factores se
unen para abrigarte y protegerte. Hoy estás en la oscuridad que nace de los
atropellos de los injustos y malvados, no obstante la luz de la verdad y de la
justicia, convertida en pueblo, brillará con intensidad para ti y para quienes
están en tu misma condición.
Tranquilo Gerardo, resplandecerá
la libertad para ti y todos los presos políticos.