Por José Dionisio Solórzano
Cogito ergo sum-. Hace unos días en uno de esos grupos de Whatsaap
donde uno convive, lee y comparte información, criterios, discute y expone sus
creencias, recibí un enlace sobre una noticia interesante: Pentágono: La opción
del bloqueo naval está sobre la mesa… ¿Qué significa esto?
Los estadounidenses, en la actual
administración de Donald Trump, parecen que están decididos a verle el hueso a
los regímenes de izquierda en el continente. Por tal motivo están aferrados a
la lucha para terminar con la usurpación en Venezuela.
Ya desde la Casa Blanca han
emanado más de una sanción que pone en la picota a dirigentes políticos del
régimen, empresarios involucrados con éstos y hasta familiares de Nicolás
Maduro y Cilia Flores, todo esto sin olvidarnos del caso de los narco-sobrino,
como se ha llamado en muchas partes del mundo.
Lo cierto es que para los EEUU no
es descartable un bloqueo naval como ya lo se hicieron a los cubanos en la
década del 60; con la diferencia que la Rusia de hoy en día no posee la
capacidad política, militar y económica para desafiar a los EEUU como los
hicieran en los tiempos de la extinta Unión Soviética.
Y es más, gracias a las medidas de la gestión de Trump, aliados del
régimen como el caso de Turquía y China ya no están tan interesados en seguir
las relaciones comerciales con la usurpación venezolana, esto tras las amenazas
de posibles sanciones económicas y comerciales dictadas por Washington contra
todas aquellas naciones o consorcios que oxigenen a Nicolás Maduro en el poder.
Y, ¿qué significaría un bloque
naval? Qué los usurpadores no podrá traer al país nada de nada. Los barcos
venezolanos no podrán zarpar y de las otras naciones no podrán atracar en los
muelles venezolanos; los estadounidenses colocarían en aguas internacionales, y
en los límites de las aguas territoriales de Venezuela, sus acorazados y
grandes embarcaciones de guerra.
La sola imagen es aterradora para
cualquiera. No obstante, se debe aclarar en este punto que si tomamos como
ciertas las afirmaciones de los voceros de EEUU, la medida afectaría a los
barcos del Estado o de privados relacionados con el Gobierno, lo que indica que
los privados podrán seguir llevando medicinas, alimentos y más insumos
humanitarios para el país.
Empero, la usurpación estaría
bloqueada, la sociedad no. Como está sucediendo con las actuales sanciones
emitidas por la administración de Donald
Trump, la cual busca asfixiar a la usurpación, causando el menor daño posible a
los millones de venezolanos que somos víctimas del régimen de Nicolás Maduro y
compañía.
Dios quiera que no lleguemos a
este punto, y que la salida a la crisis venezolana se logré de forma rápida,
pacífica y con acciones democráticas; Dios quiera que el presidente interino de
Venezuela, Juan Guaidó, no desmaye en la titánica lucha que ha llevado adelante
en los últimos meses en el país y que Venezuela sea liberada de una vez por
todas.
¡Para mí, el guarapo dulce, el
café amargo y el chocolate espeso!
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