miércoles, 2 de julio de 2014

Adiós luz que te apagaste

Cogito ergo sum-. “Se fue la luz”… Esta expresión se ha vuelto en una normalidad en el día a día de los venezolanos, y generalmente se le agrega un amargo e irónico “pero tenemos patria”.

Nuevamente los venezolanos somos objeto de la irresponsabilidad de un Gobierno que no se ha esforzado, ni un ápice, para solventar el grave problema eléctrico que carcome la paciencia de los usuarios.

En este momento podemos decirle al señor Ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, que sus 100 días que habló, al asumir la cartera, se agotaron con un saldo tan rojo como las banderas de su partido.

Y el problema no es solamente las diversas fallas del servicio, no es la molestia que lleva a miles de venezolanos a expresarse en las calles y trancar vías como ha sucedido en los últimos tiempos en diferentes sectores del país, sino que los largos cortes de luz llevan a podrir los escasos alimentos que a duras penas se encuentran para comer y mantener a nuestras familias.

Qué dolor causa ver como kilos de carne y pollo se pierden por 8 ó 10 horas sin servicio de energía. No podemos evitar pensar en la larga cola, en el dinero gastado, en la escasez que se evidencia en anaqueles huérfanos de productos, es inevitable rememorar lo que sufrimos al comprar lo poco que se encuentra en el mercado.

En Miraflores no sufren por los apagones, en Miraflores no hacen colas para comprar los alimentos, ellos no conocen los problemas que tenemos que sufrir en Puerto La Cruz, Barcelona, Cumaná, Maturín, Barquisimeto, San Cristóbal, Valencia y paremos de contar porque la lista es tan larga como toda la extensión de la república.

La luz, o mejor dicho la falta de esta, es uno de los elementos que se suman al desabastecimiento, inseguridad y desempleo que corroe la estabilidad social de todos y cada uno de los venezolanos, como aquellos que nos oponemos al régimen, como aquellos que aún siguen respaldándolo.

Ver como el régimen se burla o menosprecia la expresión popular de reclamo del pueblo es sinónimo que en las cúspides del poder se perdió toda sensibilidad social, a ellos les importa un comino lo que nosotros padecemos para adquirir alimentos y mantenerlos.

En ocasiones es la chanza venezolana la que nos permite diluir el malestar. “Guárdame un tobito de luz” es parte de esos comentarios que nos hacen reír ante la impotencia que produce la incapacidad del Gobierno para resolverle a los venezolanos los problemas elementales para el buen vivir.

Algunos burlonamente cantan a toda garganta “patria, patria, patria querida” mientras las agujas del reloj marcan que tal o cual comunidad ya lleva unas 4 ó 5 horas sin electricidad.

Lo realmente serio, estimados lectores, es que el Gobierno ha tenido los recursos suficientes para modernizar nuestro sistema eléctrico, que por cierto data de los tiempos de la mal llamada cuarta república, la cual es preferible llamarla la república civil venezolana.

¿Qué ha pasado con los reales? ¿Por qué los venezolanos tenemos que ver como la escasez abunda por doquier?, ¿Por qué tenemos que pasar horas eternas sin el servicio de luz?

A este régimen le podemos aseverar que cada día pierde brillo ante el pueblo venezolano, desde la muerte del ex presidente Chávez al mentado socialismo del siglo XXI pasó a funcionar con una sola fase eléctrica.
A media luz sigue Maduro por un camino equivocado, en la búsqueda de una meta inexistente.

A Nicolás le quedan pocas alternativas, su falta de liderazgos, inventiva y capacidad están hundiendo al país, en este momento sólo podemos decirle al régimen: “adiós luz que te apagaste”.


Twitter: @jdsolorzano

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