Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. La Asamblea Nacional (AN) tiene y debe retomar su
agenda política. Los diputados de la Unidad tienen que retomar todas las
acciones que conlleven a un cambio de gobierno por las vías constitucionales.
El Poder Legislativo
debe enfilar todas sus energías en el juicio político al presidente Nicolás
Maduro; tiene que denunciar y exponer
todos y cada uno de los delitos que el Jefe de Estado ha cometido.
E inclusive se tiene que
tomar en consideración el abandono del cargo. ¿La razón? Porque además de los
decretos emitidos por Miraflores, el Presidente de la República no ha hecho
absolutamente nada para solventar los problemas de escasez, inflación e
inseguridad que agobian a millones de venezolanos.
Los diputados de la
Unidad tienen que promover las acciones democráticas y pacíficas que lleven al
Jefe del Estado a un juicio, donde se expongan todas las irregularidades
políticas y administrativas que éste ha ejecutado.
Además, los legisladores
unitarios tienen que hacer valer su poder como órgano del Estado.
Antes que termine este
2016 se tienen que nombrar los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral
(CNE), se tienen que promulgar la ley de ampliación del Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ) y designar los nuevos magistrados de la nación.
Y si el TSJ sigue siendo
empleado como pistola en la sien del parlamento, se debe retomar las acciones
de calle que fueron enfriadas por los llamados al diálogo.
El Juicio Político tiene que ser la nueva bandera de los demócratas. La
venidera directiva, que como declaró Henry Ramos Allup cumplirá con su deber
cívico, tendrá la responsabilidad de llevar al término todas las acciones que
permitan la solución a la crisis venezolana.
Ya es definitivamente claro
que con Nicolás Maduro en la presidencia de la nación, la crisis política,
económica y humanitaria seguirá y se empeorará.
Maduro ni tiene la
capacidad y menos la voluntad para resolver los problemas sociales. Testaruda y
criminalmente el Primer Mandatario nacional rehúsa la ayuda humanitaria e
incentiva la escasez de medicamento y el desabastecimiento de insumos médicos
en los centros asistenciales.
Se tiene que enjuiciar
al Presidente de la República por su responsabilidad política con respecto al desfalco
a Petróleos de Venezuela, por su participación u omisión ante la constante
violación de los Derechos Humanos.
Se tiene que investigar
los nexos presidenciales con el caso de los “Narco-Sobrinos” y los niveles de
participación de funcionarios del Estado en el manejo, venta, tráfico y comercialización
de estupefacientes.
Son innumerables los
delitos que se tienen que sopesar y evidenciar en medio del juicio político.
El próximo diálogo que
se lleve adelante en la nación tiene que ser en el debate con relación a las
evidencias, acusaciones y señalamientos de responsabilidad del Nicolás Maduro
en torno a los problemas que agobian a nuestro pueblo.
Es el momento de la
acción y de la reacción del parlamento en defensa de todos los venezolanos.
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