Cogito ergo sum-. “¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de
nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros?
¿Cuándo acabará esta desenfrenada audacia tuya?” así dice un fragmento de
uno de los más grandes discursos de toda la historia de los oradores, desde que
el tiempo es tiempo, y fueron pronunciadas por el gran Marco Tulio Cicerón en
sus famosas piezas: Las Catilinarias.
El romano, uno de los más
excelsos exponentes del Don de la palabra, dijo esta frase que hoy miles de
años después tengo la osadía de traer a colación, salvando las distancias, para preguntarle a unos cuántos por allí ¿hasta cuándo vale?
Es que escuchar a uno más que
otro hablar de diálogo con el gobierno es un atrevimiento e incluso un insulto
a la inteligencia de los venezolanos.
¿Quién hubiese visto a Don Rómulo
Betancourt hablando de diálogo con Marcos Pérez Jiménez o a la inversa?
El señor Secretario General de
Acción Democrática, Henry Ramos Allup, dejó la estirpe guerrerista de los
adecos de antaño para vestirse con el manto de un sacristán con “santos de alcoba” como hubiera dicho
Andrés Eloy Blanco.
Quiero dejar claro que no critico
a las bases acciondemocratistas que siempre han estado en primera línea en el
combate en contra del régimen, a las cuales respeto aunque no comparto su
visión socialdemócrata de país, no obstante ellos han sido paladines en la
resistencia frente al desgobierno socialista cubanizante.
Por ende, tenemos que
preguntarnos como Cicerón ¿Hasta cuándo, Henry, abusarás de nuestra paciencia?
No es la primera vez que sales con una posición prácticamente de colaboracionismo
con el régimen.
Es que en la cúpula caraqueña del
partido blanco no escuchan las bases de su partido, donde se clama, como en
todo el país, por un cambio de sistema con urgencia.
No parecen cosas de los adecos
ese guabineo declarado. ¿Será que Henry se le olvidó los tiempos de los
cabilleros? ¿Será que a él se le esfumó de sus recuerdos los tiempos de
resistencia en los días más duros en el camino hacia la democracia?
Aunque no soy socialdemócrata es
evidente que Henry no le llega a los valientes líderes que en su tiempo poseyó
AD, hombres y mujeres que dieron el todo por el todo para alcanzar la
constitución democrática de una Venezuela libre.
“¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros?” se
preguntó Cicerón, y me hago eco de ellas para decirte a ti, Henry, ¿hasta
cuándo? Vas a seguir criticando a otros factores de la alternativa democrática
con tu verbo afilado, mientras son los maduristas los que están destruyendo
este país.
Decir, Henry, que la llamada
“Salida” trajo más perjuicio que beneficio es mirar la paja en el ojo ajeno
mientras no dices nada de la cabilla del propio. ¿Por qué no recuerdas tu
llamado a la abstención en el 2005, que nos produjo cinco años de una Asamblea
Nacional completamente roja, rojita?
A los amigos adecos, de los
cuales tengo muchos e inclusive mi adorada madre, Martha, es una eterna
militante de esa organización, les hago un llamado a la reflexión, que piensen
por un momento si es país que desean está bajo una manipulación burda que trae
consigo calarnos décadas de más malos gobiernos rojos, o por el contrario
actuar y seguir ejemplo de Bolívar y luchar por lo que soñamos.
La “audacia” que planteó en su
momento el orador romano es también endilgarte a ti, Henry, ¿de dónde sacaste
esa audacia tan fina para criticar a los opositores, mientras haces mutis
frente a los desmanes del Gobierno?
Sé que una cosa es la cúpula y
otra las bases, seguiré viendo a acciondemocratistas en la calle, luchando por
la democracia en el país, así como lo hicieron Ruíz Pineda, Alberto Carnevali y Antonio Pinto Salinas.
Twitter: @jdsolorzano
No hay comentarios:
Publicar un comentario