Alguna vez escuché esta frase: “AD es una máquina para ganar elecciones, y Copei es una escuela para saber gobernar”, por tal razón siempre hemos visto a más de un copeyano – o demócrata cristiano – estar siempre entre los “candidateables” para cualquier elección presidencial.
En este momento hay más de un copeyano – o demócrata cristiano – que opta por la Presidencia de la República . Y, veamos juntos a cada uno de los aspirantes del socialcristianismo venezolano.
Primero está el candidato del Copei oficial (el que posee la tarjeta, los símbolos y las sedes del partido), y ese es el señor Juan Carlos Alvarado quien se presenta a la contienda con la visión de trabajar “por la Venezuela Posible”.
Alvarado presentó su candidatura haciendo lo que prácticamente ningún aspirante ha hecho, es decir, presentándole al país un plan de gobierno estructurado en la Agenda Venezuela Cambia, donde expone su visión del país y sus estrategias para hacer que Venezuela tenga un mañana mejor.
Ahora vamos a hablar del supuesto jefe del Copei sin tarjeta, ese que apellidan ODCA; el abanderado de esta facción política es el señor Roberto Enríquez, quien no tiene ni liderazgo interno, ni carisma, ni mucho menos un plan para Venezuela, más allá de frases rimbombantes que en su persona suenan huecas por completo.
De Roberto Enríquez no podemos decir más de lo ya redactado, pues él no da para más, y seguir escribiéndole sería exponer aún más su lista interminable de debilidades.
Después tenemos a César Pérez Vivas, un copeyano a carta cabal, exgobernador del estado Táchira, exdiputado y ex secretario general nacional de Copei.
Pérez Vivas es un hombre con ideas claras y principios sólidos, quien ha empezado a hablarle claro al país y adecentado una propuesta diáfana centrada en su concepción del futuro, el orden y la libertad para los venezolanos.
No podemos dejar de mencionar en esta lista a Eduardo Fernández, quien a pesar de abandonar Copei y formar su propia organización partidista, Unión Y Progreso, es un personaje de una alta dignidad y de respeto no solo dentro del mundo demócrata cristiano sino por toda la nación.
Eduardo Fernández es un avezado político, inteligente y preparado, además es un referente de rectitud y un ejemplo para muchos venezolanos de ayer y de hoy.
A pesar que no es copeyano ni creo que esté formado en la democracia cristiana, aunque si está asesorado por muchos ex dirigentes nacionales de Copei, se encuentra Benjamín Rausseo, mejor conocido como “Er Conde del Guácharo”.
Rausseo tiene entre su staff de asesores a Hilarión Cardozo y a Agustín Berríos, dos reconocidos demócratas cristianos que pueden orientarlo en su campaña dentro de las elecciones primarias de una parte de la oposición pautadas para el 22 de octubre.
Como ven, Copei, ni los copeyanos, están muertos, están más vivos que nunca.
¡Para mí el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!