Cogito ergo sum-. Están pasando las horas, los días, los meses, los
años y Venezuela sigue estancada en el peor gobierno que haya pasado por el Palacio
de Miraflores; los problemas siguen acumulándose y ¿las soluciones? alejándose
cada día más de los hogares de los venezolanos.
Son más de 14 años y durante este
tiempo mucho se ha hablado de democracia participativa, del pueblo, del poder
comunitario y/o vecinal, pero todo ha sido discurso, palabrería, como decimos
en criollito puro "buche y pluma".
Quiero detenerme un instante en
el concepto de democracia participativa que tanto esboza el Gobierno nacional,
del que tanto se ufanan y vanaglorian, para hacerle a usted, apreciado
elector(a), una pregunta: ¿usted participa en verdad en las decisiones reales
del país?, y tú, dirigente del Psuv ¿te toman en cuenta por lo menos para
elegir al candidato en tu municipio?... La respuesta de seguro será: NO.
Ellos, los poderosos y
enchufados, se han caracterizado en estos años por centralizar la economía y el
poder, porque mientras hablan del "protagonismos del pueblo" todos
los servicios e industrias son nacionalizadas, centralizadas y arrebatadas al
poder municipal, principal objeto de la participación local y comunitaria que
nos queda, debido a que ellos mismos eliminaron las Juntas Parroquiales.
Es necesario y transcendental
abrir un debate social, político e ideológico que permita a los venezolanos
sopesar el discurso populista de los enchufados y los reales pensamientos de
avanzada nacional, es el momento de evaluar, con la mano puesta en el corazón,
a estos 14 años y colocarlos en la balanzas con otras épocas, que con errores
también, dejaron conquistas que aún están a la vista.
Ha habido una contaminación
histórica en el país, quienes han sostenido las riendas del Estado por casi
tres lustros se han encargado de eliminar el pasado nacional y de reescribir
nuestras raíces y orígenes. Son ellos los responsables de que hoy se piense en
blanco o negro, o para ser más exacto en rojo o azul.
Los venezolanos debemos emprender
una rectificación total de nuestra concepción de país, tenemos que asumir el
rol que la Divina Providencia nos ofrece, de lo contrario seguiremos
sumergiéndonos en el lodazal de los antagonismos desesperados y anárquicos que
tanto le han costado a nuestra herida república.
Como demócrata enarbolo las
banderas de la caridad política para alcanzar la justicia social mediante el
bien común, alcanzando un ajuste decidido, cierto y firme de la realidad
social, convergiendo a toda la nación en una orientación plural y participativa
que te permita a t y, a todos salir adelante por Venezuela.
Es la solidaridad, el amor, el
compromiso de caridad, verdad y justicia lo que hará grande a nuestra patria,
confío en esta tierra porque soy nacionalista y siempre lucharé por Venezuela y
los venezolanos.
El tiempo pasa, y como ha pasado
de lento en estos últimos años, sin embargo ha sido la constancia lo que nos ha
permitido seguir adelante hacia la construcción de la nación que necesitamos y
merecemos; los meses se suceden uno detrás del otro y lo que pareciera que
desconocen los inquilinos del poder es que ellos tienen los días contados en
ese enchufe ya sulfatado.
Twitter: @jdsolorzano
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