José Dionisio Solórzano
Cogito ergo sum-. Ya se acordó la conformación del comité de
postulaciones como paso esencial para el nombramiento de un nuevo Consejo
Nacional Electoral (CNE), lo que significa un logro fundamental en la dirección
para destrancar el juego político venezolano.
Esta iniciativa se concreta más
allá de las voces radicales, las cuáles rechazan la materialización de
elecciones, y esbozan por ello sus argumentos en algunos casos válidos y en
otros no tanto. Sin embargo, se está cimentando un camino electoral para la
resolución del conflicto venezolano.
La conformación del comité de
postulaciones fue un éxito para las fuerzas democráticas del país. La
correlación 5x5, es decir igual número de representantes para el Psuv como para
los demócratas, es una hazaña que debe aplaudirse, porque nada impedía que los
acólitos de Maduro se apoderaran de 8 ó 9 puestos e incluso de los 10
integrantes del comité.
Además, la posible designación de
2 miembros principales del CNE propuestos por el Psuv y de 2 miembros
principales planteados por los demócratas y un quinto que sea seleccionado por
común convenio, es otro de los posibles logros de los acuerdos adelantados en
aras de una solución a la crisis institucional de Venezuela.
La política hay que verla con los
ojos muy abiertos. Estos pasos ejecutados sobre el nuevo CNE son aciertos
políticos de la Asamblea Nacional que dirige Luis Parra, y negarlo sería una
tontería; la sola presencia de Stalin González (Un Nuevo Tiempo), Luis Aquiles
Moreno (Acción Democrática) y Ángel Medina (Primero Justicia) en el Palacio
Federal Legislativo junto con los enviados del Psuv y Franklin Duarte, primer
vicepresidente de la Directiva de la AN de Luis Parra, fue un triunfo de orden
político.
La tesis proelectoral gana
terreno en el seno de todas las agrupaciones políticas. Incluso Henrique
Capriles es un fuerte defensor de ir a elecciones y que Primero Justicia
participe, lo que ha causado ronchas en el seno aurinegro donde los hermanos
Guanipa creen en elecciones presidenciales exclusivamente.
Si somos analíticos podemos
advertir que en las primeras de cambio Juan Guaidó y Voluntad Popular habían
quedado fuera de la jugada; su reacción no se hizo esperar y trataron de
revertir el hecho político y sacaron, cual mago debajo de la manga, el discurso
de la "presión internacional", cuando es sabido que el avance en
materia del CNE tuvo que ver más con conveniencias internas que por realidades
externas.
Lo cierto es que vemos a diversas
agrupaciones políticas como AD, UNT, Primero Justicia, Copei, y otras más,
sumadas a la idea de ir a comicios, e inclusive vemos a Juan Guaidó haciendo lo
propio y empezando un recorrido nacional en lo que claramente se dibuja como el
comienzo de su campaña electoral. Y la pregunta sería ¿Guaidó está encampañado
por Miraflores o para repetir como diputado?
En el actual escenario solo Vente
Venezuela y Alianza Bravo Pueblo quedarían en el bando abstencionistas. A todas
luces la salida es electoral, a menos que aparezca un hecho sobrevenido.
Todos los caminos conducen a una
elección parlamentaria este año, a una elección regional y municipal en el 2021
y a una eventual consulta presidencial a la mitad del cuestionado y actual
período de gobierno.
¡Para mí, el guarapo dulce, el
café amargo y el chocolate espeso!
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