Cogito ergo sum-.
Venezuela se ha convertido en una
gran sala de redacción. ¿Y por qué razón? Porque los venezolanos, gracias a las
Redes Sociales y por la desconfianza nacida de la censura y autocensura
existente en algunos medios de radio y televisión, se han transformado en
editores que evalúan las informaciones y sopesan las fuentes.
Todos los días recibimos
informaciones que al principio pudieron despertar el asombro de los
venezolanos, aunque ahora pueden ser consideras calichosas o
intranscendentales.
Por ejemplo los
asesinatos de escoltas, al inicio de esta cadena de hechos veíamos como los
ciudadanos respondían cargados de asombros, incredulidad y hasta nerviosismo.
Ahora observamos como el reciente suceso del asesinato de uno de los
guardaespaldas del conductor de televisión, Mario Silva, no despertó mayores
sorpresas o aspavientos entre los ciudadanos.
¿Cuántos escoltas han
sido asesinados en los últimos meses? Según informaciones de diferentes medios
de comunicación, van 13 los trabajadores de la seguridad quienes han sido
ultimados.
Los agentes de seguridad
personal han sido empleados de funcionarios públicos, personalidades políticas
y empresarios. Hasta un efectivo a las
órdenes del Presidente de la República fue víctima de este tipo hechos.
Todo esto les ha
arrebatado a los venezolanos el derecho al asombro. Vemos como se dio a conocer, a través de la
prensa internacional y difundida por los medios digitales, la orden del
expresidente Chávez de “perdonarle” una deuda multimillonaria que Nicaragua
tenía con Venezuela.
Con papeles y documentos
los venezolanos pudieron manejar, gracias a las redes sociales, los detalles de
la orden presidencial emanada en el 2007 en la cual se condenaba una deuda de
26.33 millones de dólares y además se solicitaba que el Estado venezolano
cancelara una deuda que los nicaragüenses habían contraído con el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
A esto se unen las
informaciones, también difundidas por los medios digitales, sobre las cuentas
millonarias, expresadas en dólares, de venezolanos en bancos intervenidos en
Europa, como el caso Andorra y el HSBC.
Y aunado a esto, el
escándalo del exministro de la administración de Nicolás Maduro, Herbert García
Plaza, quien fue acusado de peculado por la compra de una serie de ferry’s, y
la respuesta de éste aseverando que es el “nuevo chinito de Recadi” y que “no
me perdonan el hecho que me metí con intereses de altos funcionarios del
Gobierno”.
Esta serie de sucesos y
hechos van generando una cadena de sospechas entre los venezolanos.
Cada vez aparecen más
datos, informaciones y noticias que los ciudadanos tienen que digerir con
extraordinaria velocidad, para así poder reflexionar sobre otras tanto que como
lluvia se precipitan sobre todos nosotros.
Cada uno, a través de su
teléfono celular, frente a su computadora, está recibiendo informaciones, unas
productos de la serie de estrategias gubernamentales propagandísticas que
buscan copar al ciudadanos, manteniéndolo ocupado, y otras tantas que responden
a la dinámica de una nación plenamente convulsionada.
Por ende, hoy usted
tiene el poder de analizar las noticias y crearse su propia opinión.
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