José Dionisio Solórzano
Cogito ergo sum-. El pasado 12 de octubre se desató en las redes
sociales un debate muy interesante sobre lo acontecido en el marco del
encuentro de la cultura de la península ibérica y de los pueblos ancestrales de
América.
Mientras unos hablaban de “genocidio
español” y otros de “Día de la Hispanidad”, mientras algunos disertaban sobre
la “Resistencia Indígena” y otros, como tradicionalmente se había denominado en
Venezuela, defendían aquello del “Día de las Razas”.
En las próximas líneas me
permitirá decir algunas verdades, de acuerdo a mi criterio, del real
significado del 12 de octubre, tanto para los latinoamericanos como para los
españoles. Además de tratar de aclarar ciertos mitos y mentiras popularizados
muchas veces con la febril necesidad propagandística de la izquierda
latinoamericana como de la misma española.
Primero: “Nos robaron; espejitos
por oro”… Este relato del intercambio que los conquistadores realizaron con los
indígenas de lo que posteriormente se llamará América, no fue un robo como se
desea plantear más de 500 años después.
Quienes dicen “nos robaron”,
hacen esta afirmación motivados por la percepción occidental, es decir, por su
herencia española, con respecto al valor del oro.
En cambio, para los nativos de
estas tierras el oro, la plata, los diamantes y las perlas, no tenían el valor
económico que le otorgaban los castizos, sin embargo el “espejo” para su visión
del mundo era una novedad, algo mágico, diferente, por ende tenía más “valor”.
Cuando decimos que “nos robaron”,
habla la victoria de la concepción española del mundo, habla la modernidad y el
análisis del pasado con la mente aún colocada en el presente.
Segundo: “Genocidio”, primero
debemos aclarar que sí hubo una guerra entre aborígenes y españoles, pero los
conquistadores recibieron en muchos casos la ayuda de los nativos, esto debido
a las intrigas internas y las rivalidades de los pueblos originarios (si le
suena familiar, es por pura coincidencia).
Hubo una guerra, no fue un
ejército apertrechado contra una población
civil desarmada, no.
Fueron soldados de la Corona
contra soldados del imperio Inca, del Azteca, contra los araucanos o los
caribes. Fue una guerra que los españoles ganaron por su tecnología, o donde no
pudieron ganarla, como por ejemplo en el oriente del territorio que hoy
conocemos como Venezuela, donde los caribes presentaron resistencia y no fueron
militarmente derrotados, entonces resultaron pacificados a través de la acción
de la Santa Madre Iglesia Católica.
Tercero: “La razzia y la esclavitud”,
no podemos decir que los españoles esclavizaron a los indígenas, esto es
mentira. Y no se trata que los colonizadores o conquistadores no tuvieron ganas
de llevar a la servidumbre a los indígenas, sino que fue el Papa quien a través
de una Bula Papal dijo que “los habitantes de las Indias son seres humanos con
alma y están bajo la protección de la Iglesia”, es por este motivo que los
españoles tuvieron que traer a los negros del África para cubrir las
necesidades de mano de obra.
Cuarto: “Somos hijos de España”,
los pueblos de Latinoamérica, sobre todo Venezuela, son hijos legítimos de
España, no podemos contar la historia de las naciones americanas sin la “Madre
Patria”, y los españoles no pueden hablar de su Imperio sin pasar por los
aportes logrados desde el descubrimiento del Nuevo Mundo.
Quinto: “Idioma, religión,
sociedad”, nuestras sociedades en América Latina son frutos de la relación
histórica con la metrópolis, muchas de las cosas buenas y malas se las debemos
a los españoles, así como éstos lucen herencias romanas, moras, celtas y
visigodas.
Hablamos un mismo idioma, tenemos
una misma fe, somos sociedades emparentadas, y estamos destinadas a ser un
todo, la unión de algo más que España o América solas, somos Hispanoamérica y
el 12 de octubre debería celebrarse es el Día de la hermandad
Hispoamericana.
¡Para mí, el guarapo dulce, el
café amargo y el chocolate espeso!
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