Cogito ergo sum-.
Aquella imagen del presidente de
la república caminando por el centro de Caracas y preguntando por una
instalación de las adyacencias, y recordar a uno de su séquito responder al ¿de
quién es? Y ¿qué funciona allí? Y acordarse de la voz presidencial decir, con
aplomo y sin remordimiento de ningún tipo, “exprópiese”.
Esto nos permite
entender muchas cosas sobre la realidad económica de Venezuela. La expropiación
ha sido una técnica muy usada por el actual sistema de gobierno.
De esta forma desde hace
casi 17 años el sistema que nos rige a destruido todo a el país, dejando como
legado una nación devastada y a merced del hambre.
Las grandes fincas en
plena producción agrícola o pecuaria fueron arrebatadas a sus dueños para crear
aquellos “Fundos Zamoranos” los cuales al poco tiempo fueron abandonados o
sumidos en la más alarmante improductividad.
El ganado que andaba por
las llanuras venezolanas fue diezmado por las políticas del socialismo del
siglo XXI, y las lagunas llenas de arroz en el Guárico quedaron como parte de
la leyenda.
Así viene sucediendo
dentro y fuera del campo venezolano. Por ejemplo, el centro de expendio de
alimentos llamado Éxito fue pulverizado al caer en las manos de un Estados
devorador e insaciable.
Las empresas fabricantes
de harina tomadas por la fuerza de la expropiación están arruinadas, igualmente
podemos decir de las productoras de leche pasteurizada como Los Andes.
Pareciera que todo lo
que cae en las manos del Gobierno, y sobre todo este gobierno, queda hecho añicos.
La expendedora de
productos para el trabajo agrario conocida como Agro-Isleña siempre poseía toda
clase de artículos para trabajar en el campo desde semillas hasta maquinarias,
no obstante después de su expropiación y mutación a Agro-Patria allí no se
consigue ni siquiera comederos para animales de cría.
Tal vez ante semejante
realidad la diputada María Corina Machado le afirmase al entonces presidente de
la nación, en su propia cara, “expropiar es robar”.
Ella fue quien mejor ha definido
un proceso utilizado con el propósito de aniquilar la iniciativa privada y el
progreso de emprendedores.
La expropiación bien
entendida se aplica para la utilización pública. Por ejemplo si se está construyendo
una carretera y la misma pasa por una propiedad, el Estado puede expropiar una
zona de esta para construir una obra que beneficiará a miles y/o millones de
usuarios.
No obstante el Estado
debe cancelarle al propietario el valor real de su bien expropiado.
A pesar de que pagar lo
expropiado es lo moralmente correcto el régimen ha hecho lo diametralmente
opuesto y descaradamente se ha apropiado de todo sin cancelar nada.
Maduro siendo presa del
desespero de su enorme impopularidad y por las consecuencias de las prácticas
políticas y económicas que ha promovido, se encuentra en un proceso de
expropiación, busca expropiar el sentido común y la cordura, pretende expropiar
la vida de todos los venezolanos.
Frente a su miedo electoral ahora Maduro, a través de
la voz de Jorge Arreaza, anunció el nuevo precio del cartón de huevo lo que
hizo que este producto desapareciera, no se extrañe cuando los veamos diciendo:
“Al trasero de las gallinas, exprópiese”.
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