Por José Dionisio Solórzano
A pesar que el himno nacional
dice «seguid el ejemplo que Caracas dio», en vista de los últimos hechos la
casta política venezolana debería seguir el ejemplo que Bolivia y su clase
dirigente les está dando a todos los luchadores de la libertad y de la
democracia en el continente.
Primero los bolivianos lograron
retirar del poder a Evo Morales, todas las fuerzas democráticas del altiplano
se unificaron en una sola estrategia, la cual ejecutaron con precisión,
elegancia y eficiencia.
Evo Morales salió del gobierno y
a pesar de todo el poder acumulado por el dirigente socialista e indigenista,
éste no tuvo más remedio que renunciar y huir por la puerta de atrás. Gracias a
ello, allá sí se consolidó un gobierno de transición encabezado por la presidente
Jeanine Añez.
La dirigencia venezolana debería
seguir ejemplo boliviano en torno a la cohesión hasta lograr el objetivo,
debería imitar el sigilo en el manejo de la estrategia.
Los bolivianos no salieron como
locos a plantarse delante de una cámara de televisión a estar contando lo que
harían y cómo lo harían, muy distinto a Venezuela donde el «vedetismo político»
es el pan nuestro de cada día.
Más recientemente, la presidente
Añez salió ante toda la nación boliviana dando un paso de desprendimiento
ejemplarizante al retirar su candidatura a la presidencia y avanzar en los
esfuerzos para alcanzar una unidad democrática total para evitar que los
seguidores de Morales retornen al control de las instituciones del Estado.
Mientras que en Venezuela se
fracciona cada vez más el liderazgo opositor, en una puja permanente entre Juan
Guaidó, Henrique Capriles y María Corina Machado (sin olvidarnos de otros como
Antonio Ledezma, Henry Ramos Allup, etc.) los bolivianos, de forma lenta y
segura, dan pasos hacia la unidad plena.
La acción de Añez pudiera ser
imitada por otros candidatos demócratas que no lograron posicionar su nombre
entre los bolivianos; de concretarse esto sería prácticamente imposible que el
Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales regresase a manejo del gobierno
en Bolivia.
Los bolivianos lograron lo que
Venezuela, Nicaragua o Cuba no han podido hacer, sacar a los regímenes que
padecen desde hace tanto tiempo. Ahora bien, el reto de Bolivia es consolidar
la redemocratización del país mediante un triunfo electoral contundente y hacer
todos los esfuerzos para evitar un regreso de la izquierda, tal y como sucedió
y sucede en la Argentina.
Así como debemos aprender de los
éxitos, también debemos asimilar los errores. Por ejemplo: la victoria de
Mauricio Macri y la derrota de la
«izquierda peronista» fue, en su momento, un alivio para el continente,
una bocanada de esperanza, sin embargo los Kirchner volvieron a la Casa Rosada
esta vez bajo la candidatura de Alberto Fernández y de la postulación a «Vice»
de Cristina Fernández, y justamente esto es lo que deben evitar los demócratas
de Bolivia y una lección que los venezolanos deben tener siempre presente.
En conclusión, si en Venezuela
fueran como en Bolivia otro gallo cantaría. Tal vez, ya Nicolás Maduro
estuviera como compañero de pieza de Evo Morales en su exilio dorado, tal vez.
¡Para mí el guarapo dulce, el
café amargo y el chocolate espeso!
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