Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. Los sectarismos políticos no miden espacios
geográficos, ni tendencias ideológicas. Por ende, en esta semana escribiré sobre
como los intereses partidistas pueden destruir la estabilidad de miles de
trabajadores públicos.
Empecemos fuera de
nuestras fronteras nacionales. En los Estados Unidos de Norteamérica, el
Gobierno Federal dirigido por Donald Trump se enfrenta al boicot de la bancada
demócrata en la Cámara de Representantes, quienes no han permitido que el gobierno
nacional de aquel país pueda pagar los sueldos a los empleados públicos
estadounidenses.
Los demócratas, quienes
perdieron las elecciones presidenciales, y recién fueron derrotados en su
pretensión de hacerse con el control del Senado, tratan de asfixiar a Trump a
través de un vericueto político.
A los demócratas no les importa
la incertidumbre de los empleados públicos dependientes del gobierno federal de
EEUU; lo que habla muy mal de ellos, porque actúan de forma sectaria y poco
democrática.
Asimismo, hoy más de 30
mil trabajadores de la Gobernación de Anzoátegui, están siendo afectados por la
medida política y sectaria asumida por los diputados del Psuv en el Consejo
Legislativo Regional, quienes optaron por reconducir el presupuesto del poder
ejecutivo estadal.
Los diputados rojos, sin
importarles los padres y madres de familia que laboran en las dependencias de
la Gobernación, no aprobaron el presupuesto del año 2019, imposibilitándole al
ejecutivo anzoatiguense el pago de personal por falta de recursos.
¿Cómo puede Barreto Sira
cancelar salarios, cuando el presupuesto del año pasado expresado en bolívares
fuertes queda diseñado con montos ridículos ante la hiperinflación que sufre el
país, y tras la reconversión decretada en meses anteriores?
Esta maldad de los
diputados del Psuv no es en contra de Barreto Sira, sino que es una acción que
perjudica a miles de trabajadores de la Gobernación y, afecta a todo el pueblo
de Anzoátegui.
Los diputados
oficialistas actúan movidos por una orden política, que busca satisfacer un
objetivo de orden político. Es decir, el Psuv le cobra a Barreto Sira el éxito
de su programa de salud directa: La Caravana de la Salud; le cobran que haya
colocado toneladas y toneladas de asfaltado en las principales vías de la zona
Norte de Anzoátegui, a través del programa Cuadrillas Tapa Huecos, además de
las acciones de los programas: Operación de Limpieza de Anzoátegui (OLA) y
Lucerito, éste último con el cual rehabilitó el alumbrado público en zonas
neurálgicas.
Sin duda, los diputados
del Cleanz promueven esta acción para afectar la imagen de Barreto Sira, además
de cumplir la orden que le bajó Aristóbulo Istúriz. Y todo esto, para quebrar
la voluntad de una gestión que no se detendrá, porque Anzoátegui seguirá en
movimiento.
Toda esto, es parte de
una tramoya política orquestada para satisfacer deseos políticos insanos, y
para calmar las ansias de venganza de los líderes del Psuv derrotados en las
últimas elecciones de gobernadores en el estado.
Frente a todo esto, lo
único que les puedo comentar es que vienen movilizaciones sindicales en repudio
a los diputados del Psuv y en respaldo al gobierno de Barreto Sira.
Los trabajadores saben
que en el Proyecto de Presupuesto, que el gobernador envió al Cleanz, se
contemplaban varios beneficios laborales que habían sido suprimidos por el
Gobierno nacional luego de aplicar su tabulador nacional, estas
reivindicaciones presupuestadas por Barreto Sira fueron echada para atrás por
los parlamentarios del Psuv.
La pregunta que me viene
a la mente es: ¿Cederán los legisladores regionales ante la presión de los
sindicatos? Amanecerá y veremos.
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