martes, 10 de octubre de 2017

Pasar agachado

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-. ¿Quiénes son aquellos que pasan agachados ante los compromisos? Son los mismos que eluden sus responsabilidades o se escudan en argumentaciones vacías y entretejidas por falsas expectativas.

Pasan agachados aquellos que le temen a lo que juzgan superior a ellos, luego que se han empequeñecidos por sus silencios, apatía y desinterés.

Rehúyen a su deber los mismos que se autodenominan valientes porque confunde el coraje con la violencia, pero cuando les toca un escenario sensato y civilizado huyen despavoridos con la velocidad de los asustadizos.

Pasan agachados quienes tienen intereses ocultos o mezquinos. Los intolerantes que siempre quieren tener la razón sobre todo y todas las cosas.

Los malcriados que botan tierrita y no juegan más. Aquellos que no miran más allá de sus propias narices.

Quienes suelen pasar agachados se esconden en excusas y en afirmaciones desafortunadas, y son los mismos que luego no dan explicaciones ante los desaciertos y reveses que producen.

Según la hora que vive Venezuela, no es el momento de que nadie pase agachado. Es el momento de sacar el pecho y demostrar de qué tamaño es nuestro compromiso con Venezuela y el resto de los venezolanos.

Descartemos las mediciones o cálculos personales o grupales, dejemos las cuentas de tiempos y circunstancias a un lado y enfoquémoslo en lo que realmente importa: Venezuela.

En cada evento o reto que los demócratas tengamos por delante debemos hacerle frente. Debemos que dar un paso al frente y decir “a la carga”.

Aquellos que nos quieren mantener amordazados, enflaquecidos y corroídos por la opresión y represión, gozan un mundo cada vez que pasamos agachados o miramos para otro lado.

Ellos disfrutan cuando nos abstenemos de hacer lo que debemos hacer, cuando nos inmovilizamos o nos quedamos con los brazos cruzados. Ellos viven a plenitud con nuestra parálisis o apatía.

Y cada vez que pasamos agachados frente a un compromiso, en medio de la coyuntura nacional, entonces le hacemos un favor a los mismos que llevan 18 años destruyendo a Venezuela y chupándose la savia nacional con sus fauces devoradoras de esperanzas e ilusiones.

Pasar agachados no ha sido, ni lo será una opción real para los que amamos la libertad.

¿Cómo ser indolentes frente al deterioro de nuestros estados? ¿Cómo no reaccionar frente a las neveras vacías y estómagos pegados al espinazo?

¿Cómo hacer silencio frente a la grave crisis que padecemos los venezolanos? ¿Cómo medir beneficios personales cuando lo que está en juego es el porvenir de toda la república?

Pasar agachado es la actitud de los indolentes, pero sé que la inmensa mayoría de los venezolanos no pasarán agachados. Con pundonor, con gallardía y sobre todo con fe, el pueblo saldrá a participación en la jornada que tenemos encima.

Los venezolanos tomarán una doble decisión positiva. Si participación y lo harán en favor de un cambio para mejor para cada uno de los estados que conforman la nación.

¡Aquí nadie pasa agachado, aquí actuamos y lo hacemos contundentemente!


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