Cogito ergo sum-.
Cuando faltan escasas horas para el final de este 2014 y para recibir recién
nacido los “idus” del 2015, es momento de sentarnos a redactar con el propósito
reflexivo de lo que ha sido este año y lo que se aproxima con los días por
vivir.
Durante el 2014 los venezolanos padecimos la
agresión de un régimen que boqueando se niega a dar su último respiro y cual
fiera herida lanza sus garras al aire tratando de asestar un golpe que le
retorne el poder que lentamente va perdiendo.
Este pueblo valeroso ha sido humillado por un
Gobierno que no le importó para nada sumergir a toda la población a vivir la
tragedia de la escasez, el desabastecimiento y de la represión de un puñado de
empoderados que piensan que su poder es eterno.
Sufrimos el mal sabor de boca de ver como los
residuos de legalidad y constitucionalidad quedaban diluidos en un océano de
impunidad y arbitrariedad propiciada desde Miraflores.
Vimos como nuestros líderes fueron atacados,
como Leopoldo López fue vilmente encarcelado en Ramo Verde, como a María Corina
Machado fue despojada de su envestidura de diputada que mayoritariamente el
pueblo le otorgó en unas elecciones democráticas, observamos a alcaldes
destituidos y apresados.
En este año gris para la libertad vimos como
estudiantes que luchaban por un mañana mejor eran encarcelados con el objeto de
silenciar sus voces y de aplacar la voluntad creciente de cambio de una
generación que quiere ser presente y futuro a la vez.
Todo este escenario es y tiene que ser enfrentado
por todo el pueblo democrático venezolano, debemos despertar en cada uno de
nosotros la estirpe luchadora de la raza caribe que late en nuestra alma y
sangre, esa misma que fue heroica en la Guerra de Independencia y los
promotores de la democracia y la libertad continental.
Cuando asumamos el rol verdaderamente
protagónico de nuestra fuerza emprenderemos la ruta final hacia la
reconstrucción nacional.
Confío plenamente en Dios y en la Divida
Providencia, por eso ruego a Él que se haga su voluntad y que esta esté
dirigida a que este 2015 sea para cada uno de los venezolanos de esperanza en
la edificación de los nueva Venezuela.
Este año nuevo tiene que estar rebosante de
esperanza, de fe, entusiasmo, fuerza y vigor para hacerle contrapeso a los
deseos autocráticos del Gobierno y para que despertemos con la voluntad
necesaria el ánimo definitorio para la realización de la meta colectiva de una
refundación de la república.
Dios Todopoderoso es misericordioso y justo y
por esta razón sé que Él va a bendecir a esta tierra, así como lo ha hecho a lo
largo de nuestra historia. Él y la santísima Virgen del Valle son las piedras
angulares para que la nueva ruta que transitaremos sea de desarrollo para cada
uno de nosotros.
Desde lo más hondo de mi alma le deseo a cada
uno de ustedes, apreciados lectores, que este 2015 esté repleto de nuevas
oportunidades para avanzar, que Venezuela tenga un amanecer glorioso donde el
oxígeno de libertad nos dé la vida en democracia.
Quiero expresarles a todos ustedes,
especialmente a los portocruzanos, mis deseos de lucha y esperanza en la nueva
vida que estamos obligados a construirnos bajo el afán renovador de nuestras
ilusiones erigidas al son de nuestras acciones valientes.
¡Qué
Dios bendito y altísimo guíe los pasos de nuestra tierra y de todos nosotros!