Cogito ergo sum-. «En la
infancia son tan naturales los extravíos como lo son el buen juicio y el
acierto en la edad madura; y si se quitara al hombre la facultad con que comete
sus primeros errores, se le privaría sin duda de la que produce después los
grandes hechos» Así lo dijo el gran General José Antonio Páez y qué
acertado estaba.
Los errores y tropiezos son
fundamentales para luego alcanzar el triunfo en hechos llevados a cabo con la
madurez del buen juicio y con las lecciones aprendidas de los yerros del
pasado.
Lastimosamente pareciera que
algunos no quieren aprender de sus propios errores y se empeñan en seguir
cometiendo las mismas sandeces que lo han llevado al caos.
Por ejemplo los comunistas de
nuevo cuño después de más de un siglo no
se han dado cuenta que lo que ideó Carlos Marx y las tesis que ejecutó Lenin,
Stalin, Mao han sido un rotundo fracaso.
Los nostálgicos de la izquierda
criolla pretenden hacer realidad aquella ilusión de quinceañera que no tuvo
buen fin en ninguna parte del mundo y los pocos reductos que quedan son la
antítesis de las teorías socialistas de aquellos días.
Cuba es una isla plagada de
miseria que actualmente sobrevive gracias a la dadivosa amistad de Venezuela,
la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) cayó y a pesar de
los demenciales deseos de Putin la cortina de hierra se derrumbó en la vieja
Europa.
Corea, la comunista, es otro
ejemplo de la dictadura sanguinaria y terrorífica en la cual se convierten los
proyectos socialistas.
Y a pesar de toda esta realidad
algunos siguen creyendo en la izquierda.
Aquí mismo en Venezuela, los
últimos 15 años de socialismo ha sido un tremendo retroceso social, económico y
político para todos los venezolanos.
No obstante la terquedad meter la
pata en el mismo hueco no es exclusividad de quienes están en Miraflores, sino
que dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) vemos personas empeñadas
en seguir haciendo las cosas igual para obtener los mismos resultados cada vez
más decepcionantes.
El peor momento del régimen no ha
sido aprovechado por la MUD por su discordia interna que por demás es inútil e
innecesaria.
¿Por qué criticar a quienes han
levando las banderas de La Salida?
Ayer nadie criticó el “camino” de
Henrique Capriles Radonski. ¡Entonces! Tenemos que reflexionar.
La reunión realizada a puertas
cerrada en la oposición para resolver las diferencias fue un interesantísimo
paso para lograr la convergencia entre quienes nos oponemos al régimen, para
unificar los criterios y trabajar de forma armónica para alcanzar la meta que
no es otra que la instauración en Venezuela de un nuevo gobierno, de un nuevo
sistema.
Seguir cometiendo los mismos
errores es masoquismo político y es una soberana crueldad en contra de los
venezolanos que están esperando que los llamados conductores les señalen el
camino de salida para dejar en el pasado la amarga experiencia del socialismo
del siglo XXI.
¡Ya basta de cometer resbalones!
Vamos a cohesionar una política realmente unitaria que dé al traste de una vez
por todas con el sistema imperante en Venezuela, para emprender la ardua labor
de la reconstrucción nacional y de la edificación de un real futuro para todos
en el país.
Aprendamos de nuestras faltas
iniciales y trabajemos en los triunfos de la madurez presente. ¡Cesemos en
infantilismos caóticos y enfoquemos nuestras energías en la UNIDAD con madurez
y compromiso!
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