Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. Pasaron las
elecciones municipales y nos toca realizar los análisis respectivos de lo que
sucedió y los porqués sucedieron esos episodios recientemente vividos.
A nivel nacional la
abstención fue groseramente enorme, tal vez esto sea un gusto para los profetas
de la no participación, pero quienes más disfrutaron de la ausencia de los
electores en los centros de votación fueron los candidatos del oficialismo.
Ganó la abstención, lo
que permitió que ganaran los candidatos del régimen. En todo el país apenas
logramos dos capitales de estado y el 2% de las alcaldías del país.
La abstención como
método de lucha solo ayuda a aquellos que quieren mantenerse en el poder; solo
es el instrumento de los factores mezquinos dentro de la oposición que si no
son ellos no quieren que nadie más sea.
Desde esta columna,
quiero felicitar profundamente a los ciudadanos demócratas que se pudieron de
pie, desoyeron los llamados de los “terroristas de la nada” y votaron por los
candidatos de la oposición que sí lucharon a brazo partido en contra de todos
los abusos del poder.
Quiero agradecer a todos
los candidatos a alcaldes de la oposición quienes asumieron el compromiso y
batallaron contra el rival electoral y en contra de los llamados incesantes a
la abstención.
Quiero felicitarlo a
usted, que me lee, que entendiendo que su arma es el voto lo usó sabiamente el
pasado 10 de diciembre.
Como de toda vivencia,
buena o mala, siempre debemos obtener una enseñanza. De este proceso electoral
he aprendido y reafirmado muchos conceptos que a lo largo de mi vida he
reflexionado y asimilado.
He reafirmado que el
oficialismo salta de júbilo cada vez que las mentes “brillantes” de la disidencia
democrática llaman a la abstención. He confirmado la certeza que el Gobierno no
juega carrito, sino que en cada elección, por pequeña que parezca, se lanza con
todo lo que tiene.
El pasado 10 de
diciembre desde el régimen se repartió comida, una especie de bonificación en
tiquetes, tanques de agua, y demás instrumentos para impulsar el voto hacia sus
candidatos. Fue una avalancha de ventajismo, que nuestros candidatos
enfrentaron sin contar con el apoyo de todos los miembros de la oposición.
A aquellos políticos que
jugaron, no a la derrota de unos candidatos sino a la derrota de la esperanza
de cambio en los municipios de Anzoátegui, les digo que tal vez mañana puedan
necesitar de aquellos a los que ayer les dieron la espalda. No se olviden de
este detalle.
Pero, creo que más allá
de lo perdido todavía hay esperanza si el orgullo, la fe y la esperanza siguen
latiendo en nuestro pecho.
Permítanme recordar el
primer verso de la Divina Comedia que dice: “A mitad del camino de la vida,
/ en una selva oscura me encontraba / porque mi ruta había extraviado”. Sí,
en ocasiones podemos hallarnos en la mitad de la existencia sin norte y sin
brújula, pero si mantenemos la confianza en nosotros mismos podemos seguir
hacia adelante.
Honor a nuestros
candidatos demócratas, los que ganaron y aquellos que en esta refriega no
alcanzaron la meta, les digo que mañana será otro día para la lucha. ¡Mantengan
el rostro erguido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario