José Dionisio Solórzano
¿Qué nos trae este 2023? Desde la óptica económica pareciera que estamos entrando en una etapa interesante, pues las noticias del final del 2022 prometen.
Por un lado, arribó a la Isla de Margarita el primer crucero europeo después de 15 años; una extraordinaria noticia para la economía ñera y para toda Venezuela. Es la rehabilitación del turismo internacional dentro de nuestras fronteras.
Además, la noticia que Chevron ya envió dos buques cargueros para llevar petróleo venezolano a Estados Unidos es otra maravillosa noticia que nos evidencia signos de una recuperación económica vital para el pueblo venezolano.
Aunado a esto, la apertura de la frontera con Colombia y la reanudación de las relaciones comerciales con Brasil son otras iniciativas que pudieran incentivar el aparato económico nacional y mejorar la calidad de vida del venezolano. Ojalá que todo esto continúe y no sea simple alegría de tísico.
Desde la óptica política, éste año recién nacido también trae convulsiones y movimientos, pues se vislumbra un año preelectoral.
La oposición deben buscar – como sea – su candidato a la silla de Miraflores. El G-3 luce empeñado en imponer un candidato por consenso, mientras que otros sectores como Vente Venezuela empujan las primarias, pues saben que si María Corina Machado se mide le ganaría a los demás competidores.
Políticamente, pareciera que estamos viendo el ocaso del estatus quo opositor. Estamos en presencia del adiós de Henry Ramos Allup y de Julio Borges, pues la batalla interna en la oposición tradicional está corroyendo la poca credibilidad que aún poseían estos señores.
El final del «gobierno de transición» traerá consecuencias devastadoras para la tríada que ha mantenido el control de la oposición por años. Ellos sentirán el látigo del desprecio de millones de venezolanos que ya están cansados de sus peleas, errores y promesas incumplidas. Se viene una nueva etapa para la política venezolana.
Ahora, sobre la perspectiva social los cambios no lucen ni favorables, ni desfavorables sino nulos. Pues, aunque haya mejora económica los resultados no se verán de forma inmediata, sino en varios meses más. Por lo tanto, la realidad de millones de venezolanos será la misma, sin nada de alteraciones.
Es por ello, que sólo la acción social del gobierno – más allá de esos bonos escasos y limitados – será determinante para la mejora social; pues esta sólo llegará mejorando de lleno el poder adquisitivo del venezolano, generando seguridad y calidad de vida mediante servicio públicos que funcionen.
Empero, no veo en este momento que el Estado priorice el tema de servicios públicos, ya que no tienen recursos suficientes para ello.
Es menester primero mejorar los índices macroeconómicos y generar un ambiente económico fuerte y, solo después de esto, centrarse en otras mejoras.
Este 2023 será un año de adaptaciones, de posibilidades y de decisiones. Amanecerá y veremos.
¡Para mí el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!
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