Cogito
ergo sum-. “La
banca me engañó”, esta aseveración del expresidente Jaime Lusinchi sorprendió a
toda la Venezuela de la época, no obstante fue opacada por otra frase que como
respuesta a aquella pronunció el ex mandatario
Luis Herrare Campins: “tarde piaste pajarito”.
Herrera
atinó con aquellas palabras, las cuales expresaban el sentimiento de todo un
país que aún no despertaba del estado atónito en el cual se sumergió luego de
escuchar al, para entonces, Presidente Lusinchi.
Hoy,
muchos años después, podemos citar con responsabilidad al Dr. Luis Herrara y
decir, como él lo dijese, tarde piaron pajaritos.
Son
varios los pajaritos que hablamos extremadamente demorados.
Nicolás
Maduro pía tarde cuando declara que “Venezuela está en recesión”, debido a que
poseemos años en medio de una crisis económica, social y política que a medida
que pasa el tiempo se va agudizando y golpeando con más rudeza los bolsillos de
los que menos tienen.
El
mandatario nacional pía tarde cuando aparece en Qatar, nación petrolera del
Golfo, para prometer alimentos en cambio de préstamos multimillonarios para
tratar de sostenerse en el poder.
Él
pía tardíamente porque desde hace más de una década el sistema de Gobierno del
Socialismo del Siglo XXI destruyó por completo la producción agro-alimentaria nacional.
El
gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Isturiz, manifestó ante la opinión pública
regional que “Anzoátegui está obligado a producir”.
El
inquilino del Palacio de Los Jardines pía tardísimo, porque Anzoátegui fue en
un grado importante productivo y que bajo la hegemonía del socialismo quedó huérfana
e improductiva.
El
Gobierno nacional habla de crisis, cuando ya el pueblo no lo puede soportar más
y sería suicida no reconocer la situación que se vive. Miraflores reconoce que
no poseemos producción agrícola suficiente cuando se percata que necesita de
esta para sobrevivir y negociar en el campo económica internacional.
Otro
que está piando tarde es el gobernador de Miranda y dirigente de Primero
Justicia, Henrique Capriles Radonski, cuando se presenta ante la nación para
asegurar que “este es el momento de movilizar al país”.
Lo
dice después de que se dejó arrebatar la presidencia de las manos, lo
manifiesta luego de que Leopoldo López va para un año detrás de unas reglas
injustas, lo declara mucho después de que María Corina Machado fue despojada inconstitucionalmente
de su investidura parlamentaria.
Capriles
llama a la calle ahora, cuando les dio la espalda a los estudiantes que hace 11
meses salieron a las calles a calificar de ilegítimo y espurio la gestión de
Nicolás Maduro.
Pronuncia
su llamamiento a la acción cuando en reiteradas ocasiones se mostró como un
corderito, llamando lobos-radicales a aquellos que se atrevían a llevar
adelante actividades en rechazo al régimen.
El
gobernador de Miranda, es simplemente eso,
un gobernador más.
Capriles
debe empezar de cero para retornar al liderazgo que ayer poseía y que por su exclusiva
culpa perdió.
A
todos estos les decimos: Tarde piaron pajaritos.
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