Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. “Queremos
elecciones ya”, esta frase retumbaba en las manifestaciones de calle que se suscitaron
por más de tres meses a lo largo y ancho de Venezuela.
Los corajudos muchachos
que se enfrentaron al régimen querían quijotescamente derrumbar el molino de
viento que encarnaba, y aún lo hace, Nicolás Maduro.
Hoy tenemos la
oportunidad de medirnos con el régimen y repetir la gesta civil y democrática
de las parlamentarias del 2015, pero muchos propugnan un discurso de abstención
y de rechazo al acto de votación.
Esta actitud de los
abstencionistas, en algunos casos rocambolesca por las plataformas virtuales,
mete a todo el mundo democrático en un brete.
Quienes no quieren votar
se transforman en una caterva que, queriéndolo o sin querer, se convierten en
reales colaboradores de los propósitos del Gobierno.
Votar es una medida de
rebelión, y más cuando desde Miraflores aspiran a incentivar la abstención
porque es su única forma de ganar elecciones en este país.
La propuesta de brazos
caídos no es una acción estratégica, es una medida errática e incoherente con
relación a lo que deseamos como ciudadanía.
¿Qué hacer si nos
abstenemos? ¿Existe un plan maestro por parte de los holgazanes de la
abstención, para luego de materializado su acción de no votar? Espero que lo
expresen en alguna ocasión.
¿Qué hacer si votamos?
Primero, defenderemos en los centros de votación y en todos los escenarios las
victorias que obtendríamos en la inmensa mayoría de los estados del país.
Si el Consejo Nacional
Electoral, obligado por la avalancha de votos, acepta nuestro triunfo entonces
iniciaremos la liberación de las entidades, defenderíamos nuestras regiones
frente al régimen.
Se iniciarían gobiernos
democráticos y se robustecería la alternativa frente a la tiranía en todos los
rincones del país.
Nunca olviden que es
preferible un gobernador demócrata, aunque éste no nos agrade, que un
mandatario que obedezca al pensamiento y directrices que emanan de Miraflores o
de La Habana.
¿Si votamos y el CNE no
reconoce los resultados? aquí si terminaríamos de desenmascarar al régimen
frente a todo el mundo democrático.
Frente a estos
escenarios, el votar no es un tema baladí, sino una necesidad histórica para
todos los que amamos a Venezuela y la libertad.
La apatía jamás ha
traído nada bueno consigo. La acción, siendo esta pensante y lógica, sí es el
camino a la solución de la crisis
nacional.
Es hora de votar. Pero,
la votación próxima no es para elegir gobernadores, sino una iniciativa para
hacer de nuestros estados bastiones de la resistencia, porque el voto es otra
forma de luchar.
Algunos resisten en las
calles, otros desde sus comunidades. ¿Dónde podemos estar en resistencia unidos
como un solo frente? En los centros de votación, ejerciendo el derecho y
cumpliendo con nuestro deber.
La tarea que tenemos adelante
no es un asuntos gaznápiro; tenemos que luchar desde la calle y vencer con el
voto, es el momento de hacernos sentir y de derrotar a los candidatos del
hambre, a los enviados y/o representantes de Nicolás Maduro a las regiones.
¡No te abstengas, vota y
derrota a Nicolás!
No hay comentarios:
Publicar un comentario