Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. Padrino
López es el jefe. Sí, ya no cabe la menor duda, los recientes anuncios de
Nicolás Maduro demuestran que quien está manejando los hilos del poder en el
país es el Ministro de la Defensa.
El hecho que toda la
cartera ministerial tenga que obedecer directrices del jefe del despacho de la
Defensa es un indicio incuestionable que Nicolás Maduro quedó a merced,
políticamente hablando, de las Fuerzas Armadas Nacionales.
Siempre se ha hablado del
poder político y económico concentrado en la manos de los uniformados, no
obstante en este momento llegamos a la cúspide de la acumulación de capacidad
de mando y poder de ejecución de este sector.
Vemos que Padrino López
saca prácticamente de la jugada política al vicepresidente Aristóbulo Istúriz,
quien quedó renegado.
Lo correcto sería que el
Vicepresidente de la nación sea el jefe de los ministros, esto quedó en el
ayer, ahora todos los representantes ministeriales tendrán que obedecer las
órdenes que emanan de la oficina del Ministerio de la Defensa.
¿Qué significa esto? La
reducción de Istúriz a una figura con vocería, pero sin poder real sólo nos
indica que a Maduro ya no le interesa su posición en el Psuv, para él su
permanencia o no en el poder depende de la “lealtad” de los hombres de armas.
Cuando el futuro de
Maduro dependía de elecciones y de la fortaleza del partido cuadró con Aristóbulo
Istúriz y todo lo que éste representa dentro del partido oficialista, mas en
este momento el partido perdió importancia y la salvación de Maduro no se
encuentra en la plataforma política del Partido Socialista Unido de Venezuela sino
en el respaldo que pueda tener entre los militares.
Maduro sabe que haga lo
que haga el pueblo está en su contra. Ya el venezolano no se cala más las
improvisaciones, falsas promesas, alegrías de tísico y demás fiascos de Maduro
y compañía, por esta razón el Presidente de la República sale corriendo a los
brazos de los soldados y nombra como “co-presidente” a Vladimir Padrino López.
Ahora el “jefe” es éste
militar, lo que nos hace pensar que los últimos movimientos dentro de la
Fuerzas Armadas Nacional obedecieron más a los intereses de Padrino que a las
motivaciones reales de Maduro. Los cambios, los despidos y las ratificaciones
pudieron estar vinculados a las cercanías o no a Padrino López.
Lo cierto es que Maduro
cada vez se encuentra más aislado y obligado a aliarse con aquellos a los
cuales desconfía.
No podemos olvidar que
la antigua bifurcación tanto en el extingo Movimiento Quinta República (MVR)
como en el Psuv, entre civilistas y militaristas, Nicolás Maduro se resteó con
los primeros y repudió a los segundos.
Las cartas están echadas,
ahora Padrino López junto a Maduro son los responsables del abastecimiento de
comida y demás insumo en el país, es decir que ya sabemos a quién culpar cuando
la gravedad de la situación nacional se profundice.
Culparemos al “jefe”
formal y al “jefe” de hecho.
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