Por tercera semana
consecutiva abordaremos el tema de “Las caídas del socialismo” en esta ocasión
tocaremos el desplome del imperio soviético y el derrumbe de la cortina de
hierro que asoló a gran parte de Europa y orquestó los avances comunistas en el
resto del mundo.
La Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas se constituyó como tal en 1922 y sobrevivió hasta 1991.
Luego de la revolución de 1917 caen los Zares rusos y con ellos el Imperio y da
inicio a un proceso político a cargo del Gobierno Provisional Ruso.
Al término de la Guerra
Civil, ganada por el grupo denominado “Los Bolcheviques”, se logra la fusión de
la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, la República Federal
Socialista Soviética de Transcaucasia, la República Socialista Soviética de
Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia, creándose la URSS.
Una dictadura
centralista y autocrática se erigió. Luego de la muerte de Vladimir Lenin
accedió al poder Josep Stalin, quien con puño de hierro condujo los destinos de
la URSS desde 1941 hasta 1953.
Los soviéticos después
de la Segunda Guerra Mundial se erigieron como una de las potencias mundial
rivalizando con los Estados Unidos de Norteamérica el liderazgo mundial,
iniciándose así la “Guerra Fría”.
Cabe recalcar que inicio
de la Segunda Guerra Stalin firmó el tratado de “no Agresión entre Alemania y
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”, con los cual los soviéticos
jugaban a la neutralidad, hasta que fueron invadidos por el ejército germano.
Esto llevó al dictador
comunista a aliarse con los líderes occidentales, es decir, Winston Churchill y
Franklin Delano Roosevel, Primer Ministro británico y Presidente de los EEUU.
Al fin de la guerra los
soviéticos iniciaron una expansión territorial y política de su dominio.
Comenzó la época del mundo cuando en cualquier momento podía iniciarse la
Tercera Guerra Mundial.
Comenzó la carretera
armamentístico y profundización de la industrialización de los soviéticos lo
que terminó arruinando la nación. El emporio político comunista de Eurasia no
se sostuvo en el tiempo, mas si sembró de hambre, miseria y caos a la propia
Rusia como aquellos países donde implantó su huella dictatorial.
La crisis económica
soviética era ocultada en medio de las grandes construcciones físicas. Mientras
que ingentes cantidades de seres humanos morían de hambre o de frío en aquella
tierra inhóspita.
El modelo socialista ya
finalizando la década de los 80 estaba completamente agotado, ya no podría
disimular su fracaso.
El pueblo soviético no
confiaba más en un modelo que se alzó como una salvación y terminó siendo mucho
peor que el régimen anterior.
De las mismas entrañas
del totalitarismo partidista de los comunistas nació un líder reformista. Mijaíl
Gorbachov dio pie al movimiento de reformas democráticas que culminó con la
caída del régimen.
Pero ¿por qué cayó
finalmente el modelo? Sencillo el hambre del pueblo fue el detonante final del deceso
político de los comunistas rusos.
Parte III
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